El modelo productivo de Paraguay está cimentado en la agricultura y ganadería, con una dependencia cada vez más importante en este sector. De acuerdo a un estudio presentado por el Banco Mundial en Asunción esa sería una de las causas de la volatilidad de su economía. El reporte presenta elementos para entender más profundamente la volatilidad en el crecimiento que ha venido experimentando el Paraguay, así como también a proveer insumos para la discusión sobre cómo manejarlo.
Conversamos con Fernando Blanco, economista principal del Departamento de Reducción de Pobreza y Gerenciamiento Económico, sobre los aspectos más resaltantes de este trabajo.
Pregunta: ¿Cuáles son los principales hallazgos del Estudio sobre Volatilidad?
Respuesta: El crecimiento del PIB real de Paraguay ha sido uno de los más volátiles de la región en los últimos años. Entre el 2000 y 2011, el crecimiento del PIB real en Paraguay fluctuó en 5,5 puntos porcentuales, excediendo la volatilidad de la mayoría de los países pares latinoamericanos. Este no fue siempre el caso. Durante el período 1960-2011, la volatilidad del crecimiento en Paraguay fue menor que en otros países de la región. Es demasiado pronto para decir si la alta volatilidad en Paraguay es temporal o permanente, si bien algunos cambios estructurales, como por ejemplo el aumento del peso del sector agrícola en el PIB, están en línea con la idea de que la volatilidad está aquí para quedarse.
P: ¿Cómo impacta la volatilidad a la economía de Paraguay?
R: La volatilidad del crecimiento impacta la economía de Paraguay de varias maneras, impacta al sector agrícola; impacta a los agregados macroeconómicos tales como la inversión, los ingresos fiscales, o la pobreza y la equidad. Las principales fuentes de volatilidad en el sector agrícola se pueden clasificar en shocks a la producción y shocks a los mercados. Los shocks a la producción incluyen variaciones climáticas, precipitaciones, sequías, o brotes de enfermedades (por ejemplo, fiebre aftosa). Los shocks a mercados incluyen las variaciones de precios de commodities (materias primas), y las fluctuaciones de precios de insumos importados, como fertilizantes y pesticidas. En general, el limitado uso de los mercados de futuros y la poco oportuna disponibilidad de información de mercado provoca elevados costos de transacción y mayor incidencia de los riesgos asociados a la producción y comercialización del sector agrícola. Por su vez, la alta volatilidad afecta negativamente la inversión y por lo tanto el crecimiento económico y hace más difícil la reducción de pobreza.