Costa Rica prepara una nueva generación de universitarios

¿Cómo puede hacer un joven costarricense para triplicar los ingresos que recibirá por el resto de su vida? La clave es, según los expertos, tener acceso a una educación superior de calidad. En todos los países de la región un trabajador que ha finalizado la universidad gana alrededor de un 200% más que un graduado de secundaria, y Costa Rica no es la excepción.

Este país ha sido una historia de éxito en Centroamérica al combinar un crecimiento económico elevado y sostenido con una fuerte cohesión social. Sin embargo, según el informe Mejores Empleos en Costa Rica, hay un número limitado de trabajadores muy educados, lo que implica que en el futuro los sectores de productividad elevada experimentarán escasez de destrezas, comprometiendo el crecimiento del país.

En este contexto, cuatro universidades públicas, la Universidad de Costa Rica (UCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED), el Tecnológico de Costa Rica (TEC) y la Universidad Nacional (UNA), que actualmente albergan un 47 % de la población universitaria del país, invertirán 200 millones de dólares en infraestructura, equipamiento, formación de docentes y mejoras en programas académicos a través de un proyecto de mejoramiento de la educación superior en Costa Rica, que cuenta con apoyo del Banco Mundial y el Gobierno.

Además, el proyecto también se enfocará en ampliar la oferta académica y la capacidad para recibir más estudiantes en situación de desventaja.

“La importancia de este proyecto es el de fortalecer las áreas prioritarias para Costa Rica con mejores profesionales y que las universidades puedan sumar una mayor cantidad de gente en sus aulas”, explica Marcelo Becerra, gerente del proyecto para el Banco Mundial. “El Banco, además de apoyar con financiamiento, fue facilitador entre las universidades y el Gobierno para acordar los objetivos del proyecto”, agrega.

Así más de 100 mil estudiantes, muchos de ellos de escasos recursos, tendrán la posibilidad de tener acceso a una educación universitaria de calidad para 2017.  “Tener una educación superior innovadora significará que tendremos la capacidad de ser más creativos y buscar nuevas soluciones a los problemas que existan en el país”, explica Alberto Hernández, estudiante de ingeniería en materiales del TEC.

Un plan acorde a cada universidad

Las cuatro universidades, integrantes del Consejo Nacional de Rectores (CONARE), han ideado sus propios planes de inversión acorde a sus necesidades:

La UCR se propone incrementar en un 50 % su número de carreras universitarias acreditadas y aumentar en 21 % los estudiantes de ingeniería, biología, tecnologías de información, tecnologías de alimentos y ciencias de la salud. También invertirá en infraestructura para fortalecer su desarrollo científico y tecnológico, incluyendo los centros de investigación nuclear y molecular y eficiencia energética.

“Los centros de investigación de la región están en las universidades públicas, entonces invertir en el centro de investigación ayudará a posicionar los proyectos que se realicen aquí”, comenta entusiasmada Tatiana Carmona Rizo, estudiante de la UCR.

Por su parte, la UNED fortalecerá el modelo de educación a distancia, con más laboratorios, más recursos digitales para el aprendizaje y la diversificación de la oferta académica, facilitando equipo multimedia a estudiantes en situación socioeconómica vulnerable que vivan en zonas alejadas, con el objetivo de aumentar en un 12 % los estudiantes universitarios a distancia.

“Tendremos más profesionales capacitados en zonas rurales o con poco acceso, habrá más personas con alcance a educación que podrían aportar nuevas ideas”, agrega Gaudí López, quien estudia a distancia con la UNED.

El TEC hará hincapié en la construcción y el equipamiento de edificios para residencias estudiantiles, laboratorios, unidades académicas, biblioteca y servicios estudiantiles. También invertirá en infraestructura y equipos para desarrollar diversos programas de ingeniería. “Cuando el TEC haga nuevos programas de ingeniería será muy beneficioso ya que en este momento es un área de interés a nivel laboral y de investigación en el país. Sin dudas, dedicarse a estos temas impulsará a la nación”, dice Magalí Sandoval, estudiante de ingeniería mecatrónica.

Con su plan de mejoramiento institucional, la UNA hará foco en la construcción y equipamiento de residencias y servicios estudiantiles e instalaciones académicas para los nuevos programas de ingeniería y salud.

Karen León, estudiante de sociología de la UNA, dice que “contar con más apoyo para las ingenierías y ciencias nos traerá más aporte para el desarrollo sostenible y el medio ambiente. En el caso de las artes, nos aportará a los procesos culturales del país”. La UNA también establecerá un observatorio sobre cambio climático y desarrollo.

De esta manera, Costa Rica prepara una nueva generación de universitarios, dispuestos a afrontar los problemas del presente y del futuro.