Un convenio entre el Gobierno de Bolivia y el Banco Mundial garantiza la gestión integral de adaptación de dos importantes cuencas ubicadas en los departamentos de Santa Cruz y Cochabamba.
Saipina, 10 de diciembre 2014– Saipina, localidad rural ubicada a 250 Km de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y uno de los 45 municipios beneficiarios del Programa Piloto de Resiliencia Climática (PPCR II) fue el escenario de la firma de los convenios de préstamo de US$36 millones y la donación de US$9.5 millones del Banco Mundial, a través de los Fondos de Inversión para el Clima (CIF, por sus siglas en inglés), para asegurar el inicio de la segunda fase de este emprendimiento.
Cerca de 1.7 millones de habitantes, de los cuáles el 40 por ciento son indígenas y que habitan un territorio de aproximadamente 24.000 Km2 en las sub-cuencas Mizque, Rocha y Piraí de la Cuenca del Río Grande en los Departamentos de Cochabamba y Santa Cruz, serán favorecidos con este proyecto cuyo objetivo es mejorar la capacidad institucional y los instrumentos para la gestión integral de cuencas y recursos hídricos, además de financiar inversiones en sub proyectos de infraestructura como reencauzamiento de aguas, construcción de sistemas de riego y protección de riberas entre otros.
“La resiliencia, es la capacidad de resistir y de adaptarse. Las obras de riego y de infraestructura son para que nuestra agricultura y ganadería sean resistentes a las inundaciones provocadas por las lluvias, o a las sequías por los cambios de temperatura”, afirmó Viviana Caro, Ministra de Planificación del Desarrollo. “Ordenar el cauce del Río Grande nos va a permitir implementar proyectos más eficientes con el riego o proyectos más grandes como la planta hidroeléctrica Rositas, todo con el fin de aprovechar mejor el recurso agua.”
Según el Programa Estratégico de Resiliencia Climática preparado por el Gobierno de Bolivia, el urgente manejo integral de estas cuencas se debe a los aumentos graduales de la temperatura promedio que generan mayor frecuencia e intensidad en las sequías en los ríos Mizque y Rocha en Cochabamba e inundaciones en el río Piraí en Santa Cruz.
Esto pone en riesgo la disponibilidad del agua tanto para el consumo de la población, así como para su uso productivo y/o para energía hidroeléctrica, con las negativas consecuencias que ello puede tener para la seguridad alimentaria.
Para Alberto Rodríguez, Director del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela “La adaptación al cambio climático exige acuerdos a niveles macro, como los que se pretenden ahora en la COP20 en Lima, pero también compromisos específicos de los países, y el PPCR II es uno de estos claros ejemplos porque desarrollará las capacidades para dar respuesta a las amenazas del clima a través de la integración de la gestión de información, la implementación de nuevos recursos tecnológicos como los sistemas de alerta temprana y el fortalecimiento de instituciones. Esto muestra que Bolivia toma en serio el proceso de adaptación al cambio climático.”
Con la implementación del PPCR II, el Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del Río Piraí, el Servicio Departamental de Cuencas y el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología mejorarán sus sistemas de información sobre agua y clima, al igual que los sistemas de alerta temprana para las inundaciones del Río Piraí y de control y prevención de sequías para Mizque.
Se espera que esta experiencia piloto sea replicada en otras cuencas del país. Este Proyecto está alineado con la actual Alianza Estratégica del Banco Mundial en Bolivia, concretamente en el pilar de Cambio Climático y Manejo del Riesgo de Desastres.
“El cambio climático tendrá impacto en todos nosotros, en diferentes ámbitos de nuestras vidas y trabajo. La agricultura, la confiabilidad del riego y otras actividades serán afectadas. La infraestructura que se ejecutará en este proyecto mejorará la resiliencia de la población para asegurar su bienestar así como su productividad agrícola y pecuaria.”, dijo Faris Hadad-Zervos, Representante Residente del Banco Mundial en Bolivia.
El PPCR II tendrá un costo total de US$71 millones, incluyendo los recursos de las contrapartes consignadas por las gobernaciones de los dos departamentos involucrados. Si bien el número de beneficiarios directos se definirá durante la implementación del proyecto, se prevé que el 50 por ciento serán mujeres. Las comunidades indígenas -- cuya población representa aproximadamente 700.000 personas -- participarán activamente en la toma de decisiones en torno a la gestión de cuencas.
El proyecto será ejecutado hasta junio del 2020. El crédito de la Asociación Internacional de Fomento tiene un periodo de repago de 40 años, con 10 años de gracia. Los responsables de su implementación serán: el Ministerio de Planificación del Desarrollo, el Ministerio de Medio Ambiente y Aguas, el Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, el Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del Río Piraí y el Servicio Departamental de Cuencas.