Discursos y transcripciones

En busca de soluciones para la seguridad ciudadana en América Latina y el Caribe

Junio 26, 2013

Hasan Tuluy - Vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial Conferencia-Taller Internacional Soluciones Integrales para la Prevención del Delito y la Violencia Cali, Colombia

Texto preparado para la intervención

Llevo ya casi 14 horas en Cali. En realidad las primeras 14 horas de mi vida en esta acogedora ciudad colombiana, y por lo poco que he visto he logrado confirmar lo que ha dejado de ser una sorpresa en América Latina: esta región está prosperando, tiene muchas razones para ser optimista y puede vencer los obstáculos que tiene por delante.

Buenos días a todos. Excelentísimo Sr. Presidente Juan Manuel Santos, Excelentísimo Alcalde de la Ciudad de Cali Rodrigo Guerrero,… Amigas,  Amigos,

Es para mí un placer compartir con ustedes la inauguración de un evento que busca asegurarnos de que la región siga avanzando por la buena senda de prosperidad con oportunidades para todos.

En la última década el PIB de la región creció un  promedio de 25% con algunos casos de crecimiento de hasta el 40%.

Esto ha  permitido que cerca de 70 millones de personas salieran  de la pobreza  y unos 50 millones hayan ingresado a la clase media.

A partir de 2011, y por primera vez en la historia, Latinoamérica tiene más personas de clase media que pobres.

Sin embargo,  este progreso económico y social tangible no ha logrado transformar los altísimos niveles  de criminalidad y violencia que imperan en la región, que en algunas subregiones han aumentado exponencialmente.

Es que la prosperidad de la década pasada también se acompañó de expectativas crecientes que no siempre son correspondidas.

Veamos solo algunas cifras:

o   Con cerca del 9% de la población mundial, América Latina padece casi el 30% de los homicidios  .  Es decir que una persona tiene 4 veces más de probabilidad de ser asesinado en esta región que en el resto del mundo.  En Centroamérica ese índice se eleva 7 veces.  

o   30 países de la región, tienen tasas de homicidios que superan los niveles que la Organización Mundial de la Salud define como niveles epidémicos  y  9 países ya alcanzan niveles de conflicto armado  .  8 países de la región exhiben el trágico record de estar entre los 10 primero en materia de homicidios a nivel mundial.

El impacto socio-económico es cada vez mayor:

o   La inseguridad ha afectado la vida social, económica y política de los países,  a tal punto que tenemos hoy municipios sin policías (todos han renunciado), cuyas calles quedan vacías a partir de las 5 de la tarde. Hay alcaldes que deben gobernar desde el exilio. Son zonas de desgobierno, en las cuales el Estado no hace pie.

o   Más del 60 por ciento de las empresas en la región se ven obligadas a contratar servicios de seguridad privada que representan entre 2 y 6% de su facturación anual. Por lo menos un tercio de los empresarios consideran a la inseguridad como una de las mayores limitantes para su actividad y expansión.  

o   Todas las encuestas de opinión en la región coinciden en que los latinoamericanos perciben la inseguridad ciudadana como su principal preocupación por delante del desempleo, la pobreza, la crisis económica y la corrupción                                                                                   

o   Tal vez lo más preocupante sea como esto afecta a la juventud: la mayoría de las víctimas –y victimarios- son jóvenes varones de entre 14 y 29 años de edad y mayoritariamente de bajos recursos. Son hijos que no podrán ayudar a sus padres, parejas que dejarán a mujeres buscando el sustento de su familia, padres que dejarán a sus hijos huérfanos.

Como si esto fuera poco, la inseguridad ciudadana ensancha  la inequidad social existente en la región. Las élites pueden comprar en el mercado una seguridad a medida.  La emergente clase media queda desprotegida ante un Estado poco preparado para enfrentar un enemigo que es como un monstruo con muchas cabezas.

Creo  que llego la  hora de decir BASTA.

El  Estado no puede retirarse de una función básica que debe cumplir y por ello es fundamental que recupere su credibilidad a partir de un abordaje diferente.

Amigas y Amigos,

El tiempo de las guerras unilaterales, apocalípticas contra distintos flagelos se ha terminado y ello gracias al liderazgo de jefes de estado de la región,  como el Presidente Santos, que han demostrado con creces que es un tiempo de cambio. 

No hay mejor momento que el presente para empezar a actuar con determinación.  Soplan vientos  de reforma en materia de seguridad.  En la última asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA)  hubo un claro pronunciamiento regional sobre la necesidad de encontrar una nueva estrategia integral para combatir el tráfico ilegal de estupefacientes.

El informe del Secretario General de la OEA cumpliendo con el mandato de la Cumbre de Cartagena abre un nuevo espacio para un diálogo interamericano sobre estos temas.

Sabemos que el problema es multidimensional y por lo tanto las soluciones deben ser integrales. No hay una fórmula mágica.  La violencia es resultado de una combinación de múltiples factores, que van desde el tráfico de estupefacientes y el crimen organizado, hasta la falta de oportunidades,  y la impunidad producto de sistemas de justicia con una credibilidad menoscabada.

En este contexto nuevo, Prevenir el crimen y la violencia no es solo deseable,  sino  posible,  pues trae inmensos beneficios para la sociedad y la calidad de vida de sus ciudadanos.

Hace unos meses estuve en una de las favelas de Rio de Janeiro con las Unidades de Policía Pacificadora. Cuando le pregunte a una señora en que había cambiado su vida me dijo: “Ahora puedo abrir la puerta de mi casa y ver a los niños jugar en la calle”  .

Prevenir la violencia es una estrategia no solo costo eficiente sino con  beneficios adicionales en materia de cohesión social.

Pero sabemos mucho  más. En estas últimas décadas hemos aprendido mucho sobre la naturaleza del desafío que enfrentamos y el tipo de soluciones que funcionan.  No lo sabemos todo. Pero sabemos suficiente para generar un cambio.

Ahora sabemos,  que la violencia se concentra no solo en ciertas comunidades, sino también en ciertas cuadras de una ciudad y a veces en porciones de dichas cuadras.  Estudios recientes han encontrado que el 10% de las calles pueden concentrar casi el 70% de los crímenesLas estrategias focalizadas en esas áreas tendrán más éxito.

Sabemos  también que una respuesta integral debe involucrar a todos desde la iglesia y los gobiernos locales, hasta las fuerzas del orden, el sistema judicial,  las organizaciones no gubernamentales, el sector privado, los medios de comunicación y las tecnologías de la información y a la comunidad internacional.  

Sin Alianzas de largo aliento,  no hay respuesta integral

También sabemos  que hay iniciativas con evidencia empírica  de su efectividad   (una D# que tenga varios cuadros):

o     El programa de visitas domiciliarias a madres en riesgo,  una iniciativa estadounidense en varias ciudades, ha logrado, en casos,  una  caída del 82 por ciento en los arrestos en las madres de bajo ingreso económico  y  del 72% en jóvenes entre 13-16 años

o Los programas deportivos  para mejorar las habilidades socio-cognitivas de  jóvenes en riesgo en Chicago,  han logrado reducir en sólo un año la tasa de criminalidad violenta de estos jóvenes en un 40%, además de mejorar su rendimiento educativo.

o   Las  alianzas comunitarias  y su acción en Seattle, modelo expandido luego en Estados Unidos y que esta siendo implementado ahora en Colombia, han logrado disminuir la iniciación de los jóvenes en actividades delictivas en un 31%, el consumo de alcohol en un 32% y de cigarrillos en un 33%.

o   Un programa de policía comunitaria evaluado en 8 ciudades colombianas que logró una reducción de 18 por ciento en la tasa de  homicidios, 11 por ciento en lesiones personales, y 22 por ciento en hurto a vehículos.

Quienes queremos impulsar una agenda de cambio tenemos que saber trasladar y adaptar estas buenas practicas internacionales a los variados y diversos contextos institucionales que tenemos en la región.

Tenemos que guiarnos por resultados, y por la evidencia empírica  del impacto de  nuestras  acciones, de manera tal  que nos permita recomendar con más confianza que funciona y que no funciona.

Dije antes que a un problema multi-dimensional, que ataca todos los rincones de la sociedad  hay responderle entre  todos,  y todos unidos

Por ello, hoy aquí lanzaremos la Red de Soluciones a la Violencia.   RESOL-V   , una red, una alianza para compartir el conocimiento regional para ayudar a identificar, diseñar e implementar soluciones que funcionan  en seguridad ciudadana.

Así, a través de RESOL-V,  todos tendrán acceso a los expertos de nivel global, a quienes trabajaron en las experiencias exitosas en Los Ángeles, Chicago, Nueva York,  Río de Janeiro, Bogotá,  Ciudad de México.  De esta forma los gobiernos municipales podrán encontrar el respaldo que necesitan a la hora de orquestar respuestas a las demandas de sus ciudadanos que claman por una mayor seguridad ciudadana. 

RESOL-V es una red horizontal para todos aquellos que pueden contribuir a esta agenda: gobiernos en todos sus niveles, académicos, sector privado, organizaciones internacionales,  expertos, sociedad civil, etc. 

Sr Presidente,  amigas y amigos, tenemos delante nuestro una ruta de navegación, hay mucho más para hacer pero creo que JUNTOS PODEMOS!

Latinoamérica ha demostrado que frente a los desafíos se levanta, templa sus fuerzas y con creatividad se sobrepone a los obstáculos que frenan su desarrollo.

·        Recuperó la solidez económica y financiera tras las secuelas de la hiperinflación. 

·        Salió de la crisis del 2008-09, como ninguna otra región

·        Frente  a la obstinada pobreza, logró cambiar su trayectoria,

·        Le puso freno a la inequidad social

Ahora puede  y con seguridad va a encontrar  los mejores caminos para una convivencia civilizada y digna.  Nosotros estamos aquí para aportar nuestro granito de arena en la búsqueda de ese futuro al que todos aspiramos

Muchas Gracias.


Api
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