Se espera que la minería respalde el crecimiento a mediano plazo. En el plano fiscal, el Gobierno está haciendo esfuerzos adicionales para alcanzar su meta de equilibrio fiscal a mediano plazo, ya que los cambios estructurales han provocado un déficit de ingresos. La pobreza en Chile es la más baja de la región y ha disminuido constantemente. Sin embargo, persisten importantes disparidades regionales y los avances en los indicadores no monetarios siguen siendo limitados.
El PIB creció un 2,6 % en 2024, impulsado por el aumento de las exportaciones mineras. La inversión disminuyó un 1,4 por ciento, mientras que el consumo creció apenas un 1,0 por ciento. El desempleo disminuyó ligeramente al 8,5 %, pero se mantuvo por encima del 7,2 % registrado en 2019. Las tasas de informalidad laboral se mantuvieron altas, especialmente entre las mujeres, alcanzando el 28,4 % en comparación con el 24,8 % entre los hombres. La inflación disminuyó al 4,3 % en 2024, frente al 7,6 % de 2023, pero se mantuvo por encima de la meta del Banco Central del 3 %.
En 2025, se espera que el crecimiento del PIB real sea del 2,6 %, respaldado por fuertes exportaciones y un repunte del consumo, junto con el aumento de la inversión extranjera e interna, especialmente en energía y minería. El déficit fiscal debería bajar del 2,8 % del PIB en 2024 al 1,5 % en 2025. Se prevé que la inflación alcance la meta del Banco Central del 3 % en el primer semestre de 2026 y se mantenga cerca de ese nivel. Se prevé que la pobreza (USD 8,30 al día en PPA de 2021) disminuya del 5,5 % en 2024 al 5,3 % en 2025 y al 5,1 % en 2026.