ARTÍCULO

Crimen y violencia: un obstáculo para el desarrollo

Abril 19, 2012


Washington D.C, 19 de april de 2012 – Los altos índices de criminalidad en América Latina y el Caribe, no solo dejan un saldo lamentable de muertes y problemas sociales, sino que también constituyen, en algunos casos, el principal obstáculo para el desarrollo de estos países.

Un gran número de delitos y delincuentes acarrea grandes costos a los países que deben combatirlos, pero también para las actividades económicas, por los gastos elevados en seguridad y por la desconfianza que se genera entre los inversionistas potenciales.

El problema es cada vez más grave en Centroamérica, por ejemplo, donde en 2010 se produjeron más de 18.000 homicidios, una cifra que coloca al istmo como una de las áreas más inseguras del mundo. Los expertos coinciden en que todas estas muertes, las armas ilegales en la calle y la acción de los grupos pandilleros, generalmente vinculados al tráfico de drogas, amenazan gravemente las posibilidades de desarrollo a largo plazo para esos países.

¿Por qué hay violencia?

Para el padre Pepe Moratlla, un sacerdote español que trabaja hace más de 25 años en una comunidad humilde de El Salvador, el aumento de la criminalidad "es consecuencia de la carencia de trabajo, de salarios dignos, y una familia con una estructura muy débil".

Enrique Molina, del programa Barrio Ciudad en Honduras, afirma que la violencia se genera en "comunidades que no tienen agua potable, no tienen alcantarillado sanitario, tienen dificultades en acceso. Y en muchas de estas colonias (barrios) existen espacios públicos que no son aprovechados por los habitantes, pero sí son aprovechados por los que quieren hacer el daño a estas comunidades".

Si a la falta de oportunidades se le suma el hecho de que América Central es paso obligado para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, estamos en presencia de un problema que va mucho más allá de las fronteras de los países y de las soluciones que cada gobierno ponga en práctica para enfrentarlo.

De hecho, en junio de 2011 los países centroamericanos celebraron una reunión cumbre en Guatemala para proponer soluciones conjuntas, pero sobre todo para pedir el apoyo de la comunidad internacional y de organismos multilaterales como el Banco Mundial y otros.

Soluciones

Con el respaldo de la comunidad internacional, pero sobre todo con el trabajo incansable de organizaciones de la sociedad civil, en varios países de Centroamérica se llevan a cabo iniciativas para prevenir la violencia o disminuir sus consecuencias. Una de ellas es la Fundación Educación y Trabajo, del padre Moratlla, que lleva adelanta un programa de educación musical en 40 escuelas de El Salvador.

"El objetivo es contrarrestar la violencia y la organización de las pandillas con la cultura musical", explica el sacerdote. En Honduras, por ejemplo, el gobierno financia el programa Barrio Ciudad para mejorar la infraestructura y servicios como la recolección de basura en comunidades pobres. "El proyecto ha cambiado bastante la vida de todos nosotros aquí en el barrio", dice Adali Correa, líder comunitario de Villanueva, en Tegucigalpa.

Elida Domínguez, desde Argentina, propuso en la página de Facebook del Banco Mundial "que haya más trabajo y educación" para combatir la delincuencia. "Que dejen de pasar programas violentos en la tele", pide Annete Bello. Y Aaroncito Leiva sugiere, por su parte, "leyes estrictas e irrevocables, sin derecho alguno para los criminales".

En todo caso, parece claro que no existe una solución única ni válida para todos los casos, y que los países que enfrentan este problema necesitan todo el apoyo que puedan recibir para que el crimen y la violencia dejen de ser una amenaza para su futuro.

Api
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