COMUNICADO DE PRENSADiciembre 11, 2025

Proliferan las normas internacionales y reconfiguran la economía mundial: demasiados países en desarrollo quedan rezagados, según un informe

CIUDAD DE WASHINGTON, 11 de diciembre de 2025. De acuerdo con un nuevo informe del Banco Mundial, un conjunto cada vez mayor de normas internacionales —que abarcan desde el etiquetado de alimentos hasta las especificaciones de las redes celulares 5G— está reconfigurando de forma constante el orden económico mundial. Estas normas aportan cuantiosos beneficios a las naciones ricas y a las grandes empresas multinacionales que las establecen, pero dejan al margen a muchos países en desarrollo. 

Hoy en día, las normas constituyen un elemento esencial de la infraestructura económica y son tan vitales para la prosperidad como las carreteras o los puertos, según se afirma en el Informe sobre el desarrollo mundial 2025: Normas para el desarrollo, que ofrece el primer análisis integral del panorama de las normas a nivel mundial. En él se señala que la estandarización de los contenedores, al facilitar considerablemente el transporte de mercancías, impulsó el comercio mundial en mayor medida que todos los acuerdos comerciales de los últimos 60 años. Sin embargo, desde el cambio de siglo, las normas también se han convertido en armas en las guerras comerciales: las medidas no arancelarias, como las especificaciones sobre plaguicidas o los requisitos de etiquetado, por ejemplo, afectan actualmente al 90 % del comercio mundial, frente a tan solo el 15 % registrado a fines de la década de 1990.

“Las normas son centrales y, al mismo tiempo, están poco valoradas”, declaró Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior de Economía del Desarrollo del Grupo del Banco Mundial. “Cuando se establecen debidamente, pasan desapercibidas: el barco navega por el canal, el edificio resiste un terremoto, un kilogramo pesa lo mismo en Kenya que en Canadá, y nadie se detiene a pensar en los beneficios que eso genera. Es muy probable que el contenedor marítimo estandarizado haya promovido más comercio de manufacturas que todos los acuerdos comerciales juntos. Las normas digitales podrían tener un impacto similar en el comercio de servicios. Cuando los países adaptan, alinean y formulan normas activamente, estas son una herramienta poderosa para el crecimiento y la reducción de la pobreza. Este informe es la primera evaluación del papel que cumplen las normas en el desarrollo económico, y un llamado a que los países en desarrollo las incorporen como elemento central de sus estrategias de desarrollo”.

“La decisión del Banco Mundial de dedicar el Informe sobre el desarrollo mundial 2025 a las normas envía un mensaje contundente: las normas internacionales ya no son una infraestructura invisible, sino que contribuyen de manera crucial el desarrollo sostenible e inclusivo”, señaló Sergio Mujica, secretario general de la Organización Internacional de Normalización (ISO), el organismo de normalización más importante del mundo, que encuestó a 173 organismos nacionales de normalización para apoyar la labor de recopilación de datos realizada para el informe. “Liberar todo el potencial de desarrollo de las normas significa garantizar que todos los países puedan participar en su creación e implementación. Este informe es un oportuno llamado a la acción para fortalecer la participación y la cooperación mundiales en materia de normalización”.

El interés mundial por las normas se ha incrementado considerablemente. Más de la mitad de las 20 000 normas emitidas por la ISO en las últimas siete décadas se ha creado desde el año 2000, señala el informe. Solo en 2024, los principales organismos internacionales de normalización emitieron más de 7000 normas. Cuando se redactan las normas, no hay suficientes países en desarrollo sentados a la mesa de negociaciones, porque a menudo carecen de los recursos y los conocimientos especializados necesarios para participar. En promedio, integran menos de un tercio de los comités técnicos que determinan las normas internacionales en la ISO y una proporción aún menor en otros organismos. Apoyar una participación más amplia y estratégica es clave para garantizar que las normas sean pertinentes a nivel mundial y reflejen las diversas necesidades y contextos de desarrollo.

Convertir las normas en un trampolín para el desarrollo requiere una estrategia deliberada. En el informe se propone un marco de adaptación-alineación-formulación para países en diferentes etapas de desarrollo. Cuando el nivel de desarrollo es bajo, los países deben adaptar las normas internacionales a las realidades locales, de modo que las empresas puedan aprender y los mercados puedan crecer. No es prudente copiar ciegamente las normas mundiales más estrictas: las aspiraciones locales deben corresponderse con la capacidad local. 

Conforme aumenta la capacidad local, los países pueden alinearse con las normas internacionales, reduciendo la duplicación, facilitando el ingreso al mercado y ayudando a las empresas a competir en el extranjero. Al mismo tiempo, pueden dar forma a las normas internacionales, asegurándose de que reflejen las prioridades nacionales. Por último, a medida que se vuelven más ricos, los países en desarrollo deben formular nuevas normas o actualizar las existentes. 

De acuerdo con el informe, Japón ejemplifica la manera en que los países pueden utilizar las normas para acelerar el desarrollo. Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, se consideraba que las exportaciones japonesas eran de baja calidad y poco fiables. Pero el país se centró en convertirse en un fabricante de alta calidad, inicialmente copiando y luego perfeccionando ideas del exterior. Y lo logró gracias a la Asociación Japonesa de Normas y a la adopción generalizada de la gestión de la calidad total, que lo transformó en un referente mundial en materia de calidad.

“La enseñanza que pueden extraer las economías más exitosas es que las normas no son solo reglas técnicas, sino que constituyen la base de la innovación y la competitividad mundial”, afirmó Xavier Giné, director del Informe sobre el desarrollo mundial 2025. “Los países que incorporan las normas como parte de su estrategia de desarrollo —y no como una reflexión tardía— son los que han logrado avanzar en la senda de la prosperidad”.

COMUNICADO DE PRENSA N.º 2026/020/DEC

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