ARTÍCULO

Al contar cada vida, cada vida cuenta

Junio 23, 2014


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TITULARES
  • La mayoría de los países en desarrollo no registra información básica, como nacimientos, matrimonios y defunciones.
  • Para asignar recursos eficazmente, los responsables de la formulación de políticas necesitan datos que podrían ser generados por los sistemas de registro civil y estadísticas vitales.
  • El Grupo del Banco Mundial colaborará en la inscripción de todos los embarazos y nacimientos para 2030.

A nivel mundial, solo 34 países tienen datos fiables y de fácil acceso sobre algo tan importante —y básico— como las causas de defunción de sus ciudadanos. En África, solo Mauricio cuenta con un sistema de registro civil y estadísticas vitales (CRVS, por sus siglas en inglés) de buena calidad.

¿Cómo es posible que las naciones de ingreso mediano y bajo hayan logrado enormes avances en todas las áreas del desarrollo, pero que no tengan ningún registro de acontecimientos esenciales como nacimientos, matrimonios, divorcios, adopciones y fallecimientos? Esto es así porque los países carecen de sistemas de CRVS  con información confiable y que proporcionen datos en tiempo real para medir el progreso y focalizar mejor los programas de salud y otras iniciativas sociales.

Parte del problema radica en descripciones obsoletas e inexactas. Por ejemplo, la definición actual del registro “de nacimiento” es de niños de hasta 5 años. Solo el 10 % de los nacimientos se inscribe durante el primer año de vida, lo que significa que no se considera la mayor parte de las muertes prenatales y de la mortalidad neonatal. Esto significa que esas vidas no se cuentan.

“Los responsables de la formulación de políticas no pueden planificar y asignar recursos eficazmente si no tienen datos precisos sobre la salud y el bienestar de sus ciudadanos”, dijo Samuel Mills, especialista superior en Salud del Grupo del Banco Mundial. “Debido a los sistemas deficientes de CRVS, millones de personas en los países en desarrollo no pueden recibir servicios básicos de salud, educación y protección social, y no se están aprovechando las respuestas humanitarias a emergencias y conflictos y en materia de comercio y seguridad”.

Mills lideró un grupo de trabajo multisectorial para desarrollar el Plan de ampliación de las inversiones en sistemas de registro civil y estadísticas vitales mundiales para 2015-2024, (i) que el Grupo del Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzaron recientemente en conjunto con varios organismos internacionales de salud y Gobiernos de varios países, incluido Canadá.

Un sistema de CRVS es una piedra angular de la infraestructura que todo país necesita para su desarrollo, y beneficia a todos los sectores (véase recuadro). Por ejemplo, el registro de matrimonios y divorcios ayuda a que las mujeres puedan heredar propiedades, e inscribir a las niñas al nacer y registrar sus casamientos contribuye a la prevención de matrimonios precoces y forzados. O, al proporcionarles a las personas la prueba legal de su identidad, ellas pueden conseguir pasaportes, abrir cuentas bancarias, obtener licencias de conducir, votar y acceder a servicios de educación y seguridad social.

“Tenemos las tecnologías, los recursos humanos y los conocimientos técnicos para inscribir estos acontecimientos vitales. Ahora, necesitamos cerrar la brecha de financiamiento de los sistemas de CRVS que se estima en US$200 millones anuales, que, de lograrse, permitirá llevar a cabo planes para los que se han elaborado presupuestos y que son impulsados por los países”, dijo Mills.

El plan (i) de ampliación describe de manera general qué se necesita para desarrollar sistemas de CRVS sostenibles que estén integrados en los organismos gubernamentales y que respondan a las necesidades del sector público y privado y, de manera más importante, a los ciudadanos. El Grupo del Banco Mundial está desarrollando un marco para que los donantes establezcan un programa mundial de sistemas de CRVS.

A fines de mayo, en la Cumbre sobre Salud Materna, Neonatal e Infantil —organizada por el primer ministro canadiense, Stephen Harper—, el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, destacó la importancia de los sistemas de CRVS. Durante la reunión, Canadá comprometió 3500 millones de dólares canadienses para la salud materna, neonatal e infantil, incluyendo sistemas de registro civil y estadísticas vitales, para el periodo 2015-19.

“Los sistemas de registro civil y estadísticas vitales son esenciales en la entrega de resultados para las madres y los niños”, dijo Christian Paradis, ministro canadiense para el Desarrollo Internacional y para La Francofonía. “Estamos motivados por el creciente impulso global para apoyar a los países a mejorar los sistemas de CRVS de manera que los niños tengan una identidad legal al nacer y exista mejor información y más precisa de los lugares de residencia de la población y sobre su estado de salud, incluyendo las causas de muerte, para que podamos dirigir los recursos a donde más se necesitan. Esto es importante para la realización y la protección de los derechos humanos, y para una mayor rendición de cuentas, de modo que nuestro apoyo puede hacer una mayor diferencia”. 

El presidente Kim planteó la necesidad de registrar todos los embarazos y nacimientos para 2030.

“Todo país debería tener un sistema activo, digital, verdaderamente 'vital', propio del siglo XXI”, dijo el presidente Kim en la cumbre. “Para evitar la muerte de madres y niños pequeños, primero necesitamos saber quiénes están muriendo, por qué causas y dónde”.

El Grupo del Banco Mundial tiene amplios conocimientos —en diversos temas, como salud, tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), sistemas de identificación, estadísticas, economía y finanzas— que se necesitan para trabajar en todas las regiones y con los países para fortalecer los sistemas de CRVS.

“Gracias a los nuevos conocimientos y a la innovación, estamos desarrollando e implementando algunas de las herramientas que necesitamos para ayudar a los países a establecer sistemas nacionales de CRVS y de identificación, los que producirán beneficios sustanciales en todas las áreas del desarrollo”, señaló Tim Evans, director de Salud, Nutrición y Población del Grupo del Banco Mundial.

Sistemas nacionales de CRVS y de identificación sólidos pueden contribuir al logro de las metas de poner fin a la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida, beneficiando a todos los sectores:

Agricultura: sirven para determinar con precisión quiénes son los agricultores pobres, las mujeres productoras y las personas que viven por debajo de la línea de pobreza.

Educación: ayudan en la planificación de la enseñanza preescolar, primaria, secundaria y terciaria.

Energía e industrias extractivas: para lograr el acceso universal a energía asequible, confiable y sostenible es necesario identificar a los pobres y dónde viven.

Medio ambiente y recursos naturales: la identificación de los pobres y sus lugares de residencia contribuye al manejo sostenible de la biodiversidad y de los recursos naturales y así se puede dar protección social a estas poblaciones.

Finanzas y mercados: permiten la existencia de sistemas bancarios sólidos que pueden dar acceso a los pobres a cuentas bancarias y servicios financieros, como préstamos. Además, las empresas pueden identificar mejor a sus clientes y, por su parte, los bancos y las compañías de seguros tendrán la información que necesitan para proporcionar servicios a sus clientes.

Género: el registro de matrimonios y divorcios ayuda a que las mujeres puedan heredar propiedades, e inscribir a las niñas al nacer y registrar sus casamientos contribuye a la prevención de matrimonios precoces y forzados.

Buen gobierno: estos sistemas constituyen la base para el desarrollo, la puesta en práctica y la supervisión de las políticas, programas y servicios públicos, además de proporcionar los medios para que los Gobiernos se hagan responsables de sus políticas, y determinar el grado en el que los servicios responden a las necesidades económicas y sociales.

Salud, nutrición y población: proveen estadísticas vitales exactas para supervisar muchos objetivos mundiales en materia de salud, incluidas nuevas iniciativas para lograr la cobertura universal y avanzar en el combate de enfermedades no transmisibles en todo el mundo.

Administración macroeconómica y fiscal: proporcionan los datos para un marco macroeconómico sólido y mejoran la eficacia en la asignación de recursos de modo de poner fin a la pobreza e impulsar la prosperidad compartida.

Pobreza: ayudan a los sistemas nacionales a hacer un seguimiento de la pobreza.

Protección social y empleos: ayudan en el diseño de programas de protección social eficaces y eficientes dirigidos a los pobres.

Comercio y competitividad: permiten orientar mejor la asistencia a los desempleados y generar sistemas tributarios más eficientes.

Transporte y TIC: proporcionan la información para las bases de datos de identificación digital.

Desarrollo urbano, rural y social: proveen los datos para abordar los problemas de vulnerabilidad y marginalización de los pobres en las zonas rurales.

Recursos hídricos: suministran las bases de datos para la entrega de servicios de abastecimiento de agua y saneamiento a los pobres.






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