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ARTÍCULO Diciembre 21, 2017

Es hora de dar prominencia a las formas de cocinar no contaminantes

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Foto: © Joshua Newton


TITULARES

  • Las formas de cocinar eficientes y no contaminantes pueden contribuir a reducir la contaminación tóxica del aire, salvar vidas, proteger el medio ambiente y mejorar los medios de subsistencia de las personas.
  • Para acelerar la transición al uso de cocinas y combustibles no contaminantes, se necesitan una intervención sostenida en los mercados locales, enfoques innovadores —como el financiamiento basado en los resultados— y un esfuerzo mundial concertado.
  • Como parte de su compromiso a largo plazo de facilitar esta transición, el Banco Mundial ha ampliado su respaldo al sector con una cartera de USD 130 millones en 13 países que ha beneficiado a 11 millones de personas hasta la fecha.

“¿Por qué me lagrimean los ojos cuando cocinas aquí dentro?”, pregunta la hija de Mamta mientras la observa preparar arroz y daal en una chula, una especie de cocina de leña.

El humo que despide la leña que se quema llena rápidamente la pequeña habitación de su casa, ubicada en la aldea de Siraj Nagar, en las afueras de Dhaka, Bangladesh. En la mayoría de los hogares de la aldea se utiliza la chula, que expone a familias enteras a un humo perjudicial.

Al igual que Mamta,, en los que se quema leña, carbón, carbón vegetal, estiércol o desechos de cultivos. Las mujeres y los niños se ven desproporcionadamente afectados por los impactos en la salud y soportan la mayor parte de la carga que supone recolectar leña y otros combustibles tradicionales. Tan solo las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por combustibles de leña no renovables equivalen a una gigatonelada de dióxido de carbono por año, lo que constituye entre el 1,9 % y el 2,3 % de las emisiones mundiales.

La transición hacia formas de cocinar más eficientes y menos contaminantes puede mejorar la salud de las personas, reducir la contaminación tóxica del aire, incrementar la productividad y proteger el medio ambiente. Pero cambiar las prácticas de cocina en los hogares de todo el mundo es más complicado de lo que parece. Exige un cambio de comportamiento y un aumento de la sensibilización acerca de los beneficios de las cocinas y los combustibles no contaminantes, así como la prestación de ayuda a las empresas para que satisfagan esta demanda con productos asequibles que los clientes valoren.

Para hacer frente a este desafío, , una de las carteras más grandes de este tipo en todo el mundo. Trabajando con asociados, y a través del Programa de Asistencia para la Gestión del Sector de la Energía (ESMAP) (i), el Banco está adoptando un enfoque multifacético que combina estrategias de mercado innovadoras, tecnologías de cocinas eficientes, mayor asequibilidad, fortalecimiento de las cadenas de suministro y una atención centrada en el comportamiento de los consumidores.

Los programas del Banco Mundial en países tales como China, Etiopía, Kenya, Indonesia, Senegal y Uganda ya han beneficiado a 11 millones de personas que ahora tienen acceso a soluciones más limpias y eficientes para cocinar y calefaccionar su hogar.

Estos programas se traducen en innumerables historias individuales. En Indonesia, Tami, una madre de 24 años con dos hijos comenzó a utilizar una cocina Keren Super Stove como cocina principal, gracias a la ayuda de un programa respaldado por el Banco Mundial. Ahora puede pasar más tiempo con su familia y menos tiempo cocinando y recolectando combustible. Yeni, otra mujer indonesia que antes utilizaba keroseno, adquirió una cocina no contaminante y ahora ahorra suficiente dinero para enviar a sus dos hijos a la escuela. 


"Facilitar la transición hacia formas de cocinar y calefaccionar no contaminantes contribuye a lograr beneficios de desarrollo fundamentales, como mejorar la salud de las personas, reducir la contaminación del aire y ayudar a las madres a pasar más tiempo con sus familias y buscar oportunidades económicas. Ahora la atención se centra en ampliar la escala de las actividades a través de enfoques de mercado innovadores y la movilización de financiamiento del sector privado, y en aplicar las enseñanzas aprendidas después de trabajar años en el sector"
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Riccardo Puliti
Director superior de Energía e Industrias Extractivas del Banco Mundial

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Foto: © Joshua Anand


Mediante el financiamiento basado en los resultados (FBR), el Banco Mundial ha ayudado a empresas privadas a ingresar en el mercado de las cocinas no contaminantes en China (i), Mongolia, República Democrática Popular Lao, Bangladesh (i), Uganda y Kenya (i). En Indonesia (i), con un proyecto piloto se proporcionaron incentivos a 10 proveedores privados para distribuir 10 000 cocinas no contaminantes. Las nuevas tecnologías y los nuevos modelos de distribución están dando impulso a todo el sector. Varios fabricantes internacionales ofrecen cocinas de biomasa de diseño y niveles de funcionamiento avanzados, que pueden reducir considerablemente las emisiones de contaminantes conocidos por causar graves problemas de salud. 

Ahora se hace hincapié en niveles de calidad más elevados y combustibles menos contaminantes, como el gas, que pueden reportar importantes beneficios para la salud y el medio ambiente. En la República Democrática Popular Lao (i), un programa de FBR del Banco Mundial tiene como objetivo incorporar 50 000 “cocinas superecológicas”, las cocinas de gasificación más avanzadas hasta el momento que cumplen las normas de la Organización Mundial de la Salud sobre calidad del aire en interiores. En un estudio reciente en el que se analizan los resultados en términos de salud de las cocinas con bajas emisiones contaminantes de la República Democrática Popular Lao (i) se descubrió que, cuando se utilizan de manera exclusiva, las cocinas reducen la contaminación promedio del ambiente donde se preparan los alimentos, el consumo de combustible por persona y la exposición de quienes cocinan a la contaminación del aire. También se observó que el uso a largo plazo de estas cocinas podría reducir las muertes prematuras más de un 20 %.

Maximizar el financiamiento para el sector también es una prioridad. El Banco Mundial está movilizando fondos adicionales de otros asociados para cerrar la brecha y garantizar que las formas de cocinar no contaminantes tengan un impacto considerable en el desarrollo.

Por ejemplo, en el marco de la Iniciativa del Carbono para el Desarrollo (Ci‑Dev) (i), se han firmado acuerdos de compra de reducciones de gases de efecto invernadero por valor de USD 37,8 millones, correspondientes a seis proyectos de formas de cocinar no contaminantes ejecutados en África, que se espera beneficien a más de 3 millones de personas de 670 000 hogares, al tiempo que ayudarán a movilizar otros USD 74 millones en financiamiento del sector privado.

A través del respaldo a las iniciativas locales de modernización de cocinas, el Banco Mundial también ayuda a mejorar los medios de subsistencia sobre el terreno. En Bangladesh (i), el apoyo del Banco a un programa gestionado por Infrastructure Development Company Limited (IDCOL) contribuyó a terminar de instalar un millón de cocinas no contaminantes en los hogares en enero de 2017, casi dos años antes de lo previsto. Gracias al proceso también se generaron empleos, ya que las cocinas fueron fabricadas por empresas locales y vendidas por organizaciones de asociados locales.

Muchas de las enseñanzas aprendidas de estos y otros ejemplos de buenos resultados en todo el mundo ahora pueden compartirse con expertos y especialistas de todas partes por medio de una comunidad de prácticas (i), una plataforma virtual de alcance internacional y abierta al público que pusieron en marcha recientemente ESMAP y la Alianza Mundial para el Uso de Cocinas No Contaminantes.


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