ARTÍCULO

Salvar a las personas a tiempo: Redes de protección social pasan a primer plano

Junio 29, 2010


TITULARES
  • Programas de redes de protección social ayudan a proteger a los más afectados por las crisis alimentaria, financiera y de combustibles.
  • Banco Mundial aprobó 123 proyectos en este ámbito en 60 países durante los últimos cinco años. Financiamiento llega a US$2.580 millones en el ejercicio de 2010.
  • Estas iniciativas, usadas tradicionalmente en países de ingreso mediano y alto, son cada vez más populares en naciones de ingreso bajo.

29 de junio de 2010 — La importancia de las redes de protección social, que ayudaron a proteger mejor el bienestar económico y social de las personas a pesar de la desalentadora situación de la economía mundial, se reafirmó durante los últimos tres años de crisis financiera, alimentaria y de combustibles.

Por su parte, el financiamiento del Banco Mundial para los programas de seguridad social —incluidas  tales redes—, probablemente alcance US$4.000 millones en nuevos compromisos en el ejercicio de 2010, similar al aumento registrado durante 2009. La institución aprobó 123 proyectos en este ámbito en 60 países durante los últimos cinco años (ejercicios de 2005-09) y asignaciones destinadas a redes de protección social que ascendieron a US$3.130 millones en el ejercicio de 2009 y US$2.580 millones en el ejercicio de 2010.

Dichos fondos proporcionaron ayuda en esta área por primera vez a los siguientes 19 países: Afganistán, Belarús, Benin, Bulgaria, Comoras, El Salvador, Ghana, Granada, Guinea-Bissau, Kenya, Letonia, Liberia, Mongolia, Nigeria, Polonia, Seychelles, Sierra Leona, Islas Salomón y Santa Lucía.

Las redes de protección social se utilizaron durante mucho tiempo en países de ingreso mediano y alto -incluyendo programas emblemáticos en Brasil, Chile y México, que catalizaron el trabajo en otros países- para proteger a las personas durante los impactos económicos. Pero en la actualidad, en lo que representa un cambio significativo, estas son cada vez más comunes en un creciente número de países africanos a pesar de sus bajos ingresos.

Una necesidad mundial

Con el fin de respaldar la dinámica cartera de redes de protección social de la institución, expertos del Banco han promocionado la excelencia técnica en reuniones de alto nivel en todo el mundo.

Durante el presente mes, en Arusha,Tanzanía,  la institución se unió al Fondo de Acción Social de dicho país para ser anfitrión de un foro de aprendizaje sobre redes de protección social bajo el lema “Eficacia en ejecución de obras públicas”. En el encuentro participaron más de 200 delegados de diferentes países y organismos asociados, como la Organización Internacional del Trabajo, el Programa Mundial de Alimentos y el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido.

También este mes, en el marco de la Segunda Conferencia de Río de Janeiro sobre Desarrollo Humano, el Banco lanzó la publicación “Protección social eficaz para todos en América Latina y el Caribe: De lo correcto a la realidad,” que establece que mientras la recuperación económica cobre impulso en la región, los países enfrentarán desafíos importantes para ampliar la seguridad social.

Los programas de transferencias condicionadas de efectivo protegen a las personas en situación de extrema pobreza de la región, pero las jubilaciones, el desempleo y el seguro de salud cubren sólo a una minoría de los trabajadores, según el informe.

La crisis financiera 2008-09 demostró que los servicios sociales de América Latina y el Caribe diseñados para ayudar a los más vulnerables siguen no estando bien equipados para proveer la protección social adecuada a la mayoría de los trabajadores, en especial a aquellos que se desempeñan en el sector informal y que no tienen acceso a las medidas oficiales de protección laboral.

Preparación para la próxima crisis

A medida que la crisis financiera desaparece de los titulares mundiales, el desafío consiste en continuar trabajando en las redes de protección social para los 1.400 millones de personas —niños, ancianos y discapacitados, mujeres o aquellos que mantienen a sus familias— que eran pobres antes de la recesión, y en ayudar a los gobiernos a prepararse para proteger a sus ciudadanos ante una próxima depresión económica, afirma Margaret Grosh, experta en redes de protección social del Banco.

El Programa de respuestas sociales rápidas del Banco Mundial, que ayudó a los países a hacer frente a los impactos sociales de la crisis económica mundial, facilita el establecimiento de redes de protección social en países de ingreso bajo. Si bien es posible que los problemas de asequibilidad impidieran hasta ahora que las naciones más pobres tuvieran acceso a tales programas, estos estuvieron presentes durante siglos de una forma u otra.

Las redes de protección social siguen cumpliendo un papel integral en la actualidad, tal como lo hicieran en el Antiguo Egipto o el Imperio Romano, asegura Grosh. “La forma de pensar de nuestras redes de protección de hoy en día es resultado de los programas implementados desde 1587, cuando los británicos aprobaron la famosa Ley de Pobres (Poor Laws), que constituye la base filosófica de la asistencia social en muchísimos países", acota.

En Estados Unidos, las políticas de la época de la Depresión son un importante precedente. “Por ejemplo, Estados Unidos comenzó con los programas de cupones de alimentos y los Cuerpos de Conservación Civil, un programa masivo de obras públicas para enfrentar el problema del desempleo durante la Depresión y construir infraestructura que se encuentra en uso hasta hoy en día", asegura Grosh.


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