COMUNICADO DE PRENSA

El crecimiento de la región en desarrollo de Asia oriental se desacelera, pero la tasa del 7,1% registrada en 2013 sigue siendo la más alta del mundo

Octubre 07, 2013



Las cambiantes perspectivas mundiales ponen de manifiesto la necesidad de reformas estructurales en pos de un crecimiento sostenido y una prosperidad compartida

SINGAPUR, 7 de octubre de 2013. El ritmo de expansión de la región en desarrollo de Asia oriental se está desacelerando, en un contexto de reorientación de China, una economía orientada hacia la exportación que está centrando la atención en mayor medida en la demanda interna. También se está debilitando el crecimiento en los países de ingreso mediano más grandes, como Indonesia, Malasia y Tailandia, en virtud de la disminución de la inversión, mejores precios mundiales de los productos básicos y un crecimiento de la exportación inferior al previsto, según la Actualización económica del Banco Mundial sobre Asia oriental y el Pacífico, publicada en el día de hoy.

En ese informe se pronostica que los países en desarrollo de la región experimentarán un crecimiento del 7,1% y del 7,2% en 2013 y 2014, respectivamente. Aunque esas cifras representan una leve revisión a la baja en relación con las proyecciones del Banco Mundial publicadas en abril de 2013, los países en desarrollo de Asia oriental, tomados en conjunto, llevan la delantera a otras regiones.

“La región de Asia oriental y el Pacífico sigue siendo el motor que impulsa a la economía mundial, generando el 40% del crecimiento del PIB del mundo, es decir una proporción mayor que la de cualquier otra región. En un contexto de aceleración del crecimiento mundial, ha llegado la hora de que las economías en desarrollo adopten reformas estructurales y de políticas encaminadas a dar sostenibilidad al crecimiento, reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de las personas pobres y vulnerables”, señaló Axel van Trotsenburg, vicepresidente para la región de Asia oriental y el Pacífico del Banco Mundial.

Se prevé que en China el crecimiento alcance en el presente año el objetivo indicativo oficial del 7,5%. Las perspectivas a corto plazo están mejorando, ya que los datos de la producción industrial indican un fortalecimiento aún mayor del producto en el tercer trimestre de 2013. Según las proyecciones, en 2014 se registrará un crecimiento del 7,7%, pero subsisten riesgos relacionados con la reestructuración de la economía china, ya que una desaceleración más pronunciada que la prevista podría afectar desfavorablemente a la región, en especial a los proveedores de bienes de capital y materias primas industriales destinados a China.

Se prevé que la región, excluida China, experimente un crecimiento del 5,2% en 2013 y del 5,3% en 2014. Si bien la demanda interna sigue impulsando el crecimiento, el ritmo de incremento de la inversión se está moderando en las economías de mayor porte de la Asociación de Naciones de Asia Oriental, como Indonesia, Tailandia y Malasia. El consumo, así como las remesas con capacidad de adaptación, contribuyeron a tonificar la economía filipina. El crecimiento fue más alentador en las economías más pequeñas de la región: Camboya se vio beneficiada por el aumento de la exportación de prendas de vestir y del turismo.

En un entorno de intensificación de la recuperación en Estados Unidos, Japón y la zona del euro, cuyo crecimiento se aceleró en el segundo trimestre de 2013, cabe prever beneficios para los países en desarrollo de Asia oriental, dada la magnitud de la proporción que representa el comercio exterior en sus economías. No obstante, es necesario que se preparen mejor para hacer frente a ajustes potencialmente perturbadores.

En los últimos meses, las conjeturas acerca de una eliminación de las restricciones cuantitativas en Estados Unidos dieron lugar a ventas apresuradas en los mercados bursátiles y a depreciaciones monetarias, lo que perjudicó a los países con fuerte participación extranjera en sus mercados financieros.

“La decisión del Sistema de la Reserva Federal de postergar la reducción estabilizó los mercados por ahora, brindando a los países una segunda oportunidad de adoptar medidas encaminadas a reducir los riesgos de una futura volatilidad”, señaló Bert Hofman, economista jefe del Banco Mundial para Asia oriental y el Pacífico. “Reducir la utilización de instrumentos de deuda a corto plazo y denominados en moneda extranjera, aceptar un debilitamiento del valor de la moneda cuando el crecimiento es inferior al potencial y crear amortiguadores de políticas para responder a cambiantes condiciones mundiales en materia de liquidez son algunos de los medios que pueden ayudar a los países a estar preparados”.

El impacto que suscitaría en la región la reducción de la afluencia de capital podría ser contrarrestado también por la “Abeconomía”: la nueva estrategia adoptada por Japón para revitalizar el crecimiento, que podría provocar el incremento de las inversiones japonesas en la región.

La respuesta consistente en una expansión fiscal y monetaria ante la crisis económica mundial ha generado también vulnerabilidades en muchos países. Es necesario que las autoridades estén listas para responder a un aumento sostenido de las tasas de interés en las economías avanzadas y a redoblar sus esfuerzos tendientes a restablecer y mantener la estabilidad financiera.

En el largo plazo, dada la probabilidad de que un aumento de las tasas de interés afecte a la inversión, la aceleración del crecimiento y la reducción de la pobreza dependen en forma decisiva de un avance en las reformas estructurales. Es necesario que los países mejoren su clima de inversión e inviertan más en infraestructura, a la vez que efectúan inversiones más eficientes. Más firmes perspectivas de crecimiento mundial pueden ayudar a los países en desarrollo a llevar a cabo reformas que los pongan en condiciones de aprovechar la recuperación y sienten bases más sólidas para su propio crecimiento. Es necesario que los Gobiernos atiendan los riesgos fiscales y generen espacio para respaldar un crecimiento a largo plazo, con medidas tales como la reducción de los subsidios a la energía.

“Las reformas estructurales que ofrezcan a las personas la oportunidad de participar en los beneficios del progreso son la clave de un futuro crecimiento”, expresó Hofman.

La Actualización económica del Banco Mundial sobre Asia oriental y el Pacífico es el examen general de las economías de la región que realiza el Banco Mundial. Se publica dos veces por año y puede obtenerse gratuitamente en https://www.worldbank.org/en/region/eap/publication/east-asia-pacific-economic-update.

 

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COMUNICADO DE PRENSA N.º
2014/121/EAP

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