Sra. Ministra de Comercio Exterior, Anabela González
Sr. Arturo Condo, Presidente del INCAE
Colegas, Amigas y Amigos de Costa Rica y todos los que nos siguen por Internet.
Permítanme antes que nada agradecer al gobierno de Costa Rica, a su ministra de Comercio Exterior, al INCAE, con quien venimos cooperando ya desde 2010, y al Gobierno Español, por haber hecho viable esta conferencia.
2013 marca una década desde que América Latina y el Caribe cambiaran dramáticamente y para bien. Luego de décadas de estancamiento, la región inicio una rápida transformación económica y social que sacó a 73 millones de personas de la pobreza, acrecentando la clase media en más de 50 por ciento o 50 millones de personas.
Hoy en día hay más latinoamericanos viviendo en la clase media que en la pobreza. Esto, sin incluir a quienes se ubican en la clase vulnerable, o clase media baja y que tienen una mayor probabilidad de regresar a la pobreza.
Ciertamente las millones de personas que mejoraron su situación pueden dar fe de que no solo los ricos se beneficiaron del crecimiento económico. Mientras que la desigualdad crece en todo el mundo, en América Latina experimentó una disminución significativa por primera vez en cuatro décadas.
Estas son buenas noticias, pero no caben dudas de que aún falta mucho por hacer. Y el momento de hacerlo es ahora.
Y bien sabemos que es mejor reparar el techo cuando no llueve.
Una prioridad que no puede esperar es lo que he denominado “la batalla de la productividad”, una batalla que tiene que llegar a todos y que debe beneficiar a toda la sociedad.
Sin mejoras en la productividad se desmorona la competitividad que es clave a la hora de la creación de mayor riqueza. La productividad promedio en Centroamérica creció a tasas marginales en la ultima década (0.3-0.4% en promedio), pese a los progresos notables en algunos casos específicos como Panamá.
La reducción de los costos logísticos, la mejora de la infraestructura y la innovación junto a la calidad de la educación, constituyen retos impostergables.
Esta realidad regional, es aún más en Centroamérica, que está expuesta a una serie de vulnerabilidades diferentes a las que enfrenta Sudamérica.
América Central, revivió el antiguo sueño de la integración regional durante la última década con el objetivo de construir un mercado regional abierto sobre la base de la disminución de casi todos los gravámenes entre los países centroamericanos.
Se firmaron tratados de comercio e inversión con Estados Unidos y la Unión Europea así como un buen numero de otros tratados bilaterales.
Todo ello con el objetivo de lograr un crecimiento más sostenido, con mayor empleo, de manera que los beneficios llegaran a todos los centroamericanos.
Los resultados --en los números han sido en general positivos--, pero no necesariamente se han traducido en un aumento de la oportunidades para todos los ciudadanos. Gracias a los esfuerzos citados y a un buen ambiente global – que se frena bruscamente a partir del final del 2008--, el comercio centroamericano ha crecido desde el 2000 a una tasa del 4.7 por ciento. El comercio intra-regional ha crecido casi el 7 por ciento, y en paralelo se ha dado una importante integración silenciosa, que es la de las crecientes inversiones del sector privado centroamericano en los diferentes países, así como la de los vecinos naturales, México y Colombia.
Sin embargo el desempeño económico y la reducción de la pobreza en Centroamérica han estado por debajo del promedio latinoamericano:
Entre 2001 y 2012, el crecimiento per cápita en Centroamérica fue de 2.2 por ciento como promedio, o de 1,6% sin tomar en cuenta a Panamá, mientras que el promedio entre las mayores economías de la región, fue de cerca del 2,7 por ciento.
Las tasas de pobreza promedio en América Central son de 44 por ciento comparadas con 29 por ciento promedio en la región, mientras que la desigualdad centroamericana solo se disminuyo marginalmente.
El menor dinamismo observado obedece a múltiples factores, entre otros:
- Los aun insuficientes niveles de educación y capital humano
- Las vulnerabilidades en relación a los vaivenes del mercado estadounidense
- Las debilidades institucionales
- La inseguridad ciudadana
- Los obstáculos estructurales a la integración plena y al comercio
Me referiré en particular a este último aspecto. A pesar del crecimiento del comercio, lo cierto es que la participación sub-regional en los flujos comerciales globales se ha estancado e incluso ha venido descendiendo en la última década.