ARTÍCULO

Donaciones ayudan a tres países a combatir el cambio climático

Noviembre 11, 2010


TITULARES
  • Níger, Tayikistán y Bangladesh reciben US$50 millones cada uno en donaciones para poner a prueba estrategias de adaptación al cambio climático.
  • Estos países serán los primeros en participar en un programa que es parte de una asociación mundial, los Fondos de Inversión en el Clima (FIC).
  • Los recursos se utilizarán para proteger a las personas y terrenos en zonas bajas, prepararlos para el cambio climático, combatir la sequía y mejorar la seguridad alimentaria.

Ciudad de Washington, 11 de noviembre de 2010 — Un comité multinacional decidió que Bangladesh, Tayikistán y Níger, tres países muy vulnerables al cambio climático, reciban US$50 millones cada uno en donaciones para poner a prueba estrategias de adaptación e integrar el riesgo climático a sus planes económicos.

Estas naciones serán las primeras en participar en el Programa Piloto sobre la Capacidad de Adaptación al Cambio Climático (PPCR, por sus siglas en inglés), auspiciado por los Fondos de Inversión en el Clima (FIC) de US$6.400 millones, creados en 2008 para financiar la energía renovable, la tecnología limpia, el tránsito eficiente en las ciudades, la preservación de los bosques y la capacidad de adaptación al cambio climático. Los involucrados en estos fondos —países donantes, destinatarios del financiamiento y cinco bancos multilaterales de desarrollo—, se reúnen esta semana en la ciudad de Washington para evaluar el avance en pos de estos objetivos.

Fue muy importante que pudiéramos aprobar los primeros tres programas de inversión en conformidad con el programa piloto sobre la capacidad de adaptación al cambio climático”, sostuvo el copresidente del Comité del PPCR, Christoffer Bertelsen, asesor principal y ministro consejero del Ministerio de Asuntos Exteriores de Dinamarca.

Esperamos que este hecho sirva de ejemplo y muestre al mundo que los Fondos de Inversión en el Clima están realizando un trabajo formidable para avanzar en las actividades relacionadas con el cambio climático”.

Energía solar en el Norte de África podría ser “transformadora”

Varios países de Oriente Medio y Norte de África se están desplazando con rapidez hacia el aprovechamiento de una fuente de energía más abundante que las vastas reservas de petróleo de la región: el sol.

Marruecos, Egipto, Túnez, Argelia y Jordania planean construir usinas de energía solar concentrada para abastecer sus propias necesidades energéticas y ayudar a satisfacer la demanda de energía renovable de Europa. Para 2020, la capacidad de energía solar de estos países podría alcanzar los 5 gigavatios, según un informe de avance que se presentará el viernes al Comité del Fondo para una Tecnología Limpia (FTL) durante la reunión de los Fondos de Inversión en el Clima que se realizará en la ciudad de Washington.

Desde el pasado diciembre, los países ampliaron un programa ya “ambicioso” para hacer “algo más transformador”, dice Jonathan Walters, director de programas y estrategias regionales de la región de Oriente Medio y Norte de África del Banco Mundial.

El primer proyecto que será publicado en línea en 2014 será la primera fase de la planta de 500 megavatios de Ouarzazate, en Marruecos, que se espera sea la usina eléctrica de energía solar concentrada más grande del mundo.

En la región serán agrupadas también otras usinas como la citada, lo que ayudará a bajar los costos tecnológicos y a lanzar una tecnología importante para la mitigación del cambio climático en todo el planeta. La usina solar de Ain Beni Mathar de Marruecos ya está suministrando energía a la red.

El Comité del FTL supervisa los US$4.300 millones de donaciones y financiamiento en condiciones concesionarias y en diciembre pasado aprobó un plan que permitiría a estos países de Oriente Medio y el Norte de África reducir las emisiones de dióxido de carbono en aproximadamente 1,8 millones de toneladas por año y, al mismo tiempo, mejorar la seguridad energética y crear lazos económicos más estrechos con Europa por medio de exportaciones de energías renovables.

La magnitud misma del proyecto Ouarzazate y el compromiso de Marruecos cambiaron verdaderamente todo el tono y la naturaleza de lo que está sucediendo en la región”, concluye Walters.

Protección de las áreas costeras de Bangladesh

Bangladesh está clasificado como el país más vulnerable al clima de todo el planeta y ha sufrido gran parte de los ciclones más letales. Las donaciones de los FIC de US$50 millones y otros US$60 millones de préstamos en condiciones concesionarias se utilizarán en una de las principales prioridades de esta nación: proteger a las personas y tierras en zonas costeras bajas, dice Maria Sarraf, líder del equipo de tareas del PPCR y economista superior en Medio Ambiente de la región de Asia meridional del Banco Mundial.

Bangladesh ha experimentado durante mucho tiempo desastres naturales como ciclones, inundaciones o marejadas ciclónicas, de modo que cuando el cambio climático amenazó con empeorar la situación, el Gobierno actuó sin demora”, afirma.

Se usarán US$25 millones de las donaciones para apuntalar inversiones mucho más importantes destinadas a construir mejor y más alto el muro de contención costero para que resista los ciclones y las marejadas ciclónicas. Es probable que el programa, que será administrado por el Banco Mundial, utilice US$300 millones de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo del Banco Mundial para los países más pobres.

Se espera que el proyecto cree un plan de largo plazo para la construcción del muro de contención, cuyo comienzo se estima en un año.

Otra donación de US$25 millones, más los US$50 millones del préstamo en condiciones concesionarias, complementarán el financiamiento del Banco Asiático de Desarrollo de US$215 millones para un proyecto de abastecimiento de agua y saneamiento de la zona costera.

Una tercera donación de US$3 millones y US$10 millones de financiamiento en condiciones concesionarias serán destinados a alentar a los agricultores del área a plantar cultivos resistentes a los cambios del clima. El proyecto será administrado por la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés).

Fortalecimiento de capacidad de adaptación y conocimiento sobre cambio climático en Tayikistán

Los US$50 millones en donaciones para Tayikistán se utilizarán para prepararse frente a los patrones climáticos cambiantes. En un estudio realizado en 2009 por el Banco Mundial, titulad Adapting to Climate Change in Europe and Central Asia (Adaptación al cambio climático en Europa y Asia central), se descubrió que este país era el más vulnerable al cambio climático de la región y uno de los menos capacitados para adaptarse. Se estima que el derretimiento de los glaciares y el riesgo de sequías e inundaciones aumentarán en las próximas décadas.

La infraestructura de la era soviética “no cuenta con la capacidad de enfrentar la variabilidad que se observa en el clima en la actualidad, mucho menos la que depara el futuro”, afirma Ron Hoffer, coordinador de un banco multilateral de desarrollo para el programa de Tayikistán y especialista principal en Medio Ambiente del Banco Mundial.

Las donaciones de los FIC impulsarán los seis proyectos propuestos destinados a mejorar la preparación del país frente a los desastres y su capacidad de responder al cambio climático. Dichos proyectos están respaldados por el Banco Mundial, el Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Europeo de Desarrollo y abordarán las grandes deficiencias en la recopilación de datos sobre el clima y el pronóstico, además de reforzar la capacidad de sectores clave para responder al cambio climático pronosticado.

Entre las principales metas se incluyen: desarrollo de sistemas de alerta temprana; protección contra los impactos del clima en los servicios energéticos existentes, entre ellos los de energía renovable como la hidroeléctrica y el manejo del agua; prácticas de gestión de las tierras que promuevan una agricultura sostenible, y construcción de capacidad de adaptación en los ecosistemas vulnerables, por ejemplo, el de la cuenca del río Pyanj.

El programa piloto ya cumplió un papel decisivo en los primeros esfuerzos en Tayikistán, asegura Hoffer.

El PPCR ofreció el primer foro para que el Gobierno y los interesados se centren en el tema de la adaptación”, agrega.

Los US$50 millones de las donaciones constituyen una contribución importante que será de gran ayuda para enfrentar este enorme desafío. El trabajo fue inmenso, pero es muy satisfactorio poder ver a todos los socios para el desarrollo trabajando juntos en este problema crucial”.

Níger: La carrera contra el hambre y la desertificación

En Níger, la donación de US$50 millones es un paso importante en el combate contra la sequía y el desierto invasivo, dice Taoufiq Bennouna, especialista superior en Gestión de Recursos Naturales del Banco Mundial.

Níger es uno de los países más afectados por el cambio climático”, explica Bennouna. “En su mayoría, la agricultura utiliza el agua de lluvia y cuando ésta no se produce los rendimientos de los cultivos son escasos. Níger sufrió siete sequías en los últimos 40 años, y la de este año derivó en hambruna en varias regiones del país”.

La donación recibida y el financiamiento adicional de US$60 millones en condiciones concesionarias respaldarán los proyectos y programas para mejorar la seguridad alimentaria y la capacidad de adaptación, prestando especial atención a las cuestiones de género y a los grupos más vulnerables. La estrategia requiere: que se incorpore la capacidad de adaptación a las estrategias de desarrollo, se amplíen las iniciativas de gestión sostenible de la tierra y se integren a los procesos de planificación y elaboración de presupuestos, se actualice la calidad de la información sobre el clima y que se ponga a disposición del público y se mejoren los métodos de evaluación y seguimiento.

El fin último es ayudar a Níger a alcanzar sus metas de desarrollo y reducción de la pobreza”, explica Bennouna.

El programa piloto de adaptación al cambio climático forma parte del Fondo Estratégico sobre el Clima (FEC), de US$1.900 millones, que administra programas que financian la preservación de los bosques y la energía renovable en países de ingreso bajo.Otros seis países (Bolivia, Camboya, Mozambique, Nepal, Yemen y Zambia) y dos regiones (Caribe y el Pacífico meridional) están desarrollando planes estratégicos y trabajando en la unificación del programa piloto mencionado.


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