Mejor nutrición y desarrollo de aptitudes laborales para los jóvenes en Honduras

Abril 07, 2014


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Foto © Andrea Borgarello / Banco Mundial

Con el apoyo del Banco Mundial durante varios años, Honduras creó una Secretaría de Desarrollo Social, formuló y transformó en ley una política nacional de protección social, proporcionó servicios de nutrición a 36 000 niños menores de 2 años de 1038 comunidades rurales pobres y proporcionó capacitación técnica y destrezas para la vida práctica para mejorar las posibilidades de conseguir empleo de 4883 jóvenes en riesgo.

Desafío

En 2005, Honduras era uno de los países más pobres de América Latina. A pesar de los modestos logros en materia de reducción de la pobreza en la década de 1990, la prevalencia de la vulnerabilidad se mantuvo alta. Para muchos, el desarrollo económico y humano estaba más allá de su alcance y los más indefensos eran los niños pequeños y los jóvenes desempleados. Estos grupos estaban expuestos a riesgos adicionales que aumentaban su probabilidad de ser pobres. Para los niños pequeños, el problema principal era la malnutrición crónica; para los jóvenes de 15 años a 19 años, era el insuficiente nivel de aptitudes debido a una educación incompleta y de baja calidad.

El Gobierno de Honduras se centró en abordar el desafío de romper la transmisión intergeneracional de la pobreza y acelerar la acumulación de capital humano a través de políticas sociales integradas dirigidas a los grupos más vulnerables, con intervenciones complementarias de protección social y creación de un marco para un sistema de protección social integral.

Solución

El Banco Mundial ha estado trabajando con el Gobierno en el desarrollo de componentes analíticos y operacionales destinados a apoyar los esfuerzos públicos para reducir la pobreza de manera sostenible. Sobre esta base se diseñó el Proyecto de Nutrición y Protección Social con el objetivo de mejorar la red de protección social de Honduras para los niños y los jóvenes y reducir la exclusión de los grupos vulnerables, abordando tres desafíos de política social relacionados: la pobreza, la malnutrición y las limitadas oportunidades para la juventud.

El proyecto ayudó a mejorar el sistema general de protección social mediante el desarrollo de un marco legal y de políticas y una estructura institucional coherente para coordinar las asignaciones presupuestarias y supervisar las intervenciones en esta materia. Se amplió un programa de nutrición comunitaria a los seis departamentos más pobres, poniendo a prueba al mismo tiempo una intervención dirigida a padres para promover el desarrollo cognitivo, socioemocional y lingüístico de los niños, y el seguimiento de los indicadores de nutrición en tiempo real a través de teléfonos celulares. El proyecto trabajó en estrecha colaboración con el sector privado para implementar un programa innovador de empleo juvenil que combinó la adquisición de destrezas para la vida práctica, instrucción de habilidades técnicas y pasantías.

Resultados

El crédito de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) ayudó a lograr los siguientes resultados:

  • Desarrollo de una política de protección social que se convirtió en ley.
  • Creación de la Secretaría de Desarrollo Social, con el mandato de supervisar todas las intervenciones en esta área.
  • Establecimiento de un sistema de información sobre protección social, un registro de beneficiarios, un registro de programas sociales y herramientas de seguimiento y evaluación. Estas últimas proporcionan una visión clara de la protección social y los medios para ponerla en práctica.
  • Provisión de servicios de nutrición a 36 000 niños menores de 2 años en 1038 comunidades, lo que dio por resultado una reducción de 4,7 puntos porcentuales en la malnutrición crónica de los participantes en el programa durante un promedio de 12 meses.
  • Si los niños hubieran participado en el programa durante los dos años completos (desde el nacimiento hasta los 24 meses de vida), la disminución habría sido de 11,5 puntos porcentuales, según los datos de referencia de crecimiento del Centro Nacional de Estadísticas de Salud.
  • Cambios de comportamiento positivos (por ejemplo, lactancia materna exclusiva, prácticas de alimentación para niños de entre 6 meses y 24 meses, etc.).
  • Capacitación de 4883 jóvenes en situación de riesgo, de los cuales el 47 % son mujeres, y el 30 % consiguió empleo en los seis meses posteriores a la graduación, incluso en el difícil contexto de una crisis política y de leyes laborales restrictivas para la juventud. El salario promedio para los beneficiarios fue más alto que el promedio nacional para ese grupo etario (de 15 años a 19 años).
  • Establecimiento de un servicio de información laboral, que ahora cuenta con presupuesto y personal dentro de la Secretaría de Trabajo.

Contribución del Grupo del Banco Mundial

El financiamiento total del proyecto fue de US$20,9 millones, de los cuales US$1,92 millones se destinaron a protección social, US$12 millones a nutrición y US$7 millones al empleo juvenil. Además, US$1,2 millones proporcionados a través del fondo fiduciario del Programa de Respuesta Social Rápida se usaron para fortalecer aún más la respuesta en materia de nutrición.

Asociados

En consonancia con los esfuerzos de armonización de la Declaración de París y del Programa de Acción de Accra, el proyecto apoyó las prioridades de desarrollo de Honduras y promovió la labor conjunta de todas las partes interesadas. Los trabajos analíticos, los diálogos de políticas y el apoyo operacional a la protección social fueron coordinados con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). A través del proyecto, el Banco pudo movilizar US$1,2 millones del fondo fiduciario del Programa de Respuesta Social Rápida.

Próximos pasos

El proyecto apoyó un programa de transición para el nuevo Gobierno que resume los logros del país en materia de protección social con el fin de garantizar la continuidad de las políticas de desarrollo humano. Un Proyecto de Protección Social en curso seguirá fortaleciendo la capacidad nacional para administrar las iniciativas de protección social, en particular el programa de transferencias en efectivo condicionadas “Bono 10 000”. La donación del Programa de Respuesta Social Rápida ha permitido desarrollar tecnología móvil para la recopilación de datos con el fin de facilitar la toma de decisiones fundamentada en materia de nutrición. Se adoptó el modelo del empleo juvenil y está siendo aplicado por otros asociados en el desarrollo en el país a través de un proyecto de 40 millones de euros.

Beneficiarios

Cuando se preguntó si las madres seguían las recomendaciones del programa comunitario de nutrición, una monitora del Departamento de La Paz dijo: “Sí, tuvimos una niña que estaba a punto de sufrir desnutrición, todos los meses tenía el mismo peso. Fui a su casa, la visité, hablé con la madre acerca de cómo alimentar a su hija. Me alegré de haber ido, y la madre aprendió. Ahora la niña está bien”.


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36 000 niños
recibieron servicios de nutrición.


MAPA DEL PROYECTO



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