Los niños corren riéndose en el patio de un centro cultural, en el barrio Potrero Grande en Cali. Algunos bailan al son de la música: se preparan para un desfile de moda con ropa hecha por sus propios compañeros con material reciclable.
La escena sería normal en la vida de cualquier niño. Pero aquí en Potrero Grande, no es tan fácil jugar y aprender. En este barrio hay fronteras invisibles, peligrosas de cruzar.
“Además de toda la potencialidad, la gente linda, la gente buena que siempre tiene una sonrisa, que tiene esta cordialidad, hay un pequeño segmento de la población que arrastra con la violencia, con el sentimiento de venganza”, explica Andrés Ramírez, director del centro.
Aquí, los niños del barrio aprenden a tocar música, a usar computadoras para editar fotos o videos, y además cuentan con un lugar seguro para jugar.
Las dificultades y los riesgos que enfrentan los niños de Potrero Grande son los mismos que tienen millones de otros niños en otras ciudades de América Latina. Con cerca del 9% de la población mundial, América Latina padece casi el 30% de los homicidios. Es decir que una persona tiene 4 veces más probabilidad de ser asesinado en esta región que en el resto del mundo.
Para buscarles remedio, el Banco Mundial, la alcaldía de Cali y la Alta Consejería Presidencial para la Convivencia y Seguridad Ciudadana convocaron del 26 al 29 de junio a más de 450 expertos internacionales en seguridad ciudadana y autoridades nacionales y locales de todo el continente para participar en la conferencia “Soluciones integrales para la prevención del delito y la violencia” en Cali.
Compartir experiencias
“La idea es de compartir experiencias, prácticas exitosas y no tan exitosas sobre todas las dimensiones de prevención de crimen y violencia, no solamente las pandillas, no solamente el crimen organizado, sino todo, hasta el nivel de crimen intrafamiliar”, explicó Ede Ijjasz-Vasquez, director de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Las instituciones y los gobiernos locales pueden aprender de los logros y errores de estos programas que ya se han realizado y que se están realizando en comunidades en toda América Latina.
“La importancia es que nos encontramos autoridades municipales, autoridades nacionales, organizaciones no gubernamentales, representantes de la sociedad civil, académicos, de América Latina, del Caribe, pero también expertos y académicos de los Estados Unidos”, dijo Jorge Morales Barud, alcalde de Cuernavaca, en México.
“Yo desde luego me llevo enseñanzas importantes que voy a aplicar”, agregó.