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ARTÍCULO Marzo 13, 2018

Tierras que alimentarán al mundo y protegerán la vida silvestre


La región de Orinoquía, ubicada en el este de Colombia, busca un uso inteligente de sus terrenos agrícolas.

¿Están los bosques bajo grave amenaza? A pesar de las iniciativas de crear más áreas protegidas o de las campañas globales de plantar árboles, esto pareciera que no es suficiente ante la acelerada expansión agrícola, principal responsable de la deforestación en el mundo. Tan solo en América Latina y el Caribe, la agricultura comercial fue responsable del 70% de la deforestación entre 2000 y 2010.

Asimismo, a nivel global, el 12% de las emisiones de gases de efecto invernadero —que impulsan el cambio climático— provienen de la deforestación y la degradación de las tierras.

¿Cómo detener esto?

En Colombia se están dando pasos importantes. La región de la Orinoquía, ubicada en el este del país colindando con Venezuela, es una zona que abarca 25 millones de hectáreas de sabanas y humedales que albergan a más de 100 especies de mamíferos y 700 especies de aves. Al ser la última frontera agrícola del país, tiene una ubicación privilegiada para la producción alimentaria nacional y mundial.

Es aquí donde se concentra una gran iniciativa de protección de biodiversidad que apunta a la reducción de las emisiones de carbono y la mejora del entorno natural. En el camino por lograr paisajes forestales sostenibles, el gobierno colombiano trabaja junto con el sector privado y el Fondo de Biocarbono para aumentar la producción agrícola sustentable en esta región, a la vez que se cuida el medioambiente.

El objetivo es almacenar emisiones de carbono en sistemas forestales y agrícolas y brindar espacios arborizados multipropósitos. Es decir, esos arbustos sirven para capturar carbono y además protegen al ganado, ya que les brinda sombra al tiempo que les da más opciones de forraje alimenticio. Es una forma de rehabilitación y recuperación del espacio natural en el que ganan todos: agricultores, cultivos, ganado y el medio ambiente.

Así se promueve un uso inteligente del suelo, que genere una reducción de emisiones de carbono y que esté preparado ante adversidades ambientales, promoviendo su resiliencia climática.

¿Quieres saber más de esta iniciativa? No dejes de ver el video para conocer más detalles.

 

 


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