COMUNICADO DE PRENSA

Somalia: Para acabar con la piratería en Somalia se precisan soluciones en tierra y el apoyo internacional para la reconstrucción del país

Abril 11, 2013



MOGADISCIO, 11 de abril de 2013. Pese a que en los últimos 12 meses se han reducido los episodios de piratería en aguas del Cuerno de África, un nuevo estudio del Banco Mundial sobre sus costos humanos y económicos afirma que “Somalia no puede ‘comprar’ su salida de la piratería, ni la comunidad internacional puede confiar exclusivamente en sus organismos encargados de hacer cumplir la ley para derrotar a los piratas en tierra o mar”.

El informe, titulado The Pirates of Somalia: Ending the Threat; Rebuilding a Nation (“Piratas de Somalia: Acabar con la amenaza y reconstruir una nación”), ha sido presentado en Mogadiscio con el apoyo del presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud, y en él se sugiere que una solución duradera para acabar con la piratería solo puede consistir en la recreación de un Estado somalí viable, capaz de prestar servicios esenciales en todo el país para reducir la pobreza y crear oportunidades. También será preciso reconocer la complejidad y volatilidad de la política local a la hora de conformar los medios para prestar a los somalíes mejores servicios de salud, educación, nutrición y de otro tipo, y en especial a quienes viven en áreas de piratería rampante.

En el prólogo de este nuevo informe, Makhtar Diop, vicepresidente del Grupo del Banco Mundial para África, y Kaushik Basu, economista principal del Grupo del Banco Mundial, afirman: “Tal como pone de manifiesto el informe, la solución a la piratería en Somalia es sobre todo y ante todo de carácter político”. “En este informe se afirma que, más allá de su potencia de fuego y de sus recursos económicos, la comunidad internacional puede y debe prestar ayuda a Somalia en la generación de conocimiento —conocimiento sobre cómo las dinámicas locales de poder configuran las normas para el intercambio de recursos, sobre el modo en que influyen las relaciones de clan y subclan y, en última instancia, en qué medida determinan la estabilidad de la política nacional— para hallar soluciones al problema de la piratería.”

El elevado precio de la piratería

Según afirma el Banco Mundial en uno de los estudios más detallados de los costos de la piratería en Somalia a nivel internacional y regional, dada su magnitud, extensión geográfica y nivel de violencia —que han generado una considerable preocupación pública en todo el mundo—, la piratería le cuesta a la economía global aproximadamente US$18 000 millones al año en costos comerciales agregados, cantidad que eclipsa los aproximadamente US$53 millones que desde 2005 se pagan anualmente como promedio en concepto de rescate.

La piratería no solo ha impuesto al comercio mundial en términos generales un tributo oculto, sino que ha afectado gravemente a la actividad económica de países vecinos. Desde 2006, los países de África oriental han experimentado un acusado descenso en llegadas de turistas y en producción pesquera. Desde el aumento en la actividad pirata, el gasto en el pujante sector turístico de África oriental ha crecido un 25% más lento que en otros países de África al sur del Sahara. De modo similar, y en comparación con otras regiones, las exportaciones de productos pesqueros de los países afectados por la piratería han disminuido en un 23,8% desde 2006, debido en parte a la reducción de la producción. Las capturas totales de atún en el océano Índico occidental se han reducido en un 26,8% a causa de la reubicación de las flotas en caladeros más seguros.

La propia Somalia ha sufrido considerablemente el impacto de la piratería. Se calcula que los costos comerciales agregados han supuesto para el país un costo de US$6 millones anuales; en esta cifra no se toma en cuenta el hecho de que Somalia no podrá desarrollar ni ampliar su comercio marítimo ni sus recursos pesqueros mientras se siga permitiendo a los piratas actuar en sus aguas.

En lo que respecta al costo humano, el saldo de la piratería somalí ha sido la captura de hasta 3741 miembros de tripulaciones de 125 nacionalidades distintas, con períodos de privación de libertad de hasta 1178 días. Al menos 97 marineros podrían haber perdido la vida durante ataques, en reclusión a causa del deficiente trato recibido, o en el curso de operaciones de rescate.

Del lado somalí, el precio pagado también ha sido alto: se cree que centenares de piratas han muerto en el mar. 

El singular negocio de la piratería somalí

Dado que el negocio de la piratería somalí consiste fundamentalmente en el secuestro a cambio de rescate, depende considerablemente del apoyo que se presta desde tierra en forma de infraestructura de provisión alimentos, agua potable, combustible y khat, la sustancia narcótica que consumen los guardianes encargados de la custodia de los buques secuestrados a lo largo del período de negociación del rescate.

Los piratas somalíes, por consiguiente, necesitan garantizarse un acceso regular a la costa, así como protección frente a fuerzas nacionales e internacionales encargadas de hacer cumplir la ley, y grupos criminales de la competencia. Que los piratas puedan fondear libremente los navíos que secuestran a lo largo de la costa somalí es un reflejo de su capacidad para granjearse el apoyo de autoridades gubernamentales, empresarios, jefes de clanes, milicias y comunidades locales. En estos fondeaderos, los piratas han hecho uso de una combinación de compensaciones y coacción física para asegurarse un acceso irrestricto a la costa durante períodos prolongados. Se calcula que comandantes e instigadores del negocio de la piratería en Somalia reparten entre el 70% y el 86% de las ganancias obtenidas de esa actividad con estas partes interesadas, sin cuyo apoyo el fondeo de las naves no sería posible.

“Comprender mejor cómo ha sido posible que la piratería se establezca en localidades y comunidades de toda la costa somalí brinda al nuevo Gobierno de Mogadiscio y a la comunidad internacional una idea mucho más clara de las políticas de desarrollo y de las alianzas que serán necesarias para acabar con la piratería en estos focos y para restablecer un nuevo y próspero Estado somalí en África oriental”, afirma Bella Bird, directora a cargo de Somalia, Sudán del Sur y Sudán del Banco Mundial, que trabaja en estrecha colaboración con el Gobierno sobre sus planes para restaurar servicios esenciales para la población somalí y conducir al país hacia un sendero de crecimiento y prosperidad.

Hay que cambiar el enfoque actual de la lucha contra la piratería

La razón de 300:1 entre el costo global de la piratería y los pagos anuales en rescates a los piratas ofrece un poderoso motivo para el apoyo internacional a Somalia. Las políticas que se aplican actualmente en tierra y en mar para acabar con la piratería somalí son ineficaces o probablemente insostenibles. El propósito de las intervenciones en tierra, como el desarrollo económico local o las iniciativas para el cumplimiento de la ley, consiste en disuadir a los jóvenes somalíes de convertirse en piratas mediante el incremento del atractivo de empleos alternativos o a través del compromiso de imponer largas penas de cárcel en caso de captura. No obstante, tal como advierte el informe, los piratas se limitarán a ofrecer salarios más elevados a adolescentes y jóvenes somalíes pobres y sin empleo para que asuman el riesgo de ser capturados o de morir en el mar. Si bien se considera que las patrullas navales fuertemente armadas y una seguridad mejorada a bordo de los buques comerciales explican el desplome de la piratería en 2011 y en 2012, estas medidas solo son efectivas mientras se sigan aplicando.

“Dado el elevado costo de estas medidas contraofensivas, en el largo plazo puede que, sencillamente, sean insostenibles”, señala Quy-Toan Do, autor principal del informe y economista superior del departamento de investigación del Banco Mundial y de la vicepresidencia del Banco Mundial para África. “La piratería en aguas del Cuerno de África depende enormemente de las operaciones en tierra para mantenerse, y por consiguiente cualquier solución a largo plazo habrá de pasar por forjar un contrato político con quienes ejercen el poder local, es decir, un cambio de perspectiva desde los perpetradores hacia los posibilitadores de la piratería.” 

Para consultar el informe completo, visite: https://www.worldbank.org/en/news/feature/2013/04/11/ending-somali-piracy-go-after-the-system-not-just-the-pirates

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COMUNICADO DE PRENSA N.º
2013/322/AFR

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