ARTÍCULO

Sembrar esperanzas para los pequeños agricultores en Senegal

Octubre 20, 2014


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Talla Ndiaye, un agricultor local de la aldea de Nguick, ha perdido la mayoría de sus cultivos debido a la falta de precipitaciones por lo que se acercó a la unidad de procesamiento de la Cooperativa de Semillas Tool Baye en Kaolack para beneficiarse de la distribución de semillas WAAPP.


TITULARES
  • La falta de lluvias durante la temporada de siembra en Senegal ha dado lugar a cultivos marchitos y bajos rendimientos, obligando a los agricultores a plantar de nuevo en un intento por recuperar sus pérdidas.
  • Un programa de emergencia iniciado por el Programa de fomento de la productividad agrícola de África occidental (WAAPP) del Banco Mundial está proporcionando subsidios por única vez a la venta de cerca de 2000 toneladas de semillas certificadas de maíz, mijo y sorgo con el fin de ayudar a aliviar la carga financiera que tienen los pequeños agricultores senegaleses.
  • Las semillas subsidiadas que están a la venta cuentan con certificación de haber sido mejoradas mediante investigación y tecnología financiada por el WAAPP, y ofrecen la garantía de producir mayores rendimientos, ser más resistentes a la sequía y tener ciclos de maduración más breves.

Kaolack, 17 de septiembre de 2014. Tornados de polvo atravesaban los campos estropeados de maíz, maní y mijo en las afueras de Kaolack y Kaffrine, a unos 200 kilómetros de Dakar, la capital de Senegal. En medio del periodo de “invernar” o la temporada de lluvias, este espectáculo era más que desalentador... era casi catastrófico. 

En circunstancias normales, las fuertes lluvias de julio y agosto ya habrían dado paso a cultivos de hojas brillantes y suaves, prometiendo a los agricultores una buena cosecha en los meses de otoño. Este año, sin embargo, solo ha habido una pizca de lluvia ligera; lo suficiente para convencer a los agricultores de sembrar sus semillas, pero no lo suficiente para mantener sus cultivos en esta región de tierras de secano áridas. 



" Este programa de emergencia proporciona un gran apoyo a los productores que ya han perdido su primer tercio de siembra debido al déficit de lluvias y brinda a las cooperativas agrícolas la oportunidad de vender sus existencias restantes de semillas certificadas con el fin de pagar a sus productores y reembolsar sus préstamos bancarios "

Aifa Fatimata Ndoye Niane

economista agrícola del Banco Mundial que trabaja en Senegal

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Cultivos mal desarrollados en la región Kaffrine, Senegal son el resultado de la falta de lluvias, lo que pone en peligro las cosechas de los agricultores en los meses de otoño.


“He sembrado 50 acres de maní y 40 acres de mijo en tres ocasiones desde mayo. No pude cosechar ni un solo acre”, cuenta Talla Ndiaye, un agricultor local de la aldea de Nguick. 

Él no es el único agricultor que se frota las manos como muestra de desesperación mientras los cultivos siguen marchitándose. Las pequeñas agricultoras Ramata Niass y Faty Penda Niasse también se han encontrado ellas mismas y su pueblo en la misma situación crítica, que los llevó a todos a la unidad de procesamiento de la Cooperativa de Semillas Tool Baye en Kaolack. 

Han viajado hasta Kaolack para abastecerse de nuevas semillas vendidas por 100 francos CFA el kilogramo en lugar del precio de 300 o 500 francos CFA que se cobra en los mercados locales. En un intento por mitigar esta difícil situación, el Programa de fomento de la productividad agrícola de África occidental (WAAPP, por sus siglas en inglés), patrocinado por el Banco Mundial y el Gobierno de Senegal, está proporcionando subsidios por única vez  a la venta de 1713 toneladas de semillas de maíz, 90 toneladas de semillas de mijo y 122 toneladas de semillas de sorgo con el fin de ayudar a aliviar la carga financiera de los pequeños agricultores senegaleses que ya han perdido la siembra de este año. 

Las semillas subsidiadas que están a la venta son parte de un excedente de la cosecha de semillas del año pasado, producidas por los agricultores locales y tratadas y almacenadas por cooperativas como Tool Baye, todas las cuales son patrocinadas por el WAAPP. Como tal, las semillas tienen certificación de haber sido mejoradas mediante investigación y tecnología financiada por el WAAPP, garantizando que producen mayores rendimientos y son más resistentes a la sequía. Las semillas tienen además ciclos más breves de maduración, lo que permite que los agricultores cosechen antes. Esto será fundamental para los pequeños agricultores que ya han perdido sus cosechas y tendrán que empezar de cero a mitad de la temporada de lluvias. 

“Vine aquí para comprar semillas para mí, así como en nombre de mi pueblo. Las semillas que se ofrecen a través de la Cooperativa Tool Baye son más asequibles y de mejor calidad. También ahorraré tiempo, ya que no tengo que clasificarlas y pelarlas antes de la siembra”, dice la agricultora Ramata Niass. 

La aldea de Ramata Niass, TiabaNiassen, fue uno de los 21 pueblos que pudo beneficiarse de esta oportunidad. En un esfuerzo por limitar los abusos de estos subsidios de emergencia, el programa estableció normas de calificación para los beneficiarios y restringe la cantidad de semillas que se venden a una persona o aldea para garantizar que se beneficiarán las personas más necesitadas. 

“Estos son subsidios excepcionales para una situación excepcional. El WAAPP llevará a cabo una misión de seguimiento para verificar que los beneficiarios usaron las semillas para volver a sembrar sus cultivos, y no se dedicaron a revenderlas a un precio mayor en los mercados locales”, explica Mour Gueye, quien coordina el programa WAAPP en Senegal. 

La misión principal del Programa de fomento de la productividad agrícola de África occidental —puesto en marcha en 2007— es generar y difundir mejores tecnologías agrícolas para aumentar la productividad en 13 países participantes. Solo en Senegal, el programa se encuentra en su segunda fase y después de apenas 20 meses, WAAPP-2A ha beneficiado a más de 193 000 personas, de las cuales el 19 % son mujeres. Ya ha superado la meta de 150 000 beneficiarios, establecida para diciembre de 2014. 

El programa también ha desarrollado dos nuevas semillas que elevan el total a 16. Estas nuevas variedades han sido adoptadas por 119 800 productores en Senegal, y fueron plantadas en aproximadamente 700 acres. Además, a través del financiamiento del WAAPP, una rama del Centro Nacional para la Investigación de Senegal especializada en cereales secos ha facilitado 20 proyectos de investigación y lanzará ocho nuevas variedades: cinco variedades de caupí, dos variedades de maní y una variedad de sorgo. Asimismo, mediante el sistema competitivo de donaciones ejecutado por el Fondo Nacional de Investigación Agrícola y Agroalimentaria  (FNRAA, por sus siglas en francés), el WAAPP ha financiado 29 proyectos, cinco de los cuales están destinados a multiplicar las semillas certificadas, seis a la investigación en el campo de la adaptación y 18 a la difusión amplia de tecnologías agrícolas mejoradas. 

Según Aifa Fatimata Ndoye Niane, una economista agrícola del Banco Mundial que trabaja en Senegal, este programa particular de emergencia —el WAAPP—, que subsidia casi 2000 toneladas de semillas certificadas de maíz, mijo y sorgo “ofrece un gran apoyo a los productores que ya han perdido su primer tercio de siembra debido al déficit de lluvias y brinda a las cooperativas agrícolas la oportunidad de vender sus existencias restantes de semillas certificadas con el fin de pagar a sus productores y reembolsar sus préstamos bancarios”. 

“Si vuelven las lluvias normales y duran hasta octubre, los agricultores pueden esperar un impacto positivo en el rendimiento y la producción”, dice esperanzada. Con las nuevas semillas de alta calidad en mano, los agricultores senegaleses comparten su optimismo y ahora están a la espera de que los cielos se abran y la lluvia caiga, restableciendo el ciclo de siembra, esta vez para siempre. 


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