Incluso antes de entrar a FENAD, la pequeña fábrica de ladrillos, el ruido es ensordecedor. En el medio del patio, Chevelin Nicolas, el gerente, supervisa las operaciones y a veces ayuda clasificando arena, mezclando, cargando la máquina, completando la producción de bloques de cemento y apilándolos para protegerlos del sol —todos ellos pasos cruciales a la hora de fabricar bloques adecuados para la construcción.
“Elegimos construir esta fábrica porque el área (Delmas 32) fue totalmente destruida luego del terremoto; decidimos entonces que las personas debían ser capaces de reconstruir utilizando materiales de alta calidad”, dijo Nicolas, agregando que “estos bloques han superado las pruebas realizadas por el Ministerio de Obras Públicas”.
“Este proyecto nos permitió expandirnos”
Con 40 trabajadores de la misma comunidad, 50 trabajadores indirectos, 1500 ladrillos vendidos diariamente y hasta 150.000 gourdes (aproximadamente US$3200) en beneficios mensuales, estas cifras representan una historia de éxito para una compañía que comenzó con diez trabajadores, vendiendo como mucho 150 ladrillos al día.
Cuando la Force d’Entraide Nationale pour le Développement (FENAD) decidió poner el marcha el negocio en 2010 no contaba con recursos financieros ni técnicos. Identificada en 2012, en el contexto de un Proyecto de Desarrollo Urbano Comunitario (PRODEPUR), FENAD puso más de diez por ciento del capital social, recibiendo US$20.000 en financiamiento. Gracias a capacitación técnica y administrativa, los trabajadores y el personal gerencial mejoraron tanto el producto como la gestión de la compañía.
Hoy en día, además de ser autosustentable, FENAD también compró su propio terreno. “Trabajamos duro; pagamos un millón de gourdes (unos US$21.000), utilizando los beneficios acumulados”, dice Nicolas con orgullo.
“Prestando la mayor cantidad de servicios posibles a nuestra comunidad”
En la calle Jean-Georges de Delmas 32, los residentes hablan frente a una casa en construcción. El vendedor Wisner Mettelus apunta que “esta casa y muchas otras fueron construidas con bloques de la fábrica”. No es inusual ver a personas de la comunidad trasladando ladrillos en carretillas o llevándolos sobre sus cabezas.
Esta fábrica es la única que vende ladrillos de esta calidad en un área de 46.000 habitantes. Anteriormente, los miembros de esta comunidad debían viajar bastante para conseguir estos productos. Ahora tienen cerca una instalación con todos los servicios —FENAD se asegura de proporcionar capacitación para que ellos tengan las habilidades básicas para poder supervisar el trabajo realizado por los capataces que construyen sus hogares.
FENAD es apenas uno de 400 subproyectos terminados financiados por PRODEPUR.
PRODEPUR ayudó a mejorar las condiciones de vida de más de 270.000 personas respaldando iniciativas comunitarias ya existentes para que ampliasen el acceso a servicios de agua, electricidad y saneamiento; también ayudó a mejorar los barrios mediante la construcción de espacios públicos y la rehabilitación de caminos y corredores, conectando de esta manera a los residentes con centros de salud, escuelas y otros servicios en comunidades aledañas.
Uno de los principales beneficios: las asociaciones que participaron en este proyecto están muy comprometidas con el bienestar de los residentes de sus barrios. Chevelin Nicolas anuncia que “haremos lo que tengamos que hacer para gestionar correctamente este proyecto, proporcionando la mayor cantidad de servicios posibles a nuestra comunidad y desarrollando el área”.
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Este proyecto está financiado de manera conjunta por el Banco Mundial (US$15.7 millones) y el Banco de Desarrollo Caribeño (US$5 millones). En 2014, el Banco Mundial proporcionó US$7.5 millones en financiamiento adicional. Para más información sobre las áreas de intervención, visite: http://www.bmpad.gouv.ht/partenaires/accords-multilateraux/prodepur.html
