“Las autoridades locales jordanas están sujetas a agudas presiones para mantener la prestación de servicios”
Amán, 23 de mayo de 2013. El Banco Mundial anunció en el día de hoy un paquete especial de respaldo financiero por US$150 millones para el Gobierno de Jordania, destinado a ayudar a las autoridades a manejar el impacto de la guerra civil desatada en Siria, país del que atravesando la frontera con Jordania ha huido un número estimado en más de un millón de personas. La afluencia de refugiados está afectando los medios de vida de las comunidades anfitrionas de Jordania y somete a aguda presión a las autoridades locales para que mantengan los servicios públicos y la disponibilidad de productos básicos.
“En el día de hoy visité la localidad de Mafraq y el campamento de refugiados de Zaatari”, dijo Inger Andersen, vicepresidenta del Banco Mundial para la región de Oriente Medio y Norte de África. “Presencié los denodados esfuerzos que realizan las generosas comunidades anfitrionas jordanas para atender a la enorme afluencia de personas que buscan techo y protección. Y en Mafraq contemplé municipalidades desbordadas. Las autoridades locales están sujetas a agudas presiones para mantener la prestación de servicios, y es allí donde nuestro financiamiento puede ayudar”.
Andersen manifestó que la asistencia del Banco Mundial, a la que aún no se ha dado forma final, consistirá en un programa de respaldo de emergencia tendiente a ayudar a las autoridades jordanas a financiar gastos en servicios públicos vinculados con la afluencia de refugiados provenientes de Siria. El programa podría utilizarse también para respaldar productos de primera necesidad para los hogares, como pan y gas para cocinar. Además, el Banco imprimirá un efecto multiplicador al respaldo de los donantes para reforzar la prestación de servicios en municipalidades que albergan a la mayoría de los refugiados sirios.
El compromiso asumido por el Banco Mundial es la respuesta de la institución a la grave crisis que enfrenta Jordania. El creciente número de refugiados ha provocado sufrimiento a los jordanos; en especial a las comunidades pobres y más vulnerables, pero también, en forma creciente, a la clase media. La prestación de servicios de salud y educación y el suministro de agua y electricidad están sujetos a presión. La competencia por puestos de trabajo ha reducido los salarios, y a la vez se han incrementado los precios de los bienes esenciales, los combustibles y los alquileres de viviendas.
“Presenciar los agónicos padecimientos del pueblo sirio parte el corazón, pero lo que todos podemos hacer a esta altura es actuar y hacer lo necesario para impedir la intensificación de las tensiones sociales entre las diversas comunidades que tan generosa acogida están dando a los refugiados”, dijo Andersen. “La contribución del Banco Mundial forma parte de nuestro más amplio programa de asociación con Jordania, en virtud del cual estamos ayudando a crear capacidad de hacer frente a las actuales y futuras repercusiones de la crisis regional, y al mismo tiempo respaldando el actual programa de reforma económica del país”.
Las sumas relativamente menores de apoyo proporcionadas hasta ahora por el Banco Mundial incluyen una donación de US$1,2 millones, proveniente del Fondo para la Consolidación del Estado y la Paz, para un programa piloto local de medios de vida, y US$4 millones adicionales provenientes de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional, proporcionados a través del Banco, también para respaldar medios de vida en comunidades afectadas.
En las próximas semanas se dará forma final, con el Gobierno de Jordania, al programa de emergencia destinado a ayudar a mitigar el impacto de la crisis causada a los ciudadanos jordanos por la afluencia de refugiados sirios.
