ARTÍCULO

Recuperación mundial enfrenta obstáculos fiscales

Junio 10, 2010


TITULARES
  • PIB mundial aumentará entre el 2,9% y el 3,3% en 2010 y 2011, según proyecciones del Banco Mundial.
  • Países en desarrollo liderarán el repunte mundial, creciendo a una rapidez de casi más del doble que los países de ingreso alto.
  • Una recuperación duradera exige que las naciones de mayores ingresos promuevan el crecimiento y la inversión del sector privado en los países en desarrollo.

Ciudad de Washington, 10 de junio de 2010 — Aun cuando la economía en el mundo continúa recuperándose, enfrenta nuevos obstáculos en el camino hacia un crecimiento sostenible a mediano plazo, advierte el Banco Mundial en su último informe titulado Perspectivas económicas mundiales 2010, publicado hoy en Internet.

El producto interno bruto (PIB) mundial aumentará entre el 2,9% y el 3,3% en 2010 y 2011, según las proyecciones de la institución, y se incrementará entre el 3,2% y el 3,5% en 2012, de manera que se invertirá la tendencia que provocó un retroceso del 2,1% en 2009.

Se prevé que las economías en desarrollo crecerán entre el 5,7% y el 6,2% al año en el período 2010-12. Sin embargo, el crecimiento proyectado de los países de ingreso alto, de entre el 2,1% y el 2,3% en 2010, no será suficiente para contrarrestar la contracción del 3,3% registrada en 2009—seguida por un crecimiento de entre 1,9% y 2,4% en 2010.

En sus pronósticos, el Banco Mundial da por sentado que los esfuerzos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y las instituciones europeas evitarán un incumplimiento de pago o una reestructuración importante de la deuda soberana europea. Pero, incluso así, los países en desarrollo y las regiones que mantienen estrechas relaciones comerciales y financieras con los países de ingreso alto muy endeudados pueden sufrir serios efectos.

Repercusiones en Europa

Si bien hasta ahora se ha logrado contener el impacto de la crisis de la deuda europea, esta tiene el potencial real de desbaratar el crecimiento mundial, según el informe.

“El estímulo de la demanda en los países de ingreso alto se está convirtiendo en parte del problema, en lugar de la solución”, dice Hans Timmer, director del Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo del Banco Mundial. “Frenar más rápidamente el gasto podría, a la larga, reducir el costo de los empréstitos y dar un impulso al crecimiento, tanto en los países de ingreso alto como en aquellos en desarrollo”.

El inconveniente es -advierte el documento- que un período prolongado de aumento de la deuda soberana en países de ingreso alto podría hacer que los empréstitos mundiales sean más costosos para los países en desarrollo y podría restringir el crecimiento y la inversión, lo que en última instancia ocasiona más pobreza.

Crecimiento depende cada vez más de los países en desarrollo

Casi la mitad del incremento de la demanda mundial en el período 2010-12 provendrá de los países en desarrollo.  Si bien el mejor desempeño de estos en el mundo actual de crecimiento multipolar es alentador, para que la recuperación sea duradera los países de ingreso alto deben aprovechar las oportunidades que ofrece el firme avance de las regiones en desarrollo.

“Los países en desarrollo no son inmunes a los efectos de la crisis de la deuda soberana de las naciones de ingreso alto”, señala Andrew Burns, director de Tendencias Macroeconómicas Mundiales del Banco Mundial.  “Pero esperamos que muchas economías continúen marchando bien si se centran en las estrategias de crecimiento, facilitan la actividad comercial o mejoran la eficiencia del gasto. Deberán asegurarse de que los inversionistas sigan distinguiendo los riesgos que ellas plantean de los que entrañan esos países de ingreso alto”.

Independientemente de cómo evolucione la situación de la deuda en las naciones europeas de ingreso alto, no se descarta que se produzca una segunda serie de crisis financieras en determinados países en desarrollo de Europa y Asia central, donde el aumento de los préstamos improductivos provocado por la lentitud de la recuperación y por los importantes niveles de deuda a corto plazo puede poner en peligro la solvencia del sector bancario.
Aun cuando la eurozona aprobó un paquete de rescate de €440.000 millones para que sus miembros tengan acceso a préstamos a bajo precio, el FMI hizo un llamamiento a los países europeos para que centren su atención en políticas de crecimiento que alivien las molestias de la consolidación fiscal.
A mediano plazo, la recuperación enfrenta otros obstáculos importantes: la disminución de los flujos internacionales de capital, un elevado desempleo y una capacidad ociosa que supera el 10% en muchos países.

Lucha contra la pobreza podría dificultarse

En los próximos 20 años, la lucha contra la pobreza podría dificultarse si los países se ven obligados a recortar las inversiones productivas y en capital humano debido a la disminución de la ayuda para el desarrollo y de los ingresos tributarios. Si los flujos de ayuda bilateral se reducen, como ha ocurrido anteriormente, las tasas de crecimiento a largo plazo de los países en desarrollo podrían resultar afectadas, y, a raíz de ello, para 2020 el número de personas que vivan en la pobreza extrema podría llegar a incrementarse en 26 millones, según el informe.

Muchas naciones en desarrollo continuarán afrontando serios déficits de financiamiento. Conforme a las predicciones, los flujos de capital privado con destino a los países en desarrollo tendrán un repunte apenas moderado, al pasar de US$454.000 millones (2,7% del PIB) en 2009 a US$771.000 millones (3,2% del PIB) para 2012, muy por debajo de los US$1,2 billones (8,5% del PIB) registrados en 2007. Según las proyecciones, el déficit global de financiamiento de los países en desarrollo será de US$210.000 millones en 2010 y descenderá a US$180.000 millones en 2011, monto inferior a los US$352.000 millones estimados en 2009.

 


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