Las instituciones del Grupo Banco Mundial cuentan con modelos financieros únicos que son eficientes y multiplican el impacto de cada dólar recibido, generando un valor considerable para los accionistas. El capital aportado por los accionistas ayuda a obtener dinero en los mercados de capital a muy bajo costo que se presta a los clientes. Los ingresos generados cubren con creces los gastos de funcionamiento, y permiten otorgar donaciones en condiciones concesionarias a los países más pobres del mundo y respaldar sus esfuerzos parar crear nuevos empleos.
Desde su creación, tres de las instituciones del Grupo Banco Mundial (el BIRF, IFC y MIGA) han recibido un monto total de USD 29 000 millones de los accionistas, que se ha multiplicado más de 50 veces y permitido otorgar alrededor de USD 1,5 billones en donaciones, préstamos, garantías e inversiones en capital accionario a los países en desarrollo. Los activos resultantes han generado suficientes ingresos para aportar USD 24 000 millones a la AIF, el fondo del Banco Mundial para los países más pobres del mundo. A su vez, la AIF ha transformado esta y otras contribuciones de los donantes en más de USD 567 000 millones en donaciones y préstamos en condiciones sumamente concesionarias.
Además del financiamiento que proporciona a los clientes con recursos propios, el Grupo Banco Mundial también moviliza capital de inversionistas privados para promover el desarrollo, lo que amplifica aún más su impacto. En el ejercicio de 2025, movilizó capital privado por valor de USD 69 000 millones, un aumento respecto de los USD 47 000 millones de los dos años anteriores.
Innovaciones recientes
Constantemente se actualiza el modelo financiero para crear un Grupo Banco Mundial mejor, más eficiente y más grande, que esté equipado para abordar desafíos globales urgentes y superpuestos.
Desde 2023, el Grupo Banco Mundial ha ofrecido nuevos instrumentos de financiamiento y ha modificado su modelo financiero, medidas que lo han hecho aún más eficiente y atractivo para los inversionistas. Por ejemplo:
El BIRF redujo la relación mínima entre capital y préstamos mínima del 20 % al 18 %, lo que podría generar USD 70 000 millones en financiamiento adicional en un período de 10 años. Este aumento prudente de la disposición a asumir riesgos fue posible gracias a nuevas protecciones que salvaguardaron la calificación crediticia AAA de la institución, que incluyen un sistema mejorado de monitoreo de su calificación crediticia y medidas de contingencia para restablecer su solidez financiera en caso de situaciones críticas.
El BIRF aumentó los límites para las garantías bilaterales de los accionistas e implementó una garantía del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura, lo que generó una capacidad de financiamiento adicional de USD 10 000 millones.
Otras innovaciones incluyen un instrumento de capital híbrido para los accionistas y la Plataforma de Garantías de Cartera. Hasta la fecha, 14 accionistas han prometido recursos para estos dos instrumentos, que pueden utilizarse para ampliar la capacidad financiera en cerca de USD 20 000 millones en un plazo de 10 años.
Movilizar al sector privado
El Grupo Banco Mundo ha intensificado sus esfuerzos para movilizar el capital privado. Solo en el ejercicio de 2025, se obtuvieron alrededor de USD 79 000 millones provenientes de bonos emitidos a inversionistas privados como parte de los modelos de negocios sostenibles del BIRF, la AIF e IFC. Estos fondos se destinan a financiar la misión del Grupo Banco Mundial. El BIRF también fue precursor de la emisión de bonos por resultados que vinculan el rendimiento financiero con resultados medibles en materia de desarrollo. Se han emitido bonos por resultados por un monto de USD 625 millones desde la primera emisión en 2021. Entre los ejemplos se encuentran un bono para la conservación de la vida silvestre, que mide el éxito sobre la base del crecimiento de la población de rinocerontes negros y apoya la vida silvestre y las comunidades locales en Sudáfrica, y un bono vinculado a la reducción de los residuos plásticos, que canalizó capital privado hacia dos proyectos en Ghana e Indonesia con el objetivo de disminuir y reciclar los desechos plásticos en comunidades vulnerables, eliminándolos de la naturaleza y los océanos. El mayor bono por resultados —un bono vinculado a la reforestación de la Amazonia de USD 225 millones, se emitió en agosto de 2024. Los inversionistas renunciarán a partes de los pagos de cupón que se utilizan para apoyar proyectos de reforestación de la Amazonia y, a cambio, recibirán pagos provenientes de créditos de carbono monetizables generados a partir de los proyectos respaldados.
Crear una nueva clase de activos
El Grupo Banco Mundial está creando nuevas formas de atraer capital privado institucional hacia los mercados emergentes. La Corporación Financiera Internacional (IFC), la entidad del Grupo Banco Mundial dedicada al sector privado, concluyó su primera operación de titulización por valor de USD 510 millones en septiembre de 2025, aunando una cartera global de diversos activos de alta calidad originados en IFC y que abarcan múltiples sectores y lugares geográficos de los mercados emergentes. Este préstamo garantizado es un paso hacia la creación de una nueva clase de activos y abre la puerta a que los fondos de capital más grandes del mundo —fondos de pensiones, compañías de seguros y administradoras de activos— inviertan de manera más significativa en los mercados emergentes. Además, permite al Grupo Banco Mundial movilizar inversiones privadas a gran escala y, al mismo tiempo, reutilizar el capital para apoyar a más países en desarrollo y proyectos.
Estos esfuerzos dirigidos a movilizar inversiones del sector privado multiplican el impacto, posibilitan los avances hacia los objetivos de desarrollo y empoderan a las empresas para que prosperen en sectores fundamentales en la creación de empleo.
El Grupo Banco Mundial, asimismo, conecta a las compañías de seguros internacionales con oportunidades que pueden generar impacto en los mercados emergentes. El mecanismo de seguro contra riesgos crediticios de IFC posibilita que las compañías de seguros internacionales se asocien con la entidad para ganar exposición a transacciones de alto impacto, al tiempo que IFC amplía considerablemente su capacidad de financiamiento, ayudando así a las empresas a crecer, crear empleos e impulsar el desarrollo económico. El Grupo Banco Mundial brinda apoyo a los clientes para que puedan gestionar la volatilidad del tipo de cambio incentivando los préstamos en moneda nacional. Por ejemplo, IFC está ampliando sus programas de fondos comunes en moneda local en México, Brasil, Colombia y Sudáfrica, y planea expandir la iniciativa a otros países. IFC también está estableciendo líneas de crédito en moneda local con bancos nacionales, comenzando con transacciones en Kenya que se replicarán en otros lugares.
Otra innovación es un nuevo servicio cambiario de varios niveles que proporciona a los inversionistas respaldo de liquidez en caso de incumplimiento de pago por parte de una empresa estatal, debido a una depreciación inesperada de la moneda local.
Hacer que los préstamos sean más accesibles y asequibles
Con el objetivo de prestar un mejor servicio a los países y reducir los costos, en octubre de 2024, el BIRF introdujo una serie de cambios en sus condiciones de financiamiento, que hicieron que los préstamos fueran más accesibles y asequibles. Los cambios incluyen:
La incorporación de un período de gracia para pagar comisiones por compromiso sobre saldos no desembolsados.
La eliminación de la prima por pago anticipado para ampliar las opciones de reembolso de los clientes.
La incorporación de precios con descuento para préstamos a corto plazo con un vencimiento final de siete años.
La ampliación de los precios más bajos del BIRF a los pequeños Estados más vulnerables.
También se han introducido incentivos para que los donantes y los países prestatarios aumenten sus inversiones en ocho desafíos globales con impacto transfronterizo: mitigación y adaptación al cambio climático, biodiversidad, seguridad alimentaria y nutricional, acceso y seguridad hídrica, acceso a la energía, fragilidad y conflictos, prevención y preparación para pandemias, y fomento de la digitalización.
El Marco de Incentivos Financieros (i) (FFI), aprobado por el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial el 9 de abril de 2024, incluye medidas para ayudar a los países prestatarios a acceder a más financiamiento y ofrecer incentivos de precios para reducir los costos de los proyectos elegibles. Es el primer marco holístico adoptado por los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) que proporciona financiamiento específico para proyectos que benefician a varios países. El FFI incluye la creación de la Plataforma de Aceleración de Soluciones Mundiales, que entrega financiamiento adicional para proyectos que abordan desafíos globales. Hasta junio de 2025, 17 proyectos habían recibido apoyo del FFI.
Financiar soluciones durante épocas difíciles
El Grupo Banco Mundial también está ofreciendo soluciones fiscales a los países que enfrentan crisis climáticas, sanitarias y de otro tipo. En abril de 2024, renovó cinco bonos para casos de catástrofe por un total de USD 745 millones: cuatro de México que brindan cobertura contra riesgos de terremotos y huracanes, por un valor de USD 595 millones, y un bono de Jamaica por USD 150 millones contra riesgos de tormentas lo suficientemente importantes como para ser bautizadas con nombre propio. Hasta septiembre de 2025, había ayudado a los países a transferir a los mercados internacionales riesgos de desastres por valor de USD 6500 millones. De este monto, quedan pendientes USD 1400 millones destinados a abordar los riesgos de terremotos y huracanes en Chile, Jamaica y México.
Otra herramienta importante del conjunto de herramientas de respuesta ante las crisis del Grupo Banco Mundial son las cláusulas de suspensión temporaria de la deuda tras una crisis climática que permiten a los pequeños Estados prestatarios del BIRF y la AIF aplazar los pagos del capital, los intereses y otros cargos de sus préstamos hasta por dos años en caso de desastres naturales, incluidas sequías, inundaciones y emergencias sanitarias como pandemias. Hasta la fecha, 22 países han suscrito esta cláusula, y San Vicente y las Granadinas ejerció esta opción después del paso del huracán Beryl en 2024.