La población joven de África va en aumento, y casi 500 millones de personas alcanzarán la edad de trabajar de aquí a 2035. El empleo será la base de las oportunidades para esta generación, al proporcionarle un camino hacia la dignidad, el empoderamiento y la prosperidad compartida. El desafío es urgente: para convertir esta ola demográfica en un motor de crecimiento se requieren medidas decisivas que ayuden a crear suficientes empleos de calidad. Sin tales acciones, millones de habitantes corren el riesgo de quedar rezagados, y las consecuencias se extenderán mucho más allá de las fronteras de África.