El rápido crecimiento económico de las últimas décadas llevó a una reducción significativa de la pobreza, con tasas que bajaron de casi 60% en 1990 a 19,8% en 2024 (US$8,3/día, PPP 2021).
No obstante, entre 2023 y 2024, la reducción de la pobreza mostró una desaceleración. La desigualdad sigue siendo uno de los principales desafíos del país: en 2024, mientras la pobreza era del 11,4% en áreas urbanas, en las áreas rurales, alcanzaba el 39,6%.
El déficit fiscal se amplió al 7,4% del PIB en 2024, con la deuda pública aumentando al 62,3% del PIB. La administración actual ha iniciado medidas para contener el gasto. Se prevé que la consolidación fiscal se reanude en 2025 bajo la Ley de Responsabilidad Fiscal y Social, con el objetivo de reducir el déficit al 4% del PIB mediante recortes de gastos y un aumento en las contribuciones a las pensiones.
De cara al futuro, Panamá enfrenta el reto de fortalecer la estabilidad fiscal, diversificar las fuentes de crecimiento y hacer que el crecimiento sea más inclusivo. Una recuperación sostenida dependerá de su capacidad para impulsar la inversión, mejorar la eficiencia del gasto y promover una mayor inclusión social. Además, el país puede consolidar aún más su posición como centro logístico y financiero regional, siempre que avance en reformas estructurales y mantenga la confianza de los mercados.
Última actualización: 6 de octubre, 2025