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ARTÍCULO Diciembre 21, 2018

Resumen anual: El año 2018 en 14 gráficos

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© Banco Mundial


Por Donna L. BarneDivyanshi Wadhwa

Cuando el año 2018 llega a su fin, se puede observar el nivel más bajo de pobreza extrema en el mundo del que se tenga registro en la historia, pero se prevé que esta se concentrará cada vez más en una sola región. Una cantidad récord de personas han sido desplazadas por la fuerza de sus hogares, y un importante nuevo informe confirma que se nos acaba el tiempo para limitar el calentamiento global. Sin embargo, la innovación y las tecnologías disruptivas están ayudando a brindar energía limpia a millones de habitantes y a conectar a cientos de millones de personas al sistema financiero.  Estos 14 gráficos muestran los desafíos que enfrentamos, y las medidas necesarias para crear un mundo más inclusivo y sostenible.


1. La pobreza extrema alcanza el nivel más bajo en la historia.

En 1990, más de un tercio de la población mundial vivía en situación de pobreza extrema, es decir con menos de USD 1,90 al día. En 2015, el último año en que se tienen datos sólidos, la pobreza extrema llegó al 10 %, el valor más bajo del que se tenga registro en la historia.

Esto es uno de los grandes logros de nuestro tiempo, pero tenemos mucho más trabajo que hacer, ya que 736 millones de personas aún viven en la pobreza extrema, el ritmo de la reducción de la pobreza se está desacelerando, y será más difícil llegar a aquellos que viven en esa situación.



2. La pobreza extrema se está concentrando cada vez más en África al sur del Sahara.

En ese año, de los 28 países más pobres del mundo, 27 se encontraban en esta región y en ella vivía más gente extremadamente pobre que en todo el resto del planeta.  Mientras en otras regiones, la tasa media de pobreza extrema se situaba por debajo del 13 % en 2015, en África al sur del Sahara era de alrededor del 41 %. De acuerdo con el informe La pobreza y la prosperidad compartida 2018, (i) los altos niveles de pobreza en África se deben a factores como las tasas de crecimiento más lentas de la región, los problemas causados por conflictos e instituciones débiles, y el poco éxito logrado para traducir el crecimiento en un menor número de pobres.



3. Unos 68,5 millones de personas han sido desplazadas por la fuerza.

Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, (i)un número récord de personas se han visto forzadas a huir de la persecución, los conflictos y la violencia en el mundo. Aproximadamente 40 millones de personas aún viven en sus propios países y 25,4 millones se han refugiado en el extranjero. Al contrario de las percepciones generalizadas, el 85 % de los refugiados del mundo fue acogido por países en desarrollo en 2017. Alrededor de 55 países de ingreso alto recibieron al resto de los refugiados, de los cuales 970 000 permanecen en Alemania.

Muchos países de acogida enfrentan escasez de recursos, entre ellos el Líbano que alberga al mayor número de refugiados per cápita (i) en el mundo. De la población total de este país, 1 de cada 4 personas es un refugiado sirio. Además, alrededor del 70 % vive por debajo de la línea de pobreza. (i) En la actualidad, Uganda cobija a más de 1 millón de refugiados de Sudán del Sur. (i) En 2017, unos 655 500 refugiados huyeron de Myanmar a Bangladesh en un periodo de 100 días, y hoy más de 1 millón vive en Cox’s Bazar, el campo de refugiados más grande del mundo. Aproximadamente 3 millones de personas han abandonado Venezuela en los últimos años debido a la grave crisis económica que afecta a este país, pero la mayoría de ellas no han sido calificadas oficialmente como refugiados. De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones, más de 1 millón de personas que salieron de Venezuela se han establecido en Colombia.




4. El margen para limitar el calentamiento global a 1,5 °C se está cerrando rápidamente.

En un importante informe, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) (i) advirtió que el mundo debe hacer una transición “rápida y de gran alcance” a fin de reducir las emisiones de carbono en los sectores de la agricultura, la energía y el transporte, así como en la industria, los edificios y las ciudades para limitar el calentamiento global a 1,5 °C. El IPCC señaló que las emisiones de dióxido de carbono provocadas por los seres humanos deben reducirse en 45 % para 2030, en comparación con los niveles de 2010, y llegar a cero emisiones netas de carbono aproximadamente en 2050. La temperatura del planeta ya ha subido 1 °C por encima de los niveles preindustriales, causando “alteraciones profundas en los sistemas humanos y naturales, que incluyen mayores sequías, inundaciones y otros tipos de fenómenos meteorológicos extremos; aumento del nivel del mar, y pérdida de biodiversidad”.

Según el informe: “Para 2100, el aumento del nivel del mar sería de menos de 10 centímetros con un calentamiento global de 1,5 °C, en comparación con un calentamiento de 2 °C. Con un aumento de la temperatura mundial de 1,5 °C, la probabilidad de que el océano Ártico quede sin hielo en verano sería de una vez por siglo; con un aumento de 2 °C, esta probabilidad sería de al menos una vez por década. Los arrecifes de coral disminuirían entre un 70 % y un 90 % con un calentamiento global de 1,5 °C, mientras que prácticamente desaparecían por completo (por encima del 99 %) con un calentamiento de 2 °C”.

En el estudio del Grupo Banco Mundial titulado Shock Waves se estimó que otros 100 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema debido al cambio climático.   Según el nuevo informe del Banco Mundial titulado Groundswell: Prepararse para las migraciones internas provocadas por impactos climáticos, para 2050, más de 140 millones de personas de África al sur del Sahara, Asia meridional y América Latina podrían desplazarse dentro de sus países si no se toman de manera urgente medidas relativas al clima a nivel nacional y mundial. El 3 de diciembre, el Banco anunció que duplicaría a alrededor de USD 200 000 millones sus inversiones relacionadas con el clima en un periodo de cinco años a fin de apoyar a los países para que adopten medidas de gran envergadura en materia de cambio climático, impulsar la energía renovable y ayudar a las personas a adaptarse al cambio climático.

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5.   El 91 % de la población mundial vive en lugares con mala calidad del aire.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que abarcan 4300 ciudades y asentamientos de 108 países, Los niveles más elevados de contaminación del aire se registran en las regiones del Mediterráneo oriental y Asia sudoriental, donde los niveles medios anuales de material particulado suele quintuplicar con creces los límites establecidos por la OMS. Siguen a continuación las ciudades de ingreso bajo y mediano de África y el Pacífico occidental. Según la última base de datos de la calidad del aire, el 97 % de las ciudades en los países de ingreso mediano y bajo con más de 100 000 habitantes no cumple con las Directrices de la OMS sobre la Calidad del Aire. Alrededor de 4,2 millones de muertes se atribuyen a la contaminación del aire de exteriores cuyas fuentes también producen altas emisiones de dióxido de carbono.



6.   Al menos el 33 % de los desechos no se gestiona de manera apropiada en el mundo, y termina en vertederos o se quema a cielo abierto.

En los países de ingreso bajo, el 93 % de los desechos se quema o se tira en caminos, campos abiertos o vías fluviales, (i) en comparación con solo el 2 % en los países de ingreso alto.

Según el informe What a Waste (Los desechos), (i) en 2016, en el mundo se generaron 242 millones de toneladas métricas de desechos de plásticos, que representan el 12 % del total de desechos sólidos municipales. Alrededor del 90 % de la basura marina son residuos de plásticos, de los cuales aproximadamente el 62 % corresponde a envases de bebidas y alimentos. Aunque los plásticos se han producido masivamente por solo cerca de 60 años, permanecen en las aguas abiertas durante décadas e incluso siglos. En el informe se indica que “los desechos de plástico están llenando los océanos; sin embargo, el consumo de plásticos sigue en aumento. Las ciudades y los países están desarrollándose rápidamente sin haber establecido sistemas adecuados para gestionar la distinta composición de desechos que producen los ciudadanos”.

La gestión de los desechos puede ser costosa. Por lo general, los Gobiernos locales cubren en promedio solo el 50 % de sus costos de inversión en sistemas de gestión de desechos sólidos, y aproximadamente la mitad de las operaciones relacionadas con los desechos es llevada a cabo por el sector privado, organizaciones sin fines de lucro y la sociedad civil, dejando grandes oportunidades en el ámbito del financiamiento y las asociaciones.



7. La malnutrición y el retraso en el crecimiento infantil se vinculan con el saneamiento deficiente.

El saneamiento deficiente causa 1,6 millones de muertes cada año y contribuye al retraso del crecimiento infantil. En el mundo, más de 150 millones de niños presentan retraso en el crecimiento porque no se desarrollaron lo suficiente en el periodo prenatal, y esto se debió a la falta de cuidado maternal, la malnutrición, la carencia de estimulación y enfermedades intestinales contraídas como bebés o infantes. Investigaciones recientes indican que el cerebro de los niños con retraso del crecimiento desarrolla menos conexiones neuronales que el de los niños con un crecimiento apropiado, quedando en desventaja en la escuela y en el trabajo en un mundo cada vez más competitivo. Además de realizar inversiones en saneamiento por un monto total de USD 10 000 millones, el Grupo Banco Mundial se asoció con la Fundación Bill y Melinda Gates para promover la adopción de tecnologías sanitarias de vanguardia (i) y brindar saneamiento seguro a todas las personas.



8. Menos de la mitad de los estudiantes en los países en desarrollo logra estándares mínimos de competencias educativas.

En una nueva base de datos, que abarca 160 economías, se armonizan resultados de pruebas regionales e internacionales para calcular los años reales de escolarización que tienen los niños. El promedio de los puntajes de las pruebas oscila entre 600 de los países con el mejor desempeño y 300 de aquellos con el peor desempeño (con un puntaje de 400 como punto de referencia para un nivel de competencia mínimo). Las diferencias se deben a la salud y la nutrición deficientes de los niños en los países de ingreso más bajo, la menor cantidad de años en la escuela (alrededor de 260 millones de niños y jóvenes no asisten a la escuela en absoluto), el ausentismo docente, los profesores que no cumplen con normas de competencia, y la fragilidad, los conflictos y la violencia. La base de datos sobre aprendizaje forma parte del Proyecto de Capital Humano del Grupo Banco Mundial, que incluye una clasificación de los países de acuerdo con sus resultados en salud y educación.



9. La demanda de ocupaciones de alta cualificación va en aumento.

Si bien la tecnología reemplazará una gran cantidad de tareas y algunos trabajos rutinarios, aumenta la demanda (i) de habilidades cognitivas avanzadas, habilidades socioconductuales y las combinaciones de habilidades asociadas con una mayor adaptabilidad. Esta tendencia ya es evidente en los países desarrollados y ahora empieza a observarse en algunos países en desarrollo. En el Informe sobre el desarrollo mundial: La naturaleza cambiante del trabajo (i) publicado por el Banco Mundial se expone cómo la naturaleza del trabajo cambia constantemente debido a los avances tecnológicos y se argumenta que invertir en el capital humano debe ser una prioridad de los Gobiernos para que los trabajadores puedan desarrollar las habilidades que demanda el mercado laboral.



10. Unos 2700 millones de mujeres enfrentan restricciones legales para optar a los mismos trabajos que los hombres.

Las mujeres enfrentan aún grandes obstáculos, consolidados en las leyes, que les impiden trabajar y ser propietarias de empresas. En el informe Mujer, Empresa y el Derecho (i) publicado por el Banco Mundial se señala que en 104 economías se impide que las mujeres trabajen en ciertas ocupaciones. 


En el informe se evalúa la igualdad de género ante la ley en 189 economías sobre la base de siete indicadores, con puntajes que oscilan entre 0 y 100. En el indicador de empleo, el puntaje promedio mundial es 67. En el caso del indicador de obtención de crédito, el 42 % de las economías tienen un puntaje de 0, y cuatro regiones —Asia oriental y el Pacífico, Oriente Medio y Norte de África, Asia meridional y África al sur del Sahara— tienen un puntaje promedio de 20 o menor. El puntaje promedio de las economías de ingreso bajo es 8. Según estimaciones de investigaciones, las brechas de género causan una pérdida promedio de ingreso de 15 % en las economías de la OCDE, (i) que en un 40 % se debe a brechas empresariales. Se estima que las pérdidas son significativamente más altas en los países en desarrollo.

En los últimos dos años, los Gobiernos de 65 países promulgaron 87 reformas legales para mejorar la inclusión económica de las mujeres. Y se prevé que la Iniciativa de Financiamiento para Mujeres Emprendedoras, (i) puesta en marcha recientemente, movilizará más de USD 1600 millones para programas orientados a mujeres emprendedoras en los países en desarrollo para ayudar a cerrar la brecha en el acceso a financiamiento entre mujeres y hombres.




11. El endeudamiento de las economías de ingreso mediano y bajo se ha triplicado.

Según el informe Estadísticas de la deuda internacional, (i) El total de la deuda contraída con acreedores oficiales externos y privados (PDF, en inglés) por estas economías creció un 10 % en 2017 llegando a USD 7,1 billones, un ritmo más rápido de acumulación de deuda que el aumento de 4 % registrado en 2016. Si bien sus cargas de la deuda externa se mantuvieron moderadas en promedio, un tercio de dichas economías tenía una relación entre la deuda externa y el ingreso nacional bruto (GNI) superior al 60 % a fines de 2017, valor que se considera elevado para las economías en desarrollo. Once países de ingreso mediano y bajo tienen relaciones entre la deuda y el GNI de más del 100 %, lo que significa que su deuda es mayor que su ingreso nacional bruto.

Las crecientes cargas de la deuda de las economías de ingreso mediano y bajo aumentan las inquietudes acerca de la deuda mundial en general, que según algunas estimaciones es 60 % más alta que antes de la crisis financiera de 2008. El alto nivel de la deuda, junto con las últimas tensiones en materia comercial, aumenta los riesgos (i) para el crecimiento económico mundial y la reducción de la pobreza. El Banco Mundial trabaja con los países para ayudarlos a gestionar sus niveles de deuda (i) y fortalecer sus economías atrayendo la inversión privada y sacando provecho de tecnologías como las de las tecnofinanzas.



12. Para 2050, más del doble de personas vivirá en ciudades que en zonas rurales.

En 1960, un tercio de la población mundial vivía en ciudades. En 2018, el porcentaje de los residentes urbanos aumentó a 55 %, y la migración a las ciudades continúa a medida que las personas aspiran a educación y buscan empleo y oportunidades. Y se espera que solo tres países —India, China y Nigeria — representarán el 35 % del crecimiento de la población urbana del mundo entre 2018 y 2050.

La velocidad y la escala del proceso de urbanización han acelerado la demanda de vivienda asequible, sistemas de tránsito con buenas conexiones y otras infraestructuras, servicios básicos y empleos, en particular para cerca de 1000 millones de pobres que viven en asentamientos informales en las zonas urbanas para estar cerca de donde existen oportunidades. El Banco Mundial invierte un promedio de USD 6000 millones anuales en proyectos de desarrollo urbano y trabaja con asociados para construir ciudades con el debido financiamiento, climáticamente inteligentes y resilientes.



13. Desde 2011, 1200 millones de adultos han logrado acceso a servicios financieros.

Según datos de Global Findex, (i) hoy en día alrededor del 69 % de los adultos posee una cuenta en una institución financiera o tiene acceso a servicios de dinero móvil, incluidos 514 millones de personas que obtuvieron acceso entre 2014 y 2017. En las economías en desarrollo, la proporción de adultos que tienen una cuenta aumentó del 54 % al 63 %. No obstante, en un mundo en que las personas deben estar incluidas en el sistema financiero para participar en la economía digital, cerca de un tercio de los adultos —1700 millones de personas— aún carece de acceso al sistema financiero. En las economías en desarrollo, las mujeres tienen 9 puntos porcentuales menos de probabilidad de poseer una cuenta que los hombres.

En una encuesta de 2017 se concluyó que la falta de dinero y documentos, la distancia y el costo eran los factores que impedían ingresar en el sistema financiero. Los productos financieros que dependen de la tecnología, y que son parte de una economía digital en permanente evolución, tienen el potencial de incluir y ampliar el acceso para las poblaciones remotas y las pequeñas empresas. Con ese fin, el Grupo Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) están liderando una iniciativa para acelerar la inclusión financiera.

 



14. Cada año, 118 millones de personas acceden a la electricidad.

El acceso a la electricidad ha aumentado rápidamente desde 2010, (PDF, en inglés) y 40 países han logrado el acceso universal desde ese año. Algunos de los avances más sólidos se produjeron en Bangladesh, Etiopía, Kenya y Tanzanía. Todos ellos aumentaron la tasa anual de acceso a la electricidad en 3 % o más entre 2010 y 2016. En el mismo periodo, India suministró electricidad a 30 millones de personales anualmente, más que ningún otro país en el mundo.

Sin embargo, alrededor de 1000 millones de personas, o el 13 % de la población mundial, aún vive sin electricidad. Las mayores brechas se registran en África al sur del Sahara, Asia central y Asia meridional. Casi el 87 % de la población que no tiene electricidad en el mundo vive en zonas rurales. Las diferencias son enormes, pero se han producido avances en numerosos frentes. Nuevos enfoques de gran escala que combinan electrificación con y sin conexión a la red han permitido lograr resultados asombrosos en el acceso a la energía en muchos países. En otros, las minirredes y los sistemas solares domésticos están demostrando ser prometedores para subsanar la brecha en materia de acceso. Los costos marcadamente más bajos de la energía limpia están contribuyendo a esta transición. El Grupo Banco Mundial comprometió USD 1000 millones para un nuevo programa mundial cuyo objetivo es acelerar las inversiones en el almacenamiento de energía en baterías en los países en desarrollo y en los países de ingreso mediano. Se espera que el programa ayude a los países a ampliar la utilización de la energía renovable —particularmente la energía solar y eólica— y, al mismo tiempo, a mejorar la seguridad energética, la estabilidad de la red eléctrica y el acceso a la electricidad.

 


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