COMUNICADO DE PRENSA

La fuerte demanda interna impulsa el aumento del crecimiento en Asia oriental y el Pacífico

Abril 15, 2013




Algunas grandes economías deben estar alerta ante la posibilidad de recalentamiento

SINGAPUR, 15 de abril de 2013. En su último análisis económico de la región en desarrollo de Asia oriental y el Pacífico, el Banco Mundial asegura que las economías de la zona, que crecieron al 7,5% en 2012 impulsadas por la fuerte demanda interna —y por encima de cualquier otra región del mundo— siguen siendo el motor del crecimiento global. En un contexto de recuperación económica mundial, el informe, que se ha hecho público hoy, prevé que el crecimiento regional aumente moderadamente hasta el 7,8% en 2013 y se modere hasta el 7,6% en 2014.

“La región de Asia oriental y el Pacífico aportó en torno al 40% del crecimiento global en 2012, y la economía mundial sigue dependiendo del crecimiento de una región en la que aumenta la confianza de los inversores y se mantiene la solidez de los mercados financieros”, declaró Axel van Trotsenburg, vicepresidente para la región de Asia oriental y el Pacífico del Banco Mundial. “Ha llegado la hora de que los países se concentren en ayudar a los que aún siguen en la pobreza, con más inversiones y de mejor calidad, para acelerar un crecimiento incluyente”.

Las políticas fiscales y monetarias de estímulo al consumo y la inversión ayudaron a mantener el crecimiento durante 2012 en toda la región, siendo los países de ingreso mediano los que tuvieron un desempeño especialmente positivo. Las economías en desarrollo, al margen de China, crecieron un 6,2% en 2012, desde el 4,5% registrado en 2011.

En China, el crecimiento se ralentizó hasta el 7,8% en 2012 a causa de los esfuerzos de reequilibrio, pero la renta real disponible en los hogares urbanos aumentó por encima del 9%, lo que supuso un respaldo al consumo doméstico, que a su vez contribuyó en 4,4 puntos porcentuales al incremento del PIB. Se prevé que China crezca el 8,3% en 2013 y el 8,0% en 2014.

Desde mediados del año pasado han disminuido los riesgos derivados de la Eurozona y de Estados Unidos. Las previsiones de referencia sobre crecimiento global elaboradas por el Banco Mundial reflejan una expansión moderada del 2,4% para 2013 y un fortalecimiento gradual del 3,0% para 2014. Pese a que sigue siendo frágil, se perciben indicios de un cambio de rumbo en la actividad real de las economías de ingreso alto, con lo que este año se estabilizará la demanda externa de exportaciones de la región de Asia oriental y el Pacífico. Las cifras más recientes sobre producción industrial y las expectativas de los productores confirman un sólido crecimiento sostenido.

A corto plazo, es probable que la fluctuación de las divisas nacionales de países de ingreso alto, como el yen, afecte al comercio y los flujos de inversión en la región. Algunos países podrían resultar beneficiados, en particular los proveedores de repuestos para la industria japonesa y los países con importantes inversiones en ese país, mientras que otros que compiten directamente con Japón en terceros mercados podrían no tener el viento a su favor a corto plazo. No obstante, el regreso a la senda del crecimiento sostenido en Japón, según el informe, beneficiaría a la región en su conjunto.

Conforme se recupera la economía mundial, una cuestión que está cobrando fuerza es el riesgo de recalentamiento en algunas de las economías más grandes. Las cifras más recientes sugieren que, si la demanda mundial continúa reactivándose, algunas de esas economías podrían alcanzar los límites de su capacidad productiva actual, puesto que se ha reducido en ellas el diferencial de producción.

“Aunque la mayoría de los países en desarrollo en Asia oriental están bien preparados para absorber impactos externos, insistir en medidas impulsoras de la demanda podría resultar contraproducente, dado que se reforzarían las tensiones inflacionistas”, aseguró Bert Hofman, economista jefe del Banco Mundial para Asia oriental y el Pacífico. “Un fuerte repunte del flujo de capitales hacia la región inducido por rondas prolongadas de moderación cuantitativa en Estados Unidos, la Unión Europea y Japón podría amplificar los riesgos para el crédito y el precio de los activos”.

El conjunto de la gestión de la crisis económica global en la región de Asia oriental y el Pacífico ha sido efectivo, lo que ha posibilitado su resistencia continuada y crecimiento sostenido.

El desafío ahora para los responsables de formular políticas consiste en sacar provecho de estas ventajas y abordar retos en el corto y largo plazo mediante políticas inteligentes:

·         Los responsables de formular políticas deben mantenerse alerta para reaccionar ante las turbulencias de la economía mundial, pero también han de estar dispuestos a replegar los estímulos a medida que la economía mundial se recupera. En el caso de los países que dan muestras de tensión inflacionista, parece que es un buen momento para retomar soluciones reguladoras.

·         Varios países deben gestionar las fuertes entradas de capital, manteniendo una adecuada combinación de políticas macroeconómicas, suficiente flexibilidad en los tipos de cambio y políticas macroprudenciales.

·         La mayoría de los países podría incrementar su capacidad productiva mediante inversiones en infraestructuras y capital humano, preparando así la senda para un elevado crecimiento sostenido y equitativo.

 

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COMUNICADO DE PRENSA N.º
2013/333/EAP

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