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A pesar del pesimismo, América Latina puede utilizar el tipo de cambio para pilotear la desaceleración económica

Octubre 09, 2013


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La flexibilidad en los tipos de cambio puede ayudar a América Latina soportar las turbulencias económicas.


TITULARES
  • Se prevé que América Latina crecerá un 2.5% en 2013, pero el crecimiento de Brazil y Mexico será debajo del promedio regional.
  • La flexibilidad en los tipos de cambio puede ayudar a América Latina soportar las turbulencias económicas.
  • Contrario a los años 90, no se debería ver una devaluación monetaria como un signo de debilidad financiera o crisis.

La mayor flexibilidad en los tipos de cambio y las inversiones que fluyen hacia la región podrían ser el amortiguador que América Latina necesita para sobrellevar los trastornos económicos, ayudándole a mantener una trayectoria de crecimiento sostenible a futuro.

Este fue el mensaje del economista en jefe del Banco Mundial para la región, Augusto de la Torre, quien dijo que el pesimismo reinante respecto a la desaceleración económica que enfrenta la región es "exagerado".

Hoy, mientras presentaba las proyecciones económicas semestrales del Banco Mundial para la región, De la Torre predijo que la región como un todo seguirá creciendo en 2013, si bien a una tasa comparativamente más baja de alrededor de 2,5%.

Sin embargo, una devaluación estratégica de las monedas locales, allí donde exista capacidad monetaria, podría servir no solo como amortiguador para la región sino también estimular la demanda doméstica a medida que los productos locales cubren el vacío dejado por el aumento relativo en el precio de las importaciones. Asimismo, una moneda competitiva impulsaría las exportaciones locales.

Aunque reconoció que las anteriores tentativas de alterar los tipos de cambio fueron contraproducentes para la región, De la Torre le aseguró reiteradamente a la audiencia de un chat en vivo organizado junto a El País América que el contexto económico actual de la región carecía de los tres principales motivos de preocupación en torno a una devaluación.

  • Deuda regional: En lugar de endeudarse con la comunidad internacional, hoy en día América Latina acumula reservas en moneda internacional, convirtiéndose en acreedor de la comunidad mundial
  • Dolarización: Mientras que en la década de 1990 los préstamos y deudas se calculaban en dólares, el proceso regional de desdolarización significa que actualmente cuenta con la estructura financiera necesaria para hacer préstamos en moneda local —básicamente eliminando el problema de tener que pagar una deuda en moneda local luego de una devaluación.
  • Inflación: El 80% de las economías latinoamericanas ahora establecen sus políticas monetarias en torno a metas de inflación. Como resultado, una devaluación no se traduciría en un alza de precios destinada a asegurar la permanencia del capital extranjero en el país.

"El tipo de cambio puede jugar un nuevo papel en las economías regionales", explica De la Torre. "En la década de 1990, las devaluaciones monetarias eran vistas como un signo de debilidad financiera o el presagio de una posible crisis. Hoy en día un buen número de países latinoamericanos eliminaron este problema".

De cualquier forma, hubo palabras de advertencia para las economías más pequeñas de la región —especialmente en el Caribe y en América Central— que no tienen tanto espacio de maniobra o flexibilidad en sus tipos de cambio.

Junto a la devaluación, De la Torre mencionó el mayor flujo de inversiones extranjeras y medidas reguladoras más estrictas como razones para ser optimistas.


" El tipo de cambio puede jugar un nuevo papel en las economías regionales. "

Augusto de la Torre

Economista en jefe del Banco Mundial en América Latina y el Caribe

Menor crecimiento, pero crecimiento al fin

2013 será un buen año para las economías de Perú y Panamá. Por mucho los países de mejor desempeño de América Latina en 2013, se espera que crezcan 5,5% y 8% respectivamente este año —colocando a ambos países al nivel de las economías del sudeste asiático.

Esto contrasta con los dos gigantes regionales —Brasil y México— que se espera crezcan por debajo del promedio regional, apenas 2% este año. Respondiendo a una pregunta sobre el pronóstico para este último, De la Torre admitió que esta cifra tan baja fue una sorpresa, sobre todo teniendo en cuenta el optimismo respecto a México que imperaba a comienzos de año. Es más, una espectadora de la transmisión en vivo, Mariana Mercedes, envió un tweet diciendo que este menor crecimiento ya se estaba sintiendo en el país.

De todas maneras, hay lugar para cierto optimismo, dado que se espera que las economías medianas de la región —Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Uruguay— crezcan por encima del promedio regional, entre 3% y 4%. Además, la recuperación de la economía de los EE. UU. es un motivo adicional para sentir cierto optimismo por la región, si bien acompañado de una advertencia respecto a las consecuencias desastrosas que tendría una falta de acuerdo respecto al techo de endeudamiento.

En particular, la desaceleración de la región se debe a tres factores externos.

  • Menor crecimiento en China
  • Tasas de interés en EE. UU. cercanas a 0%
  • La caída o estancamiento en el precio de las materias primas (una de las mayores exportaciones de la región)

Dos de estas se vieron reflejadas en Esteban, que observaba en línea desde Argentina, enviando un tweet diciendo que "si China mejora, el precio de las materias primas aumentará. Necesitamos que China impulse su consumo doméstico".

Resumiendo, De la Torre aseguró a los presentes en el auditorio y a quienes observaban en vivo que el pesimismo expresado por algunos economistas no está justificado. Si bien la última década fue una de notable crecimiento, esto no significa que esta automáticamente sea una de pérdidas. Sin embargo, todavía hay que abordar desafíos estructurales significativos. El foco de atención debe ser la productividad, invertir en infraestructura y educación, para asegurar un crecimiento elevado a largo plazo.


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