¿Qué pasa cuando apagas o enciendes la luz? Para muchos niños, pulsar un solo botón puede hacer que monstruos, duendes y otras criaturas tenebrosas que se ocultan detrás de la oscuridad de sus habitaciones desaparezcan.
Para Rita Alderete, muchos de estos monstruos son reales: sin un servicio básico para iluminar su casa en las afueras de la ciudad de Santiago del Estero, en Argentina, ella y su familia se ven expuestos a ataques de víboras e insectos cada noche mientras duermen.
Claro que este no es el único inconveniente que sufren por no tener acceso a la electricidad: tampoco pueden cargar sus teléfonos celulares, se les dificulta realizar tareas domésticas y escolares después del atardecer y gastan gran parte de sus ingresos en pilas o usan mecheros inseguros y perjudiciales para su salud.
El caso de Rita no es aislado. Se estima que 2 de cada 100 latinoamericanos, o lo que es lo mismo unos 12 millones de personas, aún no cuentan con servicios básicos de electricidad en sus hogares. La buena noticia es que, a nivel mundial, esta brecha de suministro se viene cerrando: casi 400 millones de personas pudieron acceder a sistemas seguros y fiables entre 2010 y 2017.
Sin embargo, el avance es más lento en las pequeñas comunidades alejadas de las ciudades. En Argentina, 100 mil familias que viven en áreas rurales no reciben un servicio básico de energía al estar lejos de las redes de distribución.
Un proyecto de la Secretaría de Energía de Argentina, con apoyo del Banco Mundial, busca acercar este servicio a familias como la de Rita, así como también a escuelas rurales y pequeños emprendimientos productivos.
Cada hogar beneficiario del proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales recibe un kit solar que le permite iluminar los ambientes de su casa, escuchar la radio y cargar la batería de sus teléfonos moviles sin necesidad de viajar hasta las ciudades.
“Esta iniciativa busca romper el círculo de la vulnerabilidad y la pobreza para muchas de estas familias, brindando mejoras en su seguridad y salud, así como su acceso a servicios de educación y telecomunicaciones. Esto es posible gracias al aprovechamiento de energías renovables y nuevas tecnologías adaptadas a zonas rurales aisladas”, menciona Lucia Spinelli, especialista del Banco Mundial.
Para conocer con más detalle cómo este proyecto está cambiando la vida de Rita y otras 100 mil familias en toda la Argentina no dejes de ver el vídeo.
