ARTÍCULO

Rwanda: Medidas en sector de la salud reportan beneficios

Febrero 26, 2010


TITULARES
  • Pagos en efectivo a clínicas que cumplen con criterios del Gobierno redundan en mayor calidad y uso de servicios de salud materna e infantil.
  • Evaluación del programa de Rwanda es primera en países de ingreso bajo; promoverá análisis de seguimiento.
  • Estudio ayuda a autoridades a decidir cómo invertir para mejorar salud materna e infantil.

Si bien la asistencia oficial para el sector salud aumentó notablemente en los últimos años, hubo una mejora limitada en este ámbito para las personas de los países en desarrollo, una realidad que da que pensar si se tiene en cuenta que el 2010 marca el comienzo de la cuenta regresiva de cinco años para alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio (ODM).

A ello se debe el gran entusiasmo que está causando en los círculos de salud y desarrollo la nueva evaluación de impacto de un programa experimental de salud materna e infantil en Rwanda, que revela avances notables y verificables en cuanto a atención de partos y consultas preventivas infantiles.

"Pago por desempeño a los centros de atención primaria de la salud en Rwanda" es el primer estudio riguroso de programas de pago por desempeño (P4P, por sus siglas en inglés) en países de ingreso bajo y promoverá la realización de análisis de seguimiento en otras naciones en los próximos meses. El Dr. Paulin Basinga, uno de los evaluadores principales de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Nacional de Rwanda, presentó recientemente los resultados del estudio en la vecina Burundi.

¿Cuál es, entonces, la experiencia de Rwanda con el programa P4P? En 2005, el país decidió complementar sus servicios de atención primaria de la salud con un programa de pago por desempeño que mejoraría la disposición y productividad de los trabajadores sanitarios y que brindaría servicios de mejor calidad a las madres y niños rwandeses. Utilizando 14 indicadores de resultados de asistencia médica materna e infantil, el Gobierno se comprometió a recompensar a las clínicas que suministraran servicios para satisfacción de los pacientes con una serie de pagos extra en efectivo.

Si el centro cumple, por ejemplo, con todos los requisitos de calidad del Gobierno, recibe una calificación de 1 en el índice y con ello el pago completo de los servicios. Sin embargo, si es deficiente en algunos de los criterios de calidad, entonces se descuentan todos los pagos: una calificación de 0,80 en el índice proporciona sólo el 80% del pago de servicios P4P. Los determinantes clave de servicios satisfactorios son los estudios de seguimiento y las votaciones de los pacientes.

La evaluación estudió a 166 de los 401 centros de atención primaria de Rwanda por un período de dos años; sus comprobaciones se basaron en muestras aleatorias de 13 hogares en zonas locales atendidas por las clínicas.

Cómo gastar US$5

El programa P4P ofreció a las clínicas de Rwanda el equivalente de US$1,83 por cada mujer que comenzara a usar anticonceptivos, US$4,59 por cada madre que diera a luz a su bebé de manera segura en instalaciones sanitarias con atención de una partera capacitada, US$1,83 por cada derivación a tratamiento de un niño desnutrido (casi el 50% de los niños de Rwanda son raquíticos) y US$0,92 por cada niño que completara sus vacunaciones a tiempo. El resultado fue que el programa logró un aumento notable del uso y calidad de una serie de servicios críticos de salud materna e infantil.

“Lo gratificante de este estudio es que ayuda a los gobiernos a responder la permanente pregunta sobre cómo utilizar su dinero de la manera más ventajosa cuando sólo cuentan con US$5 para gastar en mejor salud por cada mujer y niño del país”, dice Christel Vermeersch de la Red de Desarrollo Humano del Banco Mundial y una de las evaluadoras principales del nuevo estudio de Rwanda.

Agnes Soucat, asesora del Departamento de Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial para África, señala que las iniciativas de financiamiento basadas en resultados, en las que se financian programas de salud solamente cuando los proveedores del servicio pueden mostrar resultados verificables, dieron frutos en Rwanda.

“En tres años, se triplicó la planificación familiar, aumentaron los partos asistidos del 39% al 52%, se incrementó en un 70% el uso de redes tratadas con insecticida y se redujo la mortalidad de niños menores de cinco años en un 30%. Las iniciativas de financiamiento basadas en resultados no son una solución mágica pero son un instrumento definitivamente importante para ayudar a los países a acelerar su progreso hacia los objetivos de desarrollo del milenio”, señala.

La evaluación de Rwanda fue financiada por el Fondo Fiduciario Español de Evaluación de Impacto (SIEF, por sus siglas en inglés), el mayor fondo fiduciario creado hasta ahora en el Banco Mundial para tal fin. Se trata de un programa de €10,4 millones financiado por España, complementado por US$1,5 millones del Reino Unido y su objetivo es ayudar a la institución a recolectar conocimiento mundial acerca de “lo que funciona” para alcanzar los ODM y otros logros del desarrollo humano.


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