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COMUNICADO DE PRENSA Marzo 29, 2018

Muchos Gobiernos toman medidas para mejorar la inclusión económica de las mujeres, aunque las barreras legales siguen siendo generalizadas

Ciudad de Washington, 29 de marzo de 2018. Según el informe Mujer, Empresa y el Derecho 2018, publicado hoy por el Grupo Banco Mundial,

No obstante, según el informe bienal, que analiza ahora 189 economías, al restringir su acceso al crédito o al control de los bienes conyugales. Por ejemplo, el informe constata que en 104 economías las mujeres tienen prohibido trabajar durante la noche o en determinados empleos en muchos sectores como la industria, la construcción, la energía, la agricultura, el agua y el transporte, lo que afecta negativamente a las decisiones de más de 2700 millones de mujeres.

“Ninguna economía puede desarrollar todo su potencial a menos que mujeres y hombres participen plenamente”, afirmó Kristalina Georgieva, Directora General del Banco Mundial. “Sin embargo, en más de la mitad de los países del mundo, a las mujeres se les sigue prohibiendo trabajar en determinados empleos simplemente por su género. El informe concluye que donde hay igualdad de género en las leyes laborales, más mujeres trabajan y ganan más en relación con los hombres. Las mujeres deberían de gozar de la misma igualdad de oportunidades que los hombres para mantenerse a sí mismas y para ofrecer a sus hijos e hijas el mejor comienzo en la vida.”

En su quinta edición, el informe introduce, por primera vez, un sistema de puntuación con una escala de 0 a 100 para informar de manera más clara la agenda de reformas. Se asignan puntuaciones a las economías analizadas en cada uno de los siete indicadores del informe: acceso a las instituciones, uso de la propiedad, obtención de empleo, incentivos de trabajo, presencia en los tribunales, obtención de crédito y protección de la mujer contra la violencia.

Aunque ninguna economía obtiene la puntuación perfecta de 100 en los siete indicadores, entre las economías con un buen desempeño en todos los indicadores incluyen el Reino Unido, Nueva Zelandia y España. En general, las economías de ingreso alto de la OCDE tienen la puntuación promedio más alta en la mayoría de los indicadores.

La protección de las mujeres contra la violencia, mediante leyes contra la violencia doméstica y De las 189 economías analizadas, 45 no tienen leyes sobre violencia doméstica y 59 carecen de leyes contra el acoso sexual en el lugar de trabajo. Muchas de estas economías se encuentran en el África al sur del Sahara y en la región de Oriente Medio y Norte de África.

Aunque la gran mayoría de las economías analizadas cuentan con leyes que prohíben la discriminación en el empleo basada en el género, solo 76 exigen igual remuneración por trabajo de igual valor, y 37 economías no cuentan con leyes que protejan a las trabajadoras embarazadas contra el despido.

También en el ámbito de la obtención de crédito hay mucho margen de mejora. , y en 79 economías la puntuación obtenida en esta área fue 0. Las economías de ingreso bajo se desempeñan de manera particularmente insuficiente, con una puntuación promedio de ocho.

“Brindar a las mujeres igualdad de oportunidades es un imperativo moral y económico, y abrogar las leyes discriminatorias es un primer paso importante. Esperamos que los datos del informe Mujer, Empresa y el Derecho 2018 —ya a disposición del público— se utilicen para llevar a cabo los cambios necesarios que permitan a las mujeres tomar las mejores decisiones para ellas, sus familias y sus comunidades”, declaró Shanta Devarajan, Director Principal de Economía del Desarrollo del Banco Mundial.

Según los estudios que se citan en el informe, , y el 40 % de esas pérdidas se debe a la brecha de género en el mundo empresarial. Se calcula que en los países en desarrollo las pérdidas son considerablemente superiores. También se estima que la discriminación de género en la ley reduce la participación de la mujer en la fuerza laboral y perjudica el crecimiento económico. Según los estudios realizados, una parte importante de las diferencias nacionales en la producción per cápita puede atribuirse, en algunas economías, a la desigualdad de género, y muchos países podrían aumentar esa producción rechazando las barreras de género en el mercado de trabajo.

“Lamentablemente, en todo el mundo las leyes son una línea recta para los hombres y un laberinto para las mujeres. Esto tiene que cambiar. No hay razón para mantener a las mujeres al margen de ciertos empleos o impedirles tener un negocio. Nuestro mensaje es simple: sin mujeres no hay crecimiento manifestó Sarah Iqbal, Gerente del Proyecto Mujer, Empresa y el Derecho.

El informe de este año incluye un estudio de caso sobre la inclusión financiera de las mujeres, que examina como leyes discriminatorias afectan la demanda de servicios financieros por las mujeres. Por ejemplo, restringir el acceso a y el control de la propiedad, limita la capacidad de las mujeres de proporcionar garantías para préstamos.

El informe capta múltiples reformas en algunos países en desarrollo, como la República Democrática del Congo, Iraq, Kenia, Tanzanía y Zambia.

Por regiones, las economías de Asia oriental y el Pacífico adoptaron 11 de las 87 reformas llevadas a cabo en todo el mundo en los dos últimos años. En la región destacan las reformas de China, que extendió la licencia remunerada por maternidad a las mujeres menores de 25, igualando así este beneficio para todas las mujeres; Kiribati, donde un nuevo código laboral ha eliminado todas las restricciones al empleo de las mujeres; y Malasia, que ahora permite a las víctimas de acoso sexual emprender acciones civiles. En general, la región tiene un buen desempeño en el indicador de acceso a las instituciones, con una puntuación promedio de 95, ya que la mayoría de las economías no distingue entre mujeres y hombres en las diversas interacciones públicas, como registrar una empresa, abrir una cuenta bancaria u obtener una identificación nacional. La región también tiene un buen desempeño en el indicador de uso de la propiedad, con una puntuación promedio de 83, por la existencia de regímenes matrimoniales legales que empoderan a las mujeres. Sin embargo, las economías de Asia oriental y el Pacífico tienen una puntuación promedio de solo 19 en el ámbito de la obtención de crédito, limitando el acceso de la mujer al financiamiento, con 13 de las 25 economías de la región con una puntuación de 0. La región también tiene un desempeño bajo en la protección de las mujeres contra la violencia, con una puntuación promedio de 44.

Quince de las reformas en los dos últimos años se llevaron a cabo en la región de Europa y Asia central. Entre los aspectos más destacados de las reformas cabe mencionar a Bosnia y Herzegovina, que eliminó varias restricciones al empleo de las mujeres, en particular en los trabajos considerados arduos, peligrosos y subacuáticos; Bulgaria, donde se eliminaron todas las restricciones al empleo de las mujeres; y Tayikistán, que abolió la restricción al trabajo nocturno de las mujeres. En general, las 25 economías de la región tienen un buen desempeño en la mayoría de los indicadores, con un promedio perfecto de 100 en el indicador de uso de la propiedad y de 99 en el de acceso a las instituciones. Sin embargo, las restricciones laborales generalizadas basadas en el género siguen prevaleciendo en la región, que obtiene una puntuación promedio de 77 en el indicador de obtención de empleo, y solo Letonia y Lituania obtienen una puntuación perfecta en este indicador. El área que muestra peor desempeño en la región es la de obtención de crédito, con una puntuación promedio de 33: siete de las economías de esta región obtienen 0 en este indicador y solo dos, 100. Otra área de bajo desempeño es la de protección de las mujeres contra la violencia, en la cual la región recibe una puntuación de 59: casi una cuarta parte de las economías de Europa y Asia central carecen de leyes contra el acoso en el lugar de trabajo.

Las economías de América Latina y el Caribe realizaron 8 reformas en los últimos dos años. Entre los aspectos más destacados de las reformas figuran Colombia, donde la Corte Constitucional eliminó las restricciones laborales al empleo de las mujeres; y el Ecuador, donde se igualaron los derechos a la propiedad de hombres y mujeres al no permitir que las decisiones del esposo prevalezcan cuando los cónyuges no están de acuerdo en la forma de administrar su patrimonio. Las fortalezas de la región radican en el uso de la propiedad y el acceso a las instituciones, con una puntuación promedio de 98 y 97, respectivamente. En ambos indicadores, todas las economías del continente latinoamericano obtienen una puntuación perfecta de 100 y, en las islas del Caribe, puntuaciones variables. La región podría mejorar en el indicador de obtención de empleo. De las 32 economías analizadas en la región, menos de la mitad cumplen con el estándar establecido por la Organización Internacional del Trabajo de 14 semanas o más de licencia remunerada por maternidad.

Las economías de Oriente Medio y Norte de África realizaron 10 reformas en los últimos dos años. Iraq es una de las cinco economías del mundo con más reformas, habiendo implementado cuatro reformas. Las reformas de Iraq abarcaron las áreas del acceso a las instituciones, la obtención de empleo, los incentivos al trabajo y la protección de las mujeres contra la violencia. En el área de obtención de empleo, Iraq aumentó la duración de la licencia remunerada por maternidad de 72 a 98 días, y su nuevo código laboral prohíbe la discriminación por motivos de género. Sin embargo, el nuevo código laboral también permite a los empleadores rescindir los contratos de los trabajadores cuando alcanzan la edad de jubilación, que para las mujeres es inferior en cinco años. De hecho, el 58 % de las 20 economías de la región tiene edades de jubilación diferenciadas por género. La región también tiene el menor índice de protección de la mujer contra la violencia, siendo 0 la puntuación de más de un tercio de las economías en este indicador. 70% de las economías que no tienen legislación sobre el acoso sexual en el lugar de trabajo. En conjunto, la región tiene las puntuaciones promedio más bajas del mundo en cuatro indicadores.

En la región de Asia meridional se implementaron cuatro reformas en los últimos dos años. Entre los aspectos más destacados de las reformas cabe mencionar a Afganistán, donde el acoso sexual en el empleo y en la educación están ahora prohibidos y para los cuales se han establecido sanciones penales y recursos civiles. En la India, la duración de la licencia remunerada por maternidad aumentó de 84 a 182 días. Sin embargo, son los empleadores quienes asumen el costo total de esta licencia, lo que podría repercutir negativamente en la contratación de mujeres en edad fértil. Bangladesh, por otra parte, introdujo nuevas restricciones al trabajo que pueden realizar las mujeres, prohibiendo que transporten o levanten objetos pesados. Con una puntuación promedio de 39, Asia meridional tiene la puntuación más baja del mundo en el indicador de obtención de empleo. La región también tiene el desempeño menos satisfactorio en el indicador de obtención de crédito, con una puntuación promedio de solo nueve. Las ocho economías de Asia meridional obtienen buenos resultados en la esfera de la protección de las mujeres contra la violencia, con una puntuación promedio de 85, superando incluso la puntuación promedio de las economías de ingreso alto de la OCDE, que es de 75. Todas las economías de Asia meridional tienen ahora leyes que prohíben el acoso sexual en el empleo.

En el África al sur del Sahara se encuentran cuatro de las cinco economías del mundo que más reformas han implementado en los últimos dos años. Con 13 reformas aplicadas de forma conjunta por la República Democrática del Congo, Kenia, Tanzanía y Zambia, la región cuenta con un total de 34 reformas. Casi un tercio de ellas se llevaron a cabo en el área de obtención de crédito, un punto débil en todo el mundo, incluso en los países de ingreso alto de la OCDE. Con una puntuación promedio de 19, el África al sur del Sahara está a la par de Asia oriental y el Pacífico en este indicador. La región también llevó a cabo casi la mitad de las 13 reformas implementadas en el mundo para proteger a las mujeres contra la violencia. Sin embargo, de las 45 economías del mundo sin leyes contra la violencia doméstica, 19 se encuentran en el África al sur del Sahara, con lo que la región obtiene una puntuación promedio de 46 en este indicador. La región tiene un buen desempeño en las áreas de acceso a las instituciones, con una puntuación promedio de 87. De hecho, 20 de las 47 economías analizadas en la región obtienen una puntuación de 100 en este indicador, y ni una sola recibe 0. El uso de la propiedad es otra área de relativa fortaleza para la región, con una puntuación promedio de 76, y 16 economías con una puntuación perfecta.

El informe completo y los datos están disponibles en http://wbl.worldbank.org


COMUNICADO DE PRENSA N.º 2018/123/DEC

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