En Sudáfrica investigadores del Grupo del Banco Mundial utilizaron una popular telenovela para combatir a deprededadores financieros y educar a la gente sobre temas de finanzas personales. El resultado del experimento fue espectacular: las líneas de los teléfonos que usan los mediadores financieros se llenaron de llamadas de gente buscando ayuda para resolver sus problemas financieros.
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