Discursos y transcripciones

Palabras del presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, en las Reuniones de Primavera de 2016 del Banco Mundial y el FMI

Abril 14, 2016


Presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim Conferencia de prensa de apertura de las Reuniones de Primavera de 2016 del FMI y del Banco Mundial Ciudad de Washington, Estados Unidos

Texto preparado para la intervención

Buenos días a todos, y bienvenidos a las Reuniones de Primavera de 2016 del Grupo Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

En primer lugar, quisiera señalar la incorporación oficial al Grupo Banco Mundial hace solo dos días del país miembro número 189: Nauru, Estado insular del Pacífico. En nombre de la institución, me alegra mucho dar la bienvenida a la República de Nauru al Grupo Banco Mundial.

En la última reunión que celebramos en Lima, anunciamos que, por primera vez, el porcentaje de personas que viven en la pobreza extrema en el mundo probablemente bajara a menos del 10 % en 2015. En la actualidad, alrededor de 700 millones de personas viven en la pobreza extrema, o sea, que hubo una reducción de más de 1000 millones de personas en 15 años.

Empero, el debilitamiento de la economía mundial amenaza nuestro avance hacia la eliminación de la pobreza extrema a más tardar en 2030. En la economía mundial, no hay muchos países con datos alentadores en el mundo, Estados Unidos es uno de ellos entre las economías desarrolladas e India lo es entre los países de ingreso mediano. El crecimiento sigue siendo débil en Europa y Japón; asimismo, según las proyecciones, entre las economías emergentes, en Rusia y Brasil volverá a registrarse crecimiento negativo. Acabamos de reducir nuestras previsiones económicas del crecimiento mundial este año al 2,5 % en lugar del 2,9 %.

En este período de desaceleración de la actividad económica mundial también encaramos grandes desafíos mundiales: los desplazamientos forzados, el cambio climático y las pandemias. Ahora estamos trabajando con urgencia y de maneras nuevas con los asociados para encontrar soluciones a estos problemas que nos afectan a todos.

En cuanto a los desplazamientos forzados, por ejemplo, en estos momentos estamos usando instrumentos financieros innovadores para financiar proyectos que crearán miles de empleos para los refugiados sirios y los ciudadanos de Jordania, país que los acoge. También estamos trabajando con Líbano para asegurar que todos los niños del país, libaneses y refugiados sirios, asistan a la escuela. Debemos hacer más, mucho más para brindar esperanza y oportunidades a los jóvenes de los países afectados por conflictos, especialmente en Oriente Medio y África.

En lo que respecta al cambio climático, debemos cumplir nuestras promesas del acuerdo sobre el cambio climático de París. Con todo, vemos que países del mundo están por firmar acuerdos relativos a la fuente de energía más contaminante, el carbón. De modo que en estos momentos estamos trabajando con los países para armar acuerdos que posibiliten que la energía renovable sea más barata que el carbón.

Por causa de la debilidad de la economía mundial, y de estos desafíos mundiales, la demanda de nuestros servicios jamás ha sido mayor, sin contar los períodos de crisis. Prevemos que hemos de proporcionar más de USD 25 000 millones en préstamos este año a los países de ingreso mediano, o sea USD 10 000 millones más que lo previsto antes. Con las proyecciones de este año, el financiamiento proporcionado por el Banco Mundial habrá sido de USD 150 millones en los últimos cuatro años, monto superior al registrado en cualquier otro período de cuatro años de la historia del Banco Mundial fuera de los períodos de crisis.

Este aumento de la demanda subraya la importancia de que este año los países donantes presten su apoyo a nuestra reposición de los recursos de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), que otorga préstamos de bajo costo y donaciones a los países más pobres. Solo en los últimos cinco años, la AIF ha respaldado la contratación o formación de 5100 millones de docentes; la atención prenatal de 17 millones de mujeres embarazadas; mejores servicios de abastecimiento de agua para 50 millones de personas, y la construcción o mejora de 102 000 kilómetros de caminos.

La ayuda de la AIF también permite a los países en desarrollo aplicar políticas que promuevan el crecimiento económico inclusivo, atraer inversiones del sector privado e invertir en la educación y la salud de la población. Una generosa reposición de los recursos de la AIF este año será esencial para nuestra labor en favor del logro de los objetivos de poner fin a la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida, para continuar nuestra intensa dedicación a los países más pobres del mundo, entre ellos los de África y Asia meridional, y ampliar nuestra labor para hacer frente a estos desafíos mundiales.

Muchas gracias. Ahora responderé sus preguntas.

 


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