COMUNICADO DE PRENSANoviembre 19, 2025

Los países de ingreso bajo gastan en salud solo USD 17 per cápita al año

En un nuevo informe del Grupo Banco Mundial se ponen de relieve los desafíos que presenta el financiamiento de la salud para la fuerza laboral del futuro

Ciudad de Washington, 19 de noviembre de 2025.Según un nuevo informe del Grupo Banco Mundial publicado hoy, pese a los esfuerzos que llevan adelante muchos países en desarrollo por mantener el gasto en salud en un entorno de presión fiscal, las inversiones siguen siendo insuficientes para financiar los servicios básicos, fundamentales para salvar vidas, crear empleo e impulsar el crecimiento.

En el documento titulado At a Crossroads: Prospects for Government Health Financing Amidst Declining Aid (i) (Momento decisivo: Perspectivas para el financiamiento gubernamental de la salud en un contexto de disminución de la ayuda) se concluye que, en 2024, el gasto combinado de los Gobiernos y los donantes en salud fue, en promedio, de solo USD 17 per cápita en los países de ingreso bajo, es decir, menos de un tercio del monto mínimo estimado en USD 60 que se necesita para ofrecer un paquete básico de servicios esenciales. En los países de ingreso mediano bajo, esa cifra fue de USD 47, apenas la mitad del valor de referencia de USD 90. 

A pesar de que las necesidades van en aumento, el gasto en términos reales en salud se ha estancado desde 2018, y muchos países conceden menos prioridad al sector. Las consecuencias son contundentes para la salud, la creación de empleo y el crecimiento. Una menor inversión en salud a menudo significa menos consultas prenatales, acceso limitado a las vacunas, escasez de trabajadores en la primera línea de atención y clínicas con escasos recursos. Los sectores más pobres y vulnerables son los más afectados, ya que muchos se ven obligados a pagar los servicios de su bolsillo y sumergirse más profundamente en la pobreza o a renunciar a la atención médica. Estos retrocesos limitan aún más su acceso a las oportunidades de empleo. 

“Este informe nos recuerda que, si bien el avance es posible, requiere un compromiso y una colaboración constantes”, dijo Mamta Murthi, titular de la Vicepresidencia de Personas del Grupo Banco Mundial. “Brindar servicios de salud esenciales a otros 1500 millones de personas para 2030 requerirá un esfuerzo compartido con inversiones más inteligentes, mayor volumen de financiamiento nacional y alianzas más sólidas entre los Gobiernos, el sector privado y los asociados en la tarea del desarrollo”.

En los próximos cinco años, los países de ingreso bajo y mediano bajo enfrentarán desafíos cada vez mayores, dado que se prevé que disminuirá la asistencia para el desarrollo destinada a la salud (ADS). Si bien se espera que el gasto público en salud aumente en las dos terceras partes de todos los países, los recortes drásticos en la ADS reducirán el total de recursos disponibles. Para 2030, en más del 80 % de los países de ingreso bajo y en el 40 % de los de ingreso mediano bajo, el gasto de los Gobiernos y los donantes en salud será menor que en 2024. 

Los países se encuentran en un momento decisivo en su camino hacia la ampliación del acceso a servicios de salud asequibles y de calidad para todos. Los países se encuentran en un momento decisivo en su camino hacia la ampliación del acceso a servicios de salud asequibles y de calidad para todos. Si bien enfrentan desafíos considerables, también tienen la oportunidad de llevar adelante reformas audaces para reconfigurar profundamente los sistemas de salud. En el informe se exponen tres prioridades para la acción:

  • Utilizar los recursos más eficientemente. Si se pone el foco en los servicios de atención primaria de alto impacto, se mejora la ejecución del presupuesto de salud y se alinea el apoyo de los donantes con las prioridades nacionales, se pueden generar mejores resultados aun con los niveles actuales de gasto gubernamental en salud.

  • Aumentar la proporción del gasto público destinada a la salud. Uno de cada tres países ya cuenta con margen fiscal para priorizar la salud dentro de los presupuestos existentes.

  • Expandir el espacio fiscal a través de reformas macrofiscales más amplias. Crecimiento económico más rápido, mayor movilización de ingresos internos y reasignación del gasto en subsidios ineficientes y mal focalizados a fin de crear espacio para incrementar la inversión en las prioridades de desarrollo, incluida la salud.

Será esencial la colaboración continua entre los Gobiernos, los asociados y los donantes para garantizar que las estrategias de financiamiento de la salud respondan a las realidades actuales y, al mismo tiempo, sigan alineadas con las aspiraciones a largo plazo. Este enfoque es la base de Health Works (i), una iniciativa del Banco Mundial que ayuda a los países a elaborar pactos nacionales en los que se establecen las reformas prioritarias y una hoja de ruta para la implementación con el fin de impulsar la inversión en salud y el acceso a ella. 

El próximo Foro de Alto Nivel sobre la Cobertura Sanitaria Universal (CSU) (i), que se celebrará el 6 de diciembre en Tokio, ofrecerá una oportunidad crucial para acelerar los avances mundiales hacia una salud para todos. El Foro, organizado por el Gobierno de Japón y convocado conjuntamente por el Grupo Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud, reunirá a líderes internacionales para evaluar los avances y comprometerse a desarrollar sistemas de salud más sólidos y equitativos.

At a Crossroads es el primer informe de una serie anual del Banco Mundial titulada Government Resources and Projections for Health (Recursos gubernamentales y proyecciones para el sector de salud), en la que se hace un seguimiento del gasto público en salud en los países de ingreso bajo y mediano bajo, y se los ayuda a ajustar el rumbo y garantizar avances.  
 

COMUNICADO DE PRENSA N.º 2026/022/People

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