ARTÍCULO

Nicaragua: Pequeños productores aprenden a comercializar sus productos en la bolsa

Marzo 09, 2015


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Cynthia Flores Mora / BANCO MUNDIAL

Tres mil campesinos serán capacitados para desenvolverse en la bolsa y así, protegerse de las consecuencias del cambio climático y las fluctuaciones de precios

Caminando entre los naranjos que dan sombra a sus cafetales, Julio Cesar Argüello tuvo una idea: crear café con aroma cítrico. Pero sus planes enfrentan un obstáculo: el cambio climático.

 “Para mantener plantaciones aún con este tipo clima que tenemos donde se nos elevan los costos, nosotros necesitan al menos un precio base para decir ‘Si podemos cultivar café’” cuenta Argüello, productor cafetalero de la zona de Jinotega.

Además de los caprichos del clima, en América Latina, millones de campesinos como Julio César, también padecen la volatilidad de los precios de las materias primas agrícolas en los mercados internacionales.

Se calcula que un 20% de la población de la región vive de la agricultura. Esta dependencia de los caprichos de los mercados y del clima pone en peligro los ingresos, pero también la alimentación diaria de los campesinos. Y el impacto más directo se hace notar en países como Nicaragua donde hay muchas familias auto consumidoras.

 “Vivimos al vaivén de los precios internacionales entonces se da una combinación explosiva en la afectación de la seguridad alimentaria en las comunidades más pobres de este país.” explica Azucena Castillo, gerente general de Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua

“Si no se busca un mecanismo que le permite  los productores cubrirse contra la caída de los precios van a desaparecer ya que no van a tener rentabilidad para poder producir” advierte Luis Arévalos,  gerente general de la Bolsa Agropecuaria de Nicaragua.

“Quisiéramos tener un puesto de bolsa para monitorear también los precios de los granos básicos, la hortalizas, el café” dice José Ramón González Herrera, vecino de Jinotega y productor de café, maíz y frijoles. 


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Cynthia Flores Mora / BANCO MUNDIAL


Precisamente para que los campesinos conozcan los precios internacionales de los granos y puedan establecer contratos de compra/venta de sus cosechas a futuro,  la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN) y  la Bolsa Agropecuaria de Nicaragua (BAGSA) con apoyo del Banco Mundial y Fondo de Desarrollo Social de Japón,  capacitarán a tres mil productores para que puedan desenvolverse en la bolsa.

“Se van a desarrollar opciones, contratos a términos o forwards para darle a los productores más certezas sobre los precios de los productos que están produciendo o podrán producir en el futuro” explica Arévalos.

De acuerdo a Juan Manuel Sánchez, gerente de operaciones de APEN, no se trata solamente de atacar los riesgos de tipo climático, o sociales y políticos, sino que “también hay riesgos de orden comercial con el mercado donde mantener información de precio es algo esencial para poder saber y decidir cuándo comprar y cuando vender sin que eso afecte sus ingresos y su seguridad alimentaria”

“Este proyecto responde a la necesidad específica de los pequeños productores de reducir los costos de transacciones para el comercio de productos agropecuarios en mercados locales e internaciones” explica Katie Kennedy Freeman del área de Agricultura del Banco Mundial y líder del proyecto. “Es un paso muy importante para los productores más vulnerables y les ayudara minimizar los riesgos agropecuarios y aumentar inversiones, productividad e ingresos de los productores más pequeños” resume.

Tal vez Julio César no se parezca a los típicos corredores de bolsa en las calles de Nueva York, pero sus conocimientos podrán llevarlo a hacer realidad su sueño: vender en todo el mundo un delicioso café con el aroma de sus naranjos.



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