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COMUNICADO DE PRENSA Febrero 08, 2018

Incorporar resiliencia en el desarrollo: Los novedosos bonos para terremotos refuerzan el liderazgo del Banco Mundial en la protección financiera contra desastres naturales

Ciudad de Washington, 8 de febrero de 2018. El Banco Mundial, principal proveedor de seguros contra riesgos de desastres naturales para los países emergentes y en desarrollo, ha emitido bonos para catástrofes con los que se brindará cobertura contra terremotos por un total de USD 1360 millones a Chile, Colombia, México y Perú.

Los desastres perjudican en mayor medida a los sectores pobres y vulnerables. Al incorporar la gestión de riesgos de desastres en la planificación del desarrollo, los países pueden salvar vidas y sentar las bases que respalden una recuperación de largo plazo y el desarrollo sostenible. Los seguros ayudan a los Gobiernos a gestionar el impacto financiero de los desastres y las crisis climáticas.

A través de los bonos para terremotos del Banco Mundial, Chile recibe USD 500 millones, Colombia USD 400 millones, México USD 260 millones y Perú USD 200 millones en cobertura de seguros. Estos bonos, emitidos por el Banco Mundial, no incrementan el endeudamiento de los países. Si se produce un acontecimiento que activa el pago del bono, el país recibe el dinero. Los inversionistas pierden una parte o la totalidad del capital.

El seguro permite proteger los presupuestos gubernamentales. Constituye un complemento importante para los fondos de emergencia, las reservas presupuestarias, las líneas de crédito contingente y otros instrumentos financieros que los Gobiernos emplean tras los desastres naturales.

Los bonos son el producto de dos años de colaboración entre el Banco Mundial y los cuatro países, todos miembros de la Alianza del Pacífico. En abril de 2016, estos países se acercaron en conjunto al Banco Mundial para analizar la posibilidad de obtener seguros a través de un bono para catástrofes, a fin de protegerse del impacto financiero de los desastres naturales.

En respuesta a esta solicitud, el Banco trabajó con ellos para evaluar la manera de diseñar los bonos para catástrofe de modo que permitieran transferir con la mayor eficacia posible los riesgos a los mercados de capitales. En la fase de preparación, el Banco Mundial trabajó con Chile, Colombia y Perú para elaborar modelos y análisis especializados con los que los Gobiernos pudieran evaluar el riesgo de terremotos. México también transmitió su amplia experiencia en el uso de bonos para catástrofes como complemento de sus iniciativas más generales de gestión de riesgos de desastres. Esta labor contó con el fuerte apoyo y el respaldo financiero de la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos de Suiza (SECO).

Los bonos son el fruto de esta exitosa colaboración y forman parte de una estrategia más general con la que se busca ayudar a todos los países miembros del Banco Mundial a abordar el riesgo de desastres naturales. Además de ofrecer instrumentos de protección financiera, el Banco Mundial ofrece apoyo técnico y financiero para la evaluación de riesgos, reducción de riesgos, actividades de preparación y reconstrucción y recuperación resiliente a través del Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación y del Programa de Seguro y Financiamiento de Riesgos de Desastre.

«Mejorar la resiliencia de nuestros países asociados es un objetivo clave de la cooperación económica de Suiza, y estamos orgullosos de unirnos al Banco Mundial con el fin de brindar asistencia a países de ingreso mediano para generar resiliencia frente a los desastres naturales», afirmó Raymund Furrer, titular de la División de Cooperación Económica y Desarrollo de SECO.

«Ayudar a nuestros clientes a gestionar los riesgos y generar resiliencia frente a crisis externas es una prioridad estratégica para el Banco», señaló Arunma Oteh, vicepresidenta y tesorera del Banco Mundial. «Esta operación histórica consolida la posición del Banco Mundial como entidad pionera en el aprovechamiento de los instrumentos de los mercados de capitales para generar resiliencia, y pone de relieve la capacidad única de la institución para reunir Estados soberanos en una transacción de mercado en la que se transfieren riesgos y que ayudará a respaldar a los países cuando ocurra lo imprevisto».

«Cuando un solo desastre puede sumir a las personas en la pobreza, la gestión de los riesgos se vuelve una prioridad para el desarrollo», indicó Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. «Estos bonos para catástrofes de la Alianza del Pacífico son un ejemplo de las contribuciones innovadoras que surgen de la colaboración del Banco con la región de América Latina y el Caribe». 


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