COMUNICADO DE PRENSA

Creciente “epidemia” de ataques al corazón, accidentes cerebrovasculares, cáncer y diabetes amenaza el bienestar socioeconómico de China

Julio 26, 2011




El tratamiento de las enfermedades no transmisibles podría permitir que China fuera un ejemplo para el mundo

BEIJING, 26 de julio de 2011. En un informe del Banco Mundial publicado hoy, se afirma que las enfermedades no transmisibles (ENT)[1], como el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades respiratorias crónicas son la principal amenaza para la salud en China, representan más del 80% de las muertes por año, y contribuyen al 68,6% del total de la carga de enfermedades del país.

Si bien esta "epidemia" en aumento tiene graves consecuencias para la prosperidad futura del país, en el informe se sugiere que China puede aprovechar la oportunidad para implementar una respuesta eficaz, lo cual daría un ejemplo convincente a otros países de todo el mundo, en los cuales el aumento de estas enfermedades se ha convertido en uno de los principales desafíos.

El informe titulado “El camino hacia una vida sana y armoniosa en China: Un freno a la creciente incidencia de enfermedades no transmisibles”, se elaboró en forma conjunta entre el Ministerio de Salud de China y la Organización Mundial de la Salud, y se basa en evaluaciones realizadas por el Banco Mundial en el período 2008-2010. En el informe, se presenta evidencia de las consecuencias socioeconómicas de los aumentos explosivos en las ENT en China y se propone una serie de políticas y estrategias para enfrentarlas y prevenirlas.

Según el informe, la cantidad de casos de enfermedades cardiovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes y cáncer de pulmón entre los habitantes de China de más de 40 años se duplicará o incluso se triplicará en las próximas dos décadas a menos que se ejecuten estrategias eficaces de prevención y control.

La tendencia se arraiga en los cambios sociales, económicos y ambientales que atravesó el país en las décadas recientes, en particular, el envejecimiento rápido de la población y la exposición a factores de riesgo para la salud, tales como altas tasas de tabaquismo entre los hombres, aumento de la obesidad debido a un mayor consumo de comida rápida con alto contenido de grasa y sal y de refrescos con altos contenido de azúcar y la disminución de la actividad física en las ciudades.

“Ante todo, son las pérdidas humanas lo que debería preocupar a los encargados de formular las políticas que aborden el problema de las ENT. Los costos médicos cada vez mayores tienen un profundo impacto en las personas y familias cuando surge una ENT, y la pérdida de los seres queridos causa un dolor inmenso que podría haberse evitado con la implementación de políticas correctas”, afirma Klaus Rohland, director a cargo de las operaciones del Banco Mundial en China. Y agrega: “Pero también hay costos económicos importantes asociados a las ENT”.

Por ejemplo, las estimaciones para China presentadas en el informe indican que el beneficio económico de la reducción de la mortalidad por causas cardiovasculares en 1% por año durante un período de 30 años (2010-2040) podría generar un valor económico equivalente al 68% del PIB real de China en 2010, o más de US$10,7 billones.

Si no se pone en práctica una respuesta eficaz, se advierte en el informe, la carga de las enfermedades agravará el impacto socioeconómico del aumento anticipado en la población de ancianos y de una fuerza de trabajo más reducida en China. En el informe se indica que una fuerza laboral menos sana y una población de ancianos con enfermedades crónicas aumentarán las probabilidades de una futura recesión económica y presentan desafíos sociales importantes para China.

En el informe se identifican a los 10 próximos años como un período crítico durante el cual, China debe prevenir y controlar la “epidemia”, y se recalca que gran parte de la carga de ENT del país podrá evitarse o controlarse mediante la adopción de prácticas adecuadas cuya eficacia haya sido demostrada en el ámbito internacional, ajustándolas a las condiciones locales.

“China tiene la posibilidad de optar entre una serie de políticas eficaces en cuanto a los costos que permitan adoptar una respuesta multisectorial integral a fin de abordar los problemas de las ENT en China”, afirma Shiyon Wang, especialista superior en salud pública del Banco Mundial y autor principal del informe. “Si llevan una vida más saludable, se mejoran los entornos socioeconómicos para propiciar una buena salud, y se amplía el acceso a servicios de salud de calidad, no solamente las personas vivirán más años, sino que la calidad de vida también mejorará por la reducción de las enfermedades y discapacidades”.

Los datos provenientes de iniciativas exitosas en países desarrollados revelan que las mejoras en materia de salud se producen en un período más corto de lo que se cree (dentro de plazos de un año o unos pocos años y no décadas), una vez que se reduce y se elimina la exposición a importantes factores de riesgo para la salud.

Según Patricio Marquez, especialista principal en salud pública y coautor del informe: “Esto puede lograrse mediante impuestos más alto al consumo de tabaco y alcohol; medidas reglamentarias para reducir la publicidad y restringir los lugares para fumar en espacios públicos; actividades de información, educación y comunicación para educar a la población sobre estos riesgos, y un rediseño del sistema de salud que le proporcione a las personas un acceso oportuno a atención médica de calidad, en particular a servicios de atención de salud primarios con buena organización y financiamiento adecuado”.

En el informe se llega a la conclusión de que una población más sana y más productiva es esencial para garantizar el crecimiento económico sostenible y el desarrollo social harmónico de China en el mediano y largo plazo.

[1] Las enfermedades no transmisibles (ENT) son un conjunto de enfermedades crónicas, entre ellas, los trastornos cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes, que se caracterizan por un extenso período de latencia, una evolución clínica prolongada y manifestaciones clínicas debilitantes.

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COMUNICADO DE PRENSA N.º
26/07/2011

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