ARTÍCULO

En Busán, crece la democratización de la ayuda

Noviembre 29, 2011

29 de noviembre de 2011 - En 2003, 28 funcionarios de países receptores de ayuda y 40 representantes de instituciones multilaterales y bilaterales se reunieron en Roma para tratar de determinar de qué manera se podían obtener mejores resultados de la ayuda.

Ocho años más tarde, el debate del Cuarto Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda en Busán (Corea) del 29 de noviembre al 1 de diciembre, incluye 2.000 participantes.

Son ministros de países industrializados y en desarrollo, representantes de instituciones multilaterales como el Banco Mundial y las Naciones Unidas, organizaciones de la sociedad civil, instituciones no gubernamentales y el sector privado, que programaron unas 50 actividades paralelas a las reuniones oficiales.

La nueva diversidad de actores de la ayuda refleja un mundo cambiante en el que los donantes tradicionales enfrentan presupuestos más ajustados y las naciones en desarrollo impulsan el crecimiento mundial. Además, los países receptores de ayuda están más dispuestos y capacitados para hacerse cargo de su futuro, dijo en un artículo editorial de este mes Sri Mulyani Indrawati, directora gerente del Banco Mundial: "En este mundo verdaderamente multipolar, la relación de ayuda tradicional entre donantes y receptores, que implica a menudo ser profesores y estudiantes, está obsoleta".

El Banco recibe alta calificación en materia de transparencia

El Banco Mundial va a Busán con un historial de apoyo a los países que se ocupan de su propio desarrollo. Más recientemente, la institución avanzó hacia el aprovechamiento de la experiencia de investigadores e innovadores externos mediante el libre acceso a la información y los datos y el ofrecimiento de nuevas herramientas, como Aidflows, para realizar el seguimiento del financiamiento.

El principal centro de atención está ahora en la creación de instituciones para que las escuelas y centros de salud funcionen sin problemas después de su construcción y en el aumento de la responsabilidad social para potenciar a los ciudadanos y mejorar los servicios.

“Nos impusimos la transparencia de la ayuda y alentamos a otros donantes a ser más transparentes; también instamos a los países asociados a realizar presupuestos más transparentes”, dice Barbara Lee, directora del Equipo para la Eficacia de la Ayuda del Banco Mundial.

Las revisiones externas de la actuación del Banco indican que los esfuerzos han dado resultados tangibles. Este mes, el fiscalizador de la ayuda Publish What You Fund calificó al Banco Mundial, por segundo año consecutivo, como la institución con el “mejor desempeño” en materia de transparencia de la ayuda entre un total de 58 donantes.

La institución Center for Global Development & Brookings asignó a la Asociación Internacional de Fomento (AIF) —el fondo del Banco Mundial para los países más pobres— el primer lugar como donante en la categoría de transparencia y aprendizaje incluida en su Evaluación de la calidad de la asistencia oficial para el desarrollo. Además, la AIF fue uno de los tres únicos donantes (de un total de 31) que se situaron entre los 10 primeros en las cuatro dimensiones evaluadas.

Un enfoque en los resultados “nítido como el láser” 

Uno de los mayores cambios en la última década ha sido tener un enfoque en los resultados “nítido como el láser” tanto entre los donantes como los receptores, dice Axel van Trotsenburg, vicepresidente de Financiamiento en Condiciones Concesionarias y Asociaciones Mundiales, el grupo dentro del Banco Mundial que administra la AIF. Esa perspectiva se tradujo en avances en los objetivos de desarrollo del milenio como el acceso a la educación, el agua y la atención de la salud, agrega.

"El país donante quiere el mejor valor por cada dólar de ayuda, pero tal vez lo más importante sea que el país beneficiario quiere mejorar la educación de sus niños y asegurarse de que reciban las vacunas y que las familias puedan llevar sus productos al mercado", especifica van Trotsenburg. "Ellos quieren una vida mejor".

Con este propósito, el Banco ha estado trabajando con los Gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y otros asociados en el desarrollo para ampliar el acceso a servicios de desarrollo humano e infraestructura de mejor calidad y a redes de protección social durante las crisis recientes, dice Joachim von Amsberg, vicepresidente de Políticas de Operaciones y Servicios a los Países del Banco Mundial (OPCS). Además, “profundizamos nuestras mediciones, los seguimientos y la presentación de informes sobre los resultados, y continuaremos ampliando y mejorando estos esfuerzos”, agrega.

Los países receptores de ayuda y los donantes desean cada vez más realizar un seguimiento de los flujos de ayuda y evitar la duplicación de esfuerzos. El avance hacia la recopilación de información sobre los proyectos de las personas en el terreno apenas está comenzando.

“Asociación para la ayuda abierta” es presentada en Busán 

Siete donantes (Banco Mundial, Reino Unido, Suecia, España, Países Bajos, Estonia y Finlandia) respaldaron una nueva Asociación para la ayuda abierta que ampliará el trabajo de Mapping for Results del Instituto del Banco Mundial, un programa que creó mapas de 30.000 emplazamientos de proyectos del Banco Mundial en 145 países. Ya se geocodificaron y crearon mapas de proyectos financiados por 27 donantes en Malawi. También se crearon mapas en el marco del programa de los flujos de ayuda y los gastos públicos de Nepal.

"La ayuda abierta tiene que ver con cómo pasamos de saber lo que está haciendo un donante en un país a saber lo que todos los donantes están haciendo en ese mismo país", dice Aleem Walji, gerente de Prácticas Innovadoras del Instituto del Banco Mundial.

Finalmente, el objetivo es geocodificar y crear mapas de toda la infraestructura y los gastos públicos y capacitar a las organizaciones de la sociedad civil y los ciudadanos para que proporcionen información. "La tecnología no es solo una manera de transmitir información, sino una forma de escuchar mejor", agrega Walji.

El desarrollo es un camino bidireccional

El desarrollo es cada vez más una calle de dos vías y donantes emergentes como India y Brasil prestan comúnmente asistencia mediante el intercambio y divulgación de conocimientos. El Mecanismo de Intercambio de Experiencias entre Países del Hemisferio Sur del Banco respaldó este concepto a través de 73 donaciones a 52 países en los últimos tres años.

Varios países que alguna vez recibieron apoyo, como China, Chile, Corea y Turquía, se convirtieron en parte de una coalición mundial para apoyar el fondo para los países más pobres. Los nuevos donantes aumentaron las contribuciones deUS$800 millones hace tres años a casi US$6.000 millones en la campaña de recaudación de fondos del año pasado de la AIF, informa van Trotsenburg.

"Nos gustaría ver un debate mucho más amplio sobre los desafíos del desarrollo, que incorpore el excelente trabajo de la comunidad tradicional de donantes, pero se beneficie también de la experiencia única de los asociados emergentes que redujeron por sí mismos la pobreza, a veces de manera espectacular", agrega.

El Banco quiere "adoptar todas las formas de cooperación para el desarrollo y construir y mantener alianzas más allá de la ayuda", dice von Amsberg. "Tenemos que aprovechar mejor nuestros limitados recursos, por ejemplo, fomentando un mayor papel para el sector privado y las fundaciones privadas y trabajando con algunos de los países de ingreso mediano que se han convertido en la actualidad en sólidos asociados en el desarrollo".


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