COMUNICADO DE PRENSA

Las nuevas habilidades para el empleo y la mejora del aprendizaje son vitales para el éxito de los estudiantes en la economía global

Abril 12, 2011




CIUDAD DE WASHINGTON, 12 de abril de 2011. Ante el récord de 210 millones de personas sin trabajo en todo el mundo y los informes de los empleadores sobre la escasez de trabajadores con las habilidades adecuadas, el Grupo del Banco Mundial apeló hoy a los Gobiernos, los donantes y los empleadores para que se centren más en una educación que prepare a los jóvenes para el mercado laboral, en lugar de enfocarse en el tiempo que pasan en la escuela.

Al emprender su estrategia de educación para la próxima década, el Grupo del Banco Mundial señaló que la mejora del aprendizaje para todos los estudiantes del mundo es vital porque el crecimiento económico, la mejora del desarrollo y la reducción significativa de la pobreza dependen del conocimiento y las aptitudes que adquieren las personas, no de los años que pasan en clase. Según la estrategia, “aunque un diploma puede abrir las puertas del empleo, las habilidades de la trabajadora o el trabajador determinan su productividad y capacidad de adaptación a las nuevas tecnología y oportunidades. El conocimiento y las aptitudes contribuyen también a la capacidad de las personas para vivir de manera saludable y plena, tener una familia educada y participar en su comunidad como ciudadanos y votantes”.

La última década conllevó un considerable progreso en la educación, ya que varios millones más de niños asisten ahora a la escuela como consecuencia de las políticas más eficaces de educación y desarrollo y las inversiones nacionales sostenidas. El número de niños que no asisten a la escuela primaria disminuyó de 106 millones en 1999 a 68 millones en 2008. Incluso en los países más pobres, las tasas promedio de matriculación escolar se dispararon por encima del 80% y las tasas de terminación de los estudios superaron el 60%. En la nueva estrategia, el Banco reafirma su compromiso de ayudar a los países a lograr que todos los niños asistan a la escuela de cara al plazo de 2015 fijado por los objetivos de desarrollo del milenio (ODM). Sin embargo, ante el rápido cambio de las condiciones mundiales —desde el aumento sin precedentes del número de jóvenes en la educación secundaria y terciaria en Oriente Medio y muchas economías emergentes, al surgimiento de nuevos países de ingreso medio ansiosos por reforzar su competitividad económica mediante la formación de mano de obra más cualificada y adaptable— los países en desarrollo tienen que transformar sus avances en materia de escolarización en mejoras de los resultados en términos de aprendizaje.

Un factor determinante del éxito del desarrollo es lo que aprenden las personas, tanto dentro como fuera de la escuela, desde sus primeros años de vida hasta su paso por la escuela, el mercado de empleo y a lo largo de sus vidas laborales”, señala Robert B. Zoellick, presidente del Grupo del Banco Mundial.Para que los países en desarrollo cosechen plenamente los beneficios de la educación —tanto aprendiendo de la reserva mundial de ideas como a través de la innovación— deben liberar el potencial de la mente humana. Y para eso no hay mejor herramienta que la educación”. 

El aprendizaje de los estudiantes sigue siendo deficiente en muchos países

Los niveles de aptitud en la fuerza laboral pronostican tasas de crecimiento económico muy por encima de los niveles medios de escolarización, sin embargo, con demasiada frecuencia, las habilidades que adquieren los jóvenes en la escuela son inadecuadas, en el mejor de los casos, según el Grupo del Banco Mundial. Algunos estudios recientes han observado que más del 30% de los jóvenes de 15 a 19 años que habían completado seis años de escuela en Mali no podían leer una frase sencilla; y lo mismo ocurría con más del 50% de los jóvenes keniatas. Y, más allá del impresionante desempeño de Shanghai (China) en los resultados de 2009 del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA), las puntuaciones de casi todos los países o regiones de ingreso bajo o mediano se situaron en la mitad inferior de los resultados, y muchos estaban muy por detrás de la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“Lo esencial de la nueva visión educativa del Banco para 2020 se resume en: invertir pronto, invertir de manera inteligente e invertir para todos”, señala Elizabeth King, directora de educación del Banco Mundial y autora principal de la nueva estrategia.En la competitiva economía mundial actual, obtener el máximo valor por cada dólar que se gasta en educación exige inversiones inteligentes, es decir, inversiones que han demostrado contribuir al aprendizaje. La calidad del aprendizaje tiene que ser un aspecto primordial de estas inversiones en educación, y el ‘Aprendizaje para todos’, el título de la nueva estrategia, conlleva garantizar que todos los estudiantes, no solo los más privilegiados o dotados, adquieran los conocimientos y las capacidades que necesitan para conseguir empleos y tener éxito en la vida”.

La secretaria de Educación de Estados Unidos, Arne Duncan, aplaude la estrategia y señaló su creencia de que el Gobierno de Estados Unidos y el Banco Mundial comparten una visión similar de la educación: “Nuestra visión de la reforma tiene mucho en común con la Estrategia de Educación del Banco Mundial para 2020. Compartimos su compromiso con los resultados, para acelerar la adquisición de aptitudes y conocimientos. Compartimos su compromiso de reforma desde la cuna hasta la carrera profesional para los estudiantes. Me encanta su credo: 'Invertir tempranamente. Invertir con inteligencia. Invertir para todos'. Y compartimos su compromiso con la reforma sistemática... y la promoción de la innovación”.

Sistemas de educación más sólidos

La nueva estrategia insta al fortalecimiento de los sistemas para mejorar tres aspectos de la calidad y el alcance de la educación:

En primer lugar, el Grupo del Banco Mundial priorizará y financiará conjuntamente la reforma de los sistemas educativos nacionales con el fin de mejorar la calidad del aprendizaje de los estudiantes. El Grupo del Banco Mundial se concentrará en el aumento de la rendición de cuentas y los resultados, como complemento a la provisión de edificios escolares, capacitación de educadores y libros de texto. El fortalecimiento de los sistemas educativos conlleva armonizar sus políticas docentes y sus mecanismos de gestión de gobierno, administración y financiamiento con el objetivo de lograr el aprendizaje para todos.

En segundo lugar, el Grupo del Banco Mundial vinculará el nuevo financiamiento de la educación a los resultados. La estrategia subraya ejemplos de proyectos innovadores recientes en Bangladesh, Jamaica y Viet Nam, que han utilizado el financiamiento basado en los resultados y otros incentivos para mejorar el desempeño estudiantil y escolar, y pueden servir de modelos para otros países.

En tercer lugar, el Grupo del Banco Mundial desarrollará una base de conocimientos destacados para la reforma educativa acerca de lo que funciona y lo que no funciona, mediante el uso de evaluaciones del impacto, evaluaciones del aprendizaje y las nuevas herramientas de evaluación del sistema y establecimiento de puntos de referencia que se están desarrollando. Al fijar puntos de referencia del progreso de la reforma educativa, el Grupo del Banco Mundial ayudará a los países a diagnosticar los puntos fuertes y las debilidades de sus iniciativas de reformar y focalizar mejor sus inversiones futuras.

“Apoyo categóricamente los mensajes clave de la nueva estrategia de educación del Banco Mundial”, señala el profesor Ruqayyatu Ahmed Rufai, ministro de Educación de Nigeria. “Para mi país, Nigeria, el ‘Aprendizaje para todos’ es nuestro objetivo: garantizar que todos nuestros niños y niñas, pobres y acomodados, del norte y del sur, puedan asistir a una buena escuela y aprender lo que necesitan para tener éxito y felicidad en la vida”.

La educación y el Grupo del Banco Mundial: Durante los últimos 48 años, el Grupo del Banco Mundial ha contribuido considerablemente al desarrollo educativo en todo el mundo. Desde la puesta en marcha de su primer proyecto de educación en 1962 para construir escuelas secundarias en Túnez, el Banco Mundial ha invertido $69 000 millones en educación mediante más de 1500 proyectos. Mediante el financiamiento sin interés de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo del Banco Mundial para los países más pobres, el Banco ha ayudado a reclutar y/o capacitar a más de 3 millones de docentes, y a construir y rehabilitar más de 2 millones de aulas, lo que ha ayudado a más de 105 millones de niños al año. Gracias a los proyectos financiados por la AIF en India, 20 millones adicionales de niños en edad escolar están asistiendo a la escuela, y el 98% puede caminar ahora hasta una escuela. Se han adquirido y/o distribuido alrededor de 300 millones de libros de texto. El apoyo financiero del Banco a la educación ha aumentando en la década posterior al establecimiento de los ODM, y se ha disparado hasta superar los $5000 millones en 2010.

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COMUNICADO DE PRENSA N.º
2011/414/HDN

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