La industria manufacturera es un motor clave del empleo. En la mayoría de los países, la industria manufacturera genera más actividad económica por dólar de producción que ningún otro sector empresarial, y fortalece las economías y las oportunidades. Los fabricantes crean de manera directa empleos de diversos niveles de calificación, lo que permite a las personas, especialmente las mujeres, pasar del trabajo informal al empleo formal con beneficios, como mayor seguridad, mejores salarios, seguro social y acceso a servicios financieros. En los últimos tres años, IFC ha respaldado más de 60 proyectos de manufactura centrados en modernizar las cadenas de valor, mejorar la preparación para la exportación e incrementar el valor agregado. Estos esfuerzos han contribuido a crear entre 820 000 y 1,2 millones de empleos.