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Colaboración público-privada puede ayudar a África a ser competitiva a nivel mundial

Mayo 09, 2013


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TITULARES
  • Crecimiento de África aún debe traducirse en una reducción generalizada de la pobreza.
  • Nuevo informe sobre competitividad de África sugiere que colaboración entre sectores público y privado es fundamental para la prosperidad compartida.
  • También debe mejorar acceso a capital para empresarios y desarrollo de infraestructura.

Ciudad de Washington, 9 de mayo de 2013. Las economías de África han experimentado tasas de crecimiento anual muy superiores al 5% en la última década. Existe amplio optimismo sobre las perspectivas de crecimiento sostenido de la región en medio de la crisis económica mundial. Sin embargo, como advierte The Africa Competitiveness Report 2013 (Informe sobre la competitividad de África 2013), subsisten importantes retos.

Desafío de competitividad de África

En general, las altas tasas de crecimiento económico no se ven reflejadas en mejores condiciones de vida para los africanos. Las estimaciones del Banco Mundial muestran que el 48,5% de la población de África al sur del Sahara sigue luchando por sobrevivir con menos de US$1.25 al día. La creación de empleo no ha seguido el ritmo del crecimiento demográfico, que ha alcanzado la marca de los 1.000 millones de habitantes  –o el 15% del total mundial– y se prevé que aumente al 20% para 2030. Con la caída de las cifras de productividad laboral y un sector industrial que se ha mantenido prácticamente estancado desde la década de 1970, muchas economías africanas van a la zaga del resto del mundo en materia de competitividad.

Sectores público y privado pueden impulsar crecimiento inclusivo y sostenible

El Informe sobre competitividad, dado a conocer el 9 de mayo en el Foro Económico Mundial de Ciudad del Cabo, muestra que 14 de las 20 economías menos competitivas se encuentran en África. Para seguir un camino de crecimiento sostenible y prosperidad compartida, las economías africanas tienen que mejorar sus instituciones públicas y la infraestructura, profundizar la integración regional y proporcionar a sus ciudadanos una educación de calidad. La colaboración entre los sectores privado y público es un elemento clave para impulsar la competitividad.

Mediante el establecimiento de marcos legales, reglamentarios y económicos adecuados, los Gobiernos pueden crear las bases para un entorno favorable a los negocios que permita que las empresas crezcan y se produzca la integración regional. Una mayor inversión en ciencia e innovación, así como un enfoque en el desarrollo de habilidades y la capacitación, brindarán a los jóvenes africanos las aptitudes que necesitan para competir en la economía mundial, una necesidad urgente en un continente en el que habitan 200 millones de personas de entre 15 y 24 años.

Inversión en infraestructura

Mejores carreteras, puertos administrados de manera eficiente, electricidad confiable y otras mejoras en la infraestructura pueden hacer que los países sean más atractivos para los inversionistas que crean empleo. El continente también está retrasado en cuanto a preparación tecnológica. Las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), que permiten la eficiencia y la innovación, se han convertido en herramientas fundamentales de la economía actual. En el futuro, las economías africanas deben no solo invertir en infraestructura de TIC, sino también preparar a los ciudadanos con los conocimientos necesarios para que usen estas tecnologías de manera productiva.

El sector privado tiene además un importante papel que desempeñar. Las empresas pueden respaldar y abogar por reformas que pueden mejorar la competitividad a nivel nacional, y apoyar las iniciativas que facilitan el comercio más allá de las fronteras nacionales. Las asociaciones público-privadas también pueden abrir el camino de enfoques creativos para fomentar la competitividad.

“A medida que los países de África se centran en el aumento de su competitividad,  ponen a prueba nuevos enfoques ─como los polos de crecimiento─ para estimular la inversión y el crecimiento sostenible”, dice Gaiv Tata, director de Finanzas y Desarrollo del Sector Privado para la región de África del Banco Mundial. “Ampliar el acceso y el ingreso en los mercados regionales de África puede respaldar la creación de empleo”.

Actualmente, el Banco Mundial está trabajando en países, como Burkina Faso, (i) Mauricio (i) y Níger (i) para desarrollar polos de crecimiento, que son centros industriales que pueden atraer la inversión en sectores específicos.

Las instituciones financieras como los bancos también pueden ampliar sus servicios para que los empresarios obtengan el capital que necesitan para el crecimiento de sus negocios. Según el informe, el acceso al financiamiento es la mayor preocupación de los líderes empresariales de toda África al sur del Sahara (i), quienes también expresaron su inquietud por la inadecuada infraestructura.

El camino a seguir

La década de crecimiento económico de África ha dado al continente una sensación de optimismo sobre su futuro. Pero como muestra el Informe sobre la competitividad 2013, para que la región cumpla su promesa, los sectores público y privado deben trabajar juntos en las reformas que permitirán a África competir con el resto del mundo y crear prosperidad para todos sus ciudadanos.


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