CIUDAD DE WASHINGTON, 10 de febrero de 2015. La Vicepresidencia de Integridad Institucional del Banco Mundial y el Ministerio Público Federal de Brasil anunciaron hoy que continuarían cooperando en la prevención e investigación del fraude y la corrupción que infringen las legislaciones nacionales o las políticas y directrices del Banco Mundial.
En una ceremonia de firma realizada en la sede del Banco Mundial, el procurador general de Brasil, Rodrigo Janot Monteiro de Barros, declaró que “tenemos que destacar la importancia de que por medio de este memorando, nuestras instituciones pueden intercambiar información permitente para detectar, probar y prevenir el fraude y la corrupción en relación con conductas que pueden constituir un delito grave según la legislación nacional, o una infracción sujeta a sanción según las reglas y políticas del Banco Mundial”.
El memorando de entendimiento se basa en la cooperación que ya existe entre la Vicepresidencia de Integridad Institucional del Banco Mundial y el Ministerio Público Federal, y promete varias oportunidades de participación en actividades conjuntas y de intercambio de información para prevenir, detectar y probar delitos y conductas ilícitas que tienen un impacto en los recursos para el desarrollo.
“Brasil ha hecho considerables progresos en promover la lucha contra la corrupción”, dijo Leonard Frank McCarthy, vicepresidente de Integridad Institucional del Banco Mundial. Con este memorando de entendimiento, esperamos con interés la contribución de Brasil a la misión del Banco Mundial en materia de integridad y al ímpetu mundial que ha generado la Alianza Mundial de Enemigos de la Corrupción, del Banco Mundial”.
Brasil es miembro de la Alianza Mundial de Enemigos de la Corrupción (ICHA, por sus siglas en inglés) y compartió activamente su experiencia durante la tercera reunión bienal de la Alianza, realizada en la sede del Banco Mundial en diciembre de 2014. El fortalecimiento de la capacidad para apoyar la lucha contra la corrupción y el lavado de activos es una de las prioridades de todos los miembros de la ICHA, incluido Brasil.
