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Panorama general

La pandemia demostró ser un importante agente catalizador para intensificar el énfasis mundial en la protección social. A lo largo de 2020 y 2021, países de todo el mundo implementaron cerca de 4000 medidas de protección social para responder a los impactos en sus economías (PDF, en inglés). Tan solo las transferencias monetarias beneficiaron a unos 1400 millones de personas, es decir, a 1 de cada 6 individuos en el mundo.

Hasta marzo de 2023, el Banco Mundial había proporcionado USD 26 000 millones en financiamiento a través de sus programas de protección social y empleo, en todas las regiones y los países de todos los niveles de ingreso. Este monto incluye USD 16 400 millones otorgados a través de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo de la institución para los más pobres.

Como se describe en la Brújula de la protección social y el empleo (i) de 2022, los países deben establecer sistemas de protección social universal (i). Es probable que las crisis se vuelvan más frecuentes a medida que las tendencias mundiales a largo plazo (como la naturaleza cambiante del trabajo, los cambios demográficos, el cambio climático, los conflictos y la fragilidad) reconfiguren las economías y las sociedades.

CONSTRUIR

Los sistemas de protección social son esenciales para impulsar el capital humano y empoderar a las personas. Ayudan a las personas y las familias, en particular los pobres y vulnerables, a hacer frente a las crisis, encontrar empleo, mejorar la productividad, invertir en la salud y la educación de sus hijos y proteger a la población de edad avanzada.

Los sistemas de protección social bien diseñados pueden tener impactos a largo plazo poderosos, al reducir las desigualdades, generar resiliencia y poner fin al ciclo de la pobreza intergeneracional. Este tipo de sistemas y herramientas tienen un potencial transformador, ya que ayudan a mitigar las crisis económicas y fiscales, y dan la oportunidad a las personas de salir de la pobreza y convertirse en miembros productivos de la sociedad. Los programas de protección social bien estructurados son eficaces en función de los costos y representan en promedio alrededor del 1,5 % del producto interno bruto (PIB).

PROTEGER

Muchos países han adoptado instrumentos de protección social, como programas de redes de protección social para aprovechar el capital humano. Además de proporcionar ingresos complementarios a las familias en dificultades, las redes de protección social también amplían el acceso a la información y los servicios, mejoran la productividad, protegen a los ancianos y apoyan a las personas mientras buscan trabajo.

La naturaleza cambiante del trabajo en los países de todos los niveles de ingreso exige un enfoque totalmente nuevo en las políticas de protección social y empleo, según el informe Protecting All: Risk-Sharing for a Diverse and Diversifying World of Work (i) (Protección para todos: Distribución del riesgo en un mundo laboral diverso y en proceso de diversificación). En este documento se propone un enfoque sobre la protección del trabajador y la seguridad social más adaptado a un mundo laboral cada vez más diverso y variable. Estas ideas se analizan aún más a fondo en la actualización de la estrategia de 2022 titulada “Charting a Course Towards Universal Social Protection: Resilience, Equity, and Opportunity for All” (i) (Trazar un rumbo hacia la protección social universal: Resiliencia, equidad y oportunidades para todos).

DAR EMPLEO

La población mundial en edad de trabajar aumentará en aproximadamente 700 millones de personas entre 2019 y 2035. Esto significa que otros 470 millones de individuos buscarán trabajo. Los efectos perturbadores de la crisis de COVID‑19 en los trabajadores, los mercados laborales y los medios de subsistencia subrayaron también la importancia del programa sobre el empleo (i).

Para lograr la transformación económica en los países más pobres es prioritario prepararse para los trabajos del mañana al tiempo que se concretan hoy las inversiones cruciales en capital humano. Como parte del Proyecto de Capital Humano, el Banco Mundial ayuda a los Gobiernos a dotar a la próxima generación de trabajadores de las habilidades necesarias para desempeñarse en los tipos de empleos que se requerirán en el cambiante mundo laboral. Esto exige, además, darles las herramientas para que puedan pasar de actividades poco productivas a tareas de mayor productividad, bajo el liderazgo de un sector privado dinámico y con el apoyo de políticas públicas. 

PROTECCIÓN SOCIAL UNIVERSAL

El Banco Mundial tiene una visión sobre la protección social universal para garantizar que todas las personas cuenten con el apoyo que necesitan y que ningún individuo o grupo quede rezagado. Es la piedra angular de una política social inclusiva.

Junto con los programas de protección social universal, las intervenciones focalizadas resultan muy útiles para ayudar a alcanzar una cobertura universal. En un informe reciente titulado “Revisiting Targeting in Social Assistance: A New Look at Old Dilemmas (i) (Revisión de la focalización en la asistencia social: Una nueva perspectiva sobre dilemas antiguos) se ofrece un análisis exhaustivo de los beneficios y costos de la focalización de la protección social, así como de las ventajas y desventajas de diversos métodos de focalización sobre la base de la experiencia de más de 130 países.

Si bien se han logrado avances en cuanto al diseño y la promoción de los programas de asistencia social y los sistemas de prestación de servicios, es igualmente importante hacer grandes inversiones en iniciativas dirigidas a mejorar las oportunidades de empleo y de generación de ingresos, y ampliar los programas de seguro social.

Última actualización: Abr 03, 2023