El turismo es uno de los empleadores más grandes y de más rápido crecimiento del mundo, generando más de 300 millones de puestos de trabajo a nivel global. La actividad turística, que abarca desde hoteles hasta sitios patrimoniales, crea oportunidades en las economías urbanas y rurales, especialmente para los jóvenes y las mujeres.

Impacto local. El turismo impulsa las economías locales apoyando a las pequeñas empresas, los artesanos y los productores de alimentos. Ayuda a preservar el patrimonio cultural al crear demanda de habilidades y productos tradicionales.

Empleo de los jóvenes. Con pocas barreras de entrada, el turismo ofrece a los jóvenes sus primeros empleos y posibilidades de trayectorias profesionales vitales. Además, permite desarrollar habilidades transferibles que abren las puertas al empleo a largo plazo en todos los sectores.

Empoderamiento de las mujeres. Las mujeres constituyen más de la mitad de la fuerza laboral del sector turístico, y a menudo ocupan puestos de liderazgo en el turismo comunitario. El turismo ofrece opciones de trabajo flexibles y oportunidades empresariales para las mujeres de las zonas rurales y urbanas.

Crecimiento verde e inclusivo. El turismo puede promover la gestión ambiental y el desarrollo inclusivo cuando se gestiona de manera responsable. Fomenta la inversión en infraestructura sostenible y la conservación dirigida por la comunidad.

Resiliencia y recuperación. El turismo se reactiva rápidamente después de las crisis, ayudando a las comunidades a recuperarse y restablecer los medios de subsistencia. Su capacidad de adaptación lo convierte en un sector clave para la revitalización económica posterior a una crisis.