ARTÍCULO

Reformas energéticas en Turquía abren paso a un futuro renovable

Marzo 29, 2010


TITULARES
  • Sector energético turco pasó de la administración estatal al mercado liberalizado y comercial en la última década.
  • Apagones se redujeron en más de la mitad; 4,6 millones más de hogares mejoraron su acceso a la electricidad.
  • Generación de energía renovable logra que Turquía evite aproximadamente 1,01 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono por año.

En la última década y con el apoyo del Banco Mundial, el sector energético turco dejó de ser monolítico y de propiedad del Estado y se convirtió en un mercado liberalizado y administrado comercialmente, con dueños e inversiones privadas importantes.

En la actualidad, el suministro de electricidad es más confiable. Por ejemplo, los apagones se redujeron a la mitad entre 2004 y 2007, de 26.675 horas a 10.280 horas. Más personas tienen acceso a energía segura; se estima que la ampliación y las mejoras en la transmisión permitieron que unos 4,6 millones de hogares más reciban un mejor suministro energético. Se estableció un enlace de transmisión internacional con Grecia, permitiendo así el intercambio eléctrico.

Asimismo, en los últimos 10 años, Turquía mejoró la eficiencia de su mercado energético al tiempo que incrementó la participación del sector privado en la generación y distribución del suministro. Más de 100 empresas privadas de generación de electricidad se registraron en el mercado mayorista.

Hasta el presente se han privatizado cuatro empresas de distribución, de un total de 20. Actualmente, alrededor del 40% de los consumidores puede elegir su proveedor, algo que era escasamente factible en 2002.

Establecimiento de un nuevo mercado

“En los últimos años, logramos importantes resultados en términos de las reformas del sector", dice Budak Dilli, gerente general de Asuntos Energéticos del Ministerio de Energía. “Se estableció un mercado de la electricidad; se privatizaron las empresas de distribución y se promulgaron varias leyes importantes (sobre el mercado de la electricidad, la energía renovable y la eficiencia energética), que se están implementando”.

Turquía enfrenta ahora un aumento en la demanda energética interna y un rápido crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero, de las cuales gran parte proviene de la producción y el uso de la energía. Con el fin de satisfacer la demanda en este campo y minimizar los impactos negativos sobre el medio ambiente, el país busca aumentar su dependencia de las energías renovables y promover la eficiencia energética entre los consumidores.

Además, se espera que el mercado de eficiencia energética se profundice aún más con el aumento de la propiedad e inversiones privadas, y que el sector dependa cada vez más de recursos limpios y renovables.

Con el apoyo financiero del Banco Mundial, por medio del Banco de Desarrollo Industrial de Turquía (TSKB), Ali Kantur, dueño de una pequeña empresa, pudo convertir un relleno sanitario en una estación de reciclaje de basura que produce calor y energía para los invernaderos locales.

“Hace dos años era difícil atravesar este lugar con un vehículo por el olor nocivo y la vista desagradable”, afirma. “Hoy es una planta industrial que procesa la basura y produce energía a partir de ella, de una manera que garantiza por completo la sostenibilidad del medio ambiente. Cuesta creer que el olor desapareció, se protege el medio ambiente y además obtenemos energía de este proceso".

En la actualidad, la energía y el calor generados en la estación alcanzan para proveer de electricidad a 31.000 hogares turcos.

Banco apoya reformas

El Banco respaldó las reformas energéticas en Turquía por medio de préstamos y asesoría técnica, de modo de reforzar los objetivos de cada una de ellas. El programa del Banco incluye la reestructuración, liberalización y privatización de la energía; la introducción de mercados competitivos; el financiamiento de los trabajos de ampliación y rehabilitación clave, y el fomento de la inversión privada.

Se está considerando el otorgamiento de un nuevo Préstamo para Políticas de Desarrollo, con el fin de respaldar las reformas en el sector energético turco y sus vínculos con el mejoramiento de las condiciones del medio ambiente.

El trabajo del Banco en relación a las energías renovables demostró la viabilidad de los proyectos dedicados a ellas con financiamiento privado, los cuales crecieron en este país desde niveles insignificantes en 2004 hasta unos 1.500 megavatios en la actualidad. Como resultado de la generación de energía renovable en manos privadas, Turquía pudo evitar unas 1,01 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono por año.

Asimismo, el Banco ayudó a captar la inversión privada a gran escala, en particular en el área de recursos renovables. Las nuevas inversiones apuntan a la generación de energía y su distribución a cargo de empresas privadas.

Sobre la base de las prioridades del país, el Banco y el Gobierno de Turquía esperan mantener su sociedad, en la cual el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) provee consejos sobre políticas y financiamiento para inversión en energía renovable, eficiencia energética, infraestructura, cambio climático y seguridad general en el suministro.

El Ministerio de Energía y el Tesoro de Turquía tendrán la iniciativa en la determinación de la dirección estratégica general.

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