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Una respuesta al creciente número de muertes causadas por el tránsito y la contaminación

Marzo 31, 2014


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Foto: Curt Carnemark / World Bank

TITULARES DE ARTÍCULOS
  • El saldo anual de muertes vinculadas al transporte vial es mayor de lo que creen muchos encargados de la formulación de políticas: asciende a 1,5 millones de personas en todo el mundo y continúa aumentando, según un nuevo análisis.
  • En el informe, Transporte a favor de la salud, (Transport for Health) se cuenta el número de vidas perdidas a causa de accidentes de tránsito y por primera vez, también se cuantifican las muertes relacionadas con la contaminación vehicular.
  • El documento ofrece medidas prácticas que los países pueden adoptar inmediatamente para mejorar el transporte, la calidad del aire y los datos de seguridad vial.

Los accidentes de tránsito se cobran 1,3 millones de vidas por año y causan lesiones a unos 78 millones de personas; el 90 % de los casos ocurre en países en desarrollo. Estas cifras preocupantes son apenas el principio de la historia de los riesgos que plantea el transporte vial para la salud mundial.

En un nuevo informe, Transport for Health (Transporte a favor de la salud), por primera vez se cuantifica el impacto combinado de los accidentes de tránsito y la contaminación del aire proveniente de los vehículos; con este cálculo, aumenta el saldo anual de muertes vinculadas al transporte motorizado a más de 1,5 millones en todo el mundo. En conjunto, la cantidad de vidas que se pierden a causa de los accidentes de tránsito y la polución vehicular ahora excede los totales mundiales de decesos por VIH/sida, tuberculosis, paludismo o diabetes, según datos del estudio Global Burden of Disease (Carga mundial de morbilidad).

 “Este es un poderoso llamado de atención. [...] Estos descubrimientos alarmantes ponen de manifiesto la necesidad urgente de ampliar las medidas para controlar la contaminación generada por el transporte y mejorar la seguridad en todas las regiones del mundo”, escribe Jim Yong Kim, presidente del Grupo del Banco Mundial, en el prólogo del informe. Destaca que este saldo de víctimas también refleja una pérdida estimada del 1 % al 5 % del producto interno bruto (PIB) en los países en desarrollo, lo que “socava los esfuerzos por reducir la pobreza y promover la prosperidad compartida”.

Según indica la publicación, para mitigar los riesgos de lesiones por accidentes de tránsito y contaminación vehicular, será necesaria una estrategia de inversión a largo plazo que fortalezca la capacidad de las instituciones nacionales para que puedan obtener mejores resultados en materia de seguridad y movilidad. Pasaron décadas hasta que las naciones desarrolladas pudieron invertir la tendencia ascendente de muertes ocasionadas por el transporte vial. Los actuales países en desarrollo pueden aprender de esas enseñanzas y avanzar más rápido.

En el documento también se insta a una mayor colaboración entre los sectores urbano, de transporte y de salud, entre otros, de modo de obtener políticas de transporte y salud sostenibles.

 “En este informe se explica detalladamente por qué los marcos y las intervenciones multisectoriales son tan importantes para lograr resultados finales en esta esfera”, dice Marc Shotten, especialista superior en transporte y autor principal del informe por parte del Banco. “En definitiva, estos enfoques muestran cómo gestionar el sistema de transporte vial para maximizar los beneficios en términos de salud para la población y respaldar el crecimiento económico”.


" Estos descubrimientos alarmantes ponen de manifiesto la necesidad urgente de ampliar las medidas para controlar la contaminación generada por el transporte y mejorar la seguridad en todas las regiones del mundo. "
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Jim Yong Kim

Presidente del Banco Mundial

Recomendaciones de medidas prácticas

El informe Transport for Health es el resultado del trabajo conjunto del Fondo Mundial para la Seguridad Vial, encabezado por el Banco Mundial, y el Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington. También contribuyeron autores de otras instituciones, como la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, Health Effects Institute, la Universidad de Columbia Británica, Schneider Institutes for Health Policy y el Ministerio de Salud de Canadá.

Sobre la base de datos de versiones anteriores de Global Burden of Disease, se cuantifican los impactos en la salud de las lesiones ocasionadas por accidentes de tránsito en las últimas dos décadas y la contaminación del aire que generan los vehículos. Además, se destaca el aumento del número de muertos y heridos por estos hechos en todo el mundo —las muertes por accidentes aumentaron un 46 % en dos decenios y los fallecimientos por contaminación, un 11 %— y sus considerables impactos en la salud materna e infantil. Además, se hace hincapié en la necesidad de tener caminos seguros para ofrecer mejores cuidados médicos y facilitar el acceso a atención de emergencia.

En el informe se proponen medidas prácticas que los países pueden adoptar inmediatamente. Algunas de las más importantes son:

  • Ampliar los programas de seguridad vial y la capacidad de informar sobre accidentes para salvar vidas y promover el desarrollo económico.
  • Fomentar un sólido desarrollo institucional para la colaboración multisectorial en la nueva esfera de una movilidad más segura y con menor nivel de contaminación.
  • Comprometer los recursos necesarios para hacer realidad los beneficios económicos y de salud que genera un sistema de transporte seguro y limpio.
  • Considerar sistemáticamente el impacto de los proyectos viales en la salud.

“Los resultados y recomendaciones de este informe confirman el fuerte vínculo entre los sectores de salud y transporte, y destacan la importancia de hacer el máximo esfuerzo para obtener un transporte más seguro y limpio”, señala Karla González, gerente de transporte del Banco para Asia meridional. “Por eso es clave ayudar a nuestros países clientes a aplicar políticas y sistemas de transporte que maximicen los beneficios económicos y minimicen los riesgos para los usuarios”.

Algunos países ya han adoptado medidas al respecto, mediante proyectos destinados a abordar tanto los desafíos de transporte como los de salud.

En India, por ejemplo, el Proyecto de Transporte Urbano en Mumbai del Banco Mundial tiene como objetivo modernizar el transporte aumentando la capacidad de los caminos, los autobuses y los trenes para seguir el ritmo de la migración hacia las zonas urbanas. Al mismo tiempo, en el proyecto se presentan sistemas modernos de gestión del tránsito que servirán para reducir la congestión y la contaminación en las calles de la ciudad.

En Viet Nam, gracias a un proyecto la tasa de accidentes se redujo un 36 % y la de muertes, un 61 % en corredores seleccionados entre 2005 y 2013. En el marco de la operación, se entregaron 34 000 cascos de protección en las escuelas, se llevó a cabo una campaña integral de seguridad en los caminos a nivel nacional y se capacitó a 150 ingenieros para desempeñarse como auditores de la seguridad vial.

En Argentina, un proyecto en esta área también contribuyó a salvar vidas: el número de víctimas fatales a causa de accidentes de tránsito cayó un 12,5 % entre 2008 y 2011, mientras que la cantidad de vehículos registrados aumentó un 15 % en el mismo período. Además, el proyecto del Banco Mundial fomentó la creación del Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial, la primera base de datos estadísticos de la región sobre accidentes viales.

La necesidad de contar con mejores datos

Otro desafío que se debe superar para invertir la tendencia ascendente de muertes relacionadas con el transporte es la falta de datos. Las estimaciones anteriores de la carga mundial de lesiones derivadas de accidentes de tránsito se basaban  en escasos datos provenientes de la mayoría de los países. En este informe, los cálculos se hacen a partir de un análisis de grandes cantidades de mediciones obtenidas incluso en las regiones que, teóricamente, podían ofrecer poca información.

Los resultados revelan que no se informa sobre el número total de accidentes de tránsito en el mundo en desarrollo. Las estimaciones basadas en datos de Global Burden of Disease de 2010 indican, por ejemplo, que las muertes por lesiones derivadas de accidentes viales en India son más del doble de las dadas a conocer en estadísticas oficiales, mientras que en China esta proporción aumenta al cuádruple y en algunas partes de África, al séxtuple.

La falta de datos confiables sobre los impactos en la salud es otro reto que no solo pone en peligro la aplicación de medidas eficaces en diferentes sectores, sino que puede llevar a derrochar recursos del Gobierno o asistencia para el desarrollo que pueden estar dirigidos a actividades que no logren los resultados esperados.

“En nuestro informe se destaca la necesidad de realizar investigaciones adicionales sobre la exposición humana a la contaminación del aire en regiones que sufren un rápido aumento del número de vehículos motorizados y de comprender mejor los efectos en la salud de las personas que están expuestas a los contaminantes relacionados con el tránsito”, explica Aaron J. Cohen, científico principal del Health Effects Institute. “Si contamos con mejores datos, podremos cuantificar más adecuadamente la carga de morbilidad ocasionada por la contaminación derivada del tránsito y seguir los avances en su reducción”. 


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