Crecimiento justo y eficiente, el gran desafío para América Latina

Ciudad de Panamá - América Latina tiene las condiciones para seguir siendo un motor de crecimiento, y parte de la solución a problemas globales en los próximos años, dijo hoy el vicepresidente regional del Banco Mundial, Hasan Tuluy.

Manifestándose optimista sobre el futuro de la región, Tuluy dijo que prevé un crecimiento económico de alrededor del 3.5% durante el 2013, con miras a una tasa de alrededor de 4% para el mediano plazo.

Explicó las diferencias individuales en el crecimiento de economías como Panamá, Perú y Chile, que han de sobrepasar el promedio regional con tasas de hasta 10%, como en el caso del país del Istmo.

Tuluy se encuentra en Ciudad de Panamá invitado a participar en la Asamblea Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El alto funcionario fundamentó su confianza en el desempeño regional en base al bien ganado estatus de América Latina como líder en la articulación de un crecimiento económico con inclusión social --con logros tales como una caída drástica de la pobreza y un aumento en 50% de la clase media, o unos 50 millones de personas, durante la última década.

Tuluy advirtió, sin embargo, que el principal desafió de la región es lo que ha bautizado como la 'Batalla de la productividad', ya que no se trata tan sólo de crecer económicamente, sino de hacerlo de manera más eficiente y justa.

El alto funcionario precisó que ésta batalla debe conducirse en tres frentes:

• Calidad Educativa: La región ha ganado en términos de acceso a la enseñanza, pero ahora debe concentrarse en mejorar su calidad. Una gran mayoría de países de América Latina aún figuran rezagados en mediciones de resultados académicos internacionales como el PISA. Por ejemplo, el porcentaje de la población latinoamericana con educación terciaria aumentó de 9.5% en 1990 a 14.2% en 2009. Mientras tanto, en los Tigres asiáticos subió de 10% a 20% en el mismo período.
• Mejor Infraestructura: El notable crecimiento económico regional se debe en parte a la bonanza de exportación de materias primas, pero no se trata solamente de producir bienes sino de llevarlos al mercado de manera competitiva. Por ejemplo, el costo regional de mover un producto de un lugar a otro (logística) es entre dos y cuatro veces más elevado que en los países de la OCDE y los Tigres asiáticos.
• Estado Inteligente. Los servicios y el gasto público se han modernizado en la región, pero aún hay mucho por hacer. No es un debate ideológico sobre si el Estado debe ser más grande o más pequeño, sino más inteligente.  Es decir, un Estado que pueda entregar servicios a población y eficientemente. Hoy en día, con la excepción de Brasil, la recaudación tributaria de los países de la región es de apenas 17% del PIB, la mitad del promedio para los países de la OCDE.

Los objetivos de estos esfuerzos van más allá de reducir la pobreza, y consisten en lograr que la prosperidad sea compartida, que las oportunidades lleguen a todos y no sólo a las elites, dijo Tuluy.

Esto significa que si el crecimiento sólo beneficia a un porcentaje mínimo de la población, “no hay futuro para sociedad”, según advirtió.

Además, propuso un patrón de crecimiento que sea sostenible.

“Tenemos una obligación moral, política y económica con las futuras generaciones, y necesitamos un patrón de crecimiento que respete las opciones para esas generaciones”, dijo.

En otras palabras, se trata de un crecimiento integral, que respete el uso de los recursos naturales, que no contamine y que produzca oportunidades para todos, acotó.