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publication 9 de mayo de 2018

¿Progreso equitativo? Movilidad económica entre generaciones en todo el mundo

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Si nace en una familia de bajos ingresos, ¿cuáles son las probabilidades de que usted avance independientemente de sus orígenes? La capacidad de ascender en la escala económica, tanto a lo largo de la vida como en relación con la vida de los padres, es importante para combatir la pobreza, reducir la desigualdad, e incluso para impulsar el crecimiento económico. Sin embargo, la movilidad se estancó en los últimos años en muchas partes del mundo, y las perspectivas de numerosas personas en el planeta siguen aún muy vinculadas con la situación socioeconómica de sus padres más que con su propio potencial, según un nuevo informe del Banco Mundial dado a conocer hoy. La movilidad es también mucho más baja, en promedio, en las economías en desarrollo en comparación con las economías de ingreso alto. De las 50 economías con las tasas más bajas de movilidad ascendente en la educación, 46 son economías del mundo en desarrollo.

En el informe titulado ¿Progreso equitativo? Movilidad económica entre generaciones en todo el mundo (i) se señala que en África y Asia meridional, las regiones donde vive la mayoría de los pobres del mundo, se observa la movilidad promedio más baja. En algunos países de ingreso bajo o frágiles de África, solo el 12 % de los adultos nacidos en la década de 1980 ha recibido más educación que sus padres. En cambio, la movilidad promedio ha mejorado en Asia meridional, América Latina, y Oriente Medio y Norte de África. Si bien la movilidad tiende a mejorar a medida que las economías se vuelven más ricas, el informe indica que no hay nada inevitable acerca de este proceso. Más bien, a medida que las economías se desarrollan, es más probable que la movilidad aumente si las oportunidades se tornan más equitativas, lo que en general requiere mayores inversiones públicas y mejores políticas.

“Sobre la base del acceso a cantidades de datos sin precedentes, el informe describe un panorama detallado de la movilidad socioeconómica entre generaciones relacionada con la mayoría de la población mundial”, dijo Ambar Narayan, economista principal de las Prácticas Mundiales de Reducción de la Pobreza y Promoción de la Equidad del Banco Mundial y uno de los autores del informe. “Si bien el actual panorama invita a reflexionar, hay motivos para ser optimistas, y esto indica también que las medidas normativas tienen gran importancia para mejorar la movilidad”.

“Una mayor movilidad económica da lugar a un crecimiento económico más rápido y contribuye a reducir la pobreza”, señaló Roy Van der Weide, economista del Grupo de Investigación sobre Economía del Desarrollo del Banco Mundial y uno de los autores del informe. “Puede también promover la cohesión social y la estabilidad, y es más probable que las personas que viven en sociedades con un mayor grado de movilidad sean más optimistas respecto de su futuro”.

En el informe se examinan datos que abarcan un periodo de medio siglo para analizar si las vidas de los niños eran mejor o peor que las de sus padres en diferentes partes del mundo, y se plantean medidas a nivel local, nacional y mundial que pueden ayudar a romper el ciclo de la pobreza y la desigualdad, preparando el camino para que la próxima generación desarrolle su potencial. El análisis se fundó en la nueva Base de Datos Mundial sobre Movilidad Intergeneracional (BDMMI), que abarca el 96 % de la población mundial e incluye la mayor parte del mundo en desarrollo. En el informe se evalúan dos aspectos de la movilidad económica: 1. La movilidad absoluta, que mide la proporción de personas que presentan niveles de educación y de calidad de vida más altos que sus padres, y 2. La movilidad relativa, que es la medida en que la posición en la escala económica de una persona es independiente de la posición de sus padres.

Otras conclusiones:

  • La probabilidad de ascender en la escala económica de las futuras generaciones de adultos es baja entre las familias pobres, sobre todo en los lugares más pobres del mundo. En los países de ingreso bajo y mediano bajo, la probabilidad de que los niños sean matriculados en la escuela es considerablemente inferior entre los hogares más pobres con bajo nivel de educación de los padres.
  • Sin embargo, tendencias históricas y los avances recientes en los niveles de matrícula permiten tener cierto optimismo. En África y Asia meridional, el aumento de la matrícula en las últimas dos décadas puede haber incrementado la proporción de personas —nacidas en los años noventa y posteriormente— que tienen un mayor nivel de educación que sus padres.
  • Las niñas superan a los niños en las tasas de educación terciaria y de movilidad absoluta en los países de ingreso alto, y el patrón sigue una dirección similar en los países en desarrollo. En un futuro no muy lejano, la proporción de niñas con más educación que sus padres será mayor que la de los niños en su misma situación a nivel mundial. Sin embargo, los desafíos se mantienen ya que las mujeres aún se encuentran en desventaja en términos de salarios y empleo en la mayoría de los mercados laborales.
  • La movilidad relativa del ingreso también tiende a ser menor en las regiones en desarrollo y mayor en las economías de ingreso alto. Todas salvo una de las 25 economías del tercio más bajo por movilidad de ingreso son países de ingreso bajo o de ingreso mediano. En varias economías en desarrollo, la movilidad del ingreso es baja en comparación con la movilidad educativa. La falta de empleos parece ser una causa fundamental de grandes brechas entre la elevada movilidad educativa y la baja movilidad del ingreso en numerosos países en desarrollo.
  • Para adoptar políticas correctas se necesitan datos, y las políticas acertadas requieren financiamiento adecuado y decisiones prudentes en materia de gasto. A fin de evaluar la movilidad con más precisión es necesario tener mejores datos del capital humano para generaciones sucesivas, vinculando a los padres con los hijos. Una mayor movilidad se asocia con un gasto público más elevado. No solo importa el monto del gasto, sino también la calidad del gasto, como por ejemplo si el gasto en educación más alto da lugar al mejoramiento del aprendizaje.
  • Las políticas e inversiones deberían ayudar a reducir las brechas entre los que tienen y los que no tienen en la primera infancia y en el acceso a educación de calidad. Los países con bajas tasas de retraso del crecimiento de niños menores de 5 años tienden a registrar una movilidad educativa más alta. La movilidad es también más elevada en países donde una mayor cantidad de niños asiste a la escuela y recibe educación de calidad en sus primeros años de vida.
  • Tener las políticas y reglamentos adecuados, incluidas políticas fiscales, puede ayudar a aumentar la movilidad del ingreso y disminuir la probabilidad de que las personas queden atrapadas en la pobreza. Facilitar el acceso al mercado de trabajo a las personas desfavorecidas y a los jóvenes, mejorar la competencia entre los empleadores y aumentar la protección de los trabajadores que sufren discriminación por motivos de raza y género pueden contribuir a igualar las oportunidades en los mercados laborales. Desarrollar un sistema de impuestos progresivos y justos puede generar recursos para financiar inversiones continuas y ayudar a reducir la magnitud de la desigualdad de ingreso y riqueza, que es una causa fundamental de baja movilidad en la mayoría de las sociedades.
  • Las políticas a nivel local son importantes cuando se trata de igualar las oportunidades. El lugar donde una persona nace en un país es importante para la movilidad social y las oportunidades. Las políticas locales aplicadas al nivel de las comunidades y los vecindarios son cruciales para romper el ciclo de desigualdad.