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5 desafíos y oportunidades del Uruguay del futuro

Diciembre 02, 2015

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Si bien en la última década el país ha aprovechado los vientos económicos favorables, la desaceleración mundial y el envejecimiento de la población representan una amenaza al modelo social de bienestar.

Según las estadísticas, en Uruguay hay cuatro vacas por habitante. Puede ser un dato curioso, pero este pequeño país de economía rural es un modelo de éxito en América Latina.

En la última década Uruguay ha despuntado frente a sus vecinos Argentina y Brasil aprovechando la bonanza de las materias primas, con un manejo fiscal adecuado y un paquete de reformas que le ha permitido reducir su vulnerabilidad y hacer frente a los shocks externos.

Con un crecimiento anual promedio del 5% desde 2003 hasta 2014, el país ha logrado reducir en casi dos tercios la pobreza a un 12% en 2013 y estrechar la brecha de la desigualdad, medida por el coeficiente Gini, que pasó de 45,5 en 2006 a 38,4 en 2013.

Pero ahora los vientos soplan en otra dirección y si bien la capacidad de recuperación del país es alta -ya que a pesar de ser una economía pequeña se ha integrado con un nivel alto y de calidad a los mercados mundiales- ésta debe afrontar grandes desafíos que pueden convertirse en potenciales oportunidades para afianzar los avances sociales obtenidos hasta el momento.

En el estudio Diagnóstico Sistemático del Uruguay (i), el Banco Mundial presenta una radiografía de los logros alcanzados por el país y cuáles son los retos más importantes a atacar para seguir en la ruta hacia las dos grandes metas de eliminar la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida.

Estos son 5 de esos grandes desafíos:

  • Seguir creciendo: En los últimos 10 años, Uruguay ha abordado una serie de reformas para garantizar el crecimiento a la vez que favorezcan empleos de calidad y una mejor distribución del ingreso, con un foco muy directo en el pacto social. Pero las condiciones mundiales son menos favorables con la caída de los precios de las materias primas en un contexto de menor demanda. Se prevé que esto impacte en el crecimiento del país, que ya en 2014 se redujo a un 3,5% con un panorama poco alentador para este año y 2016. ¿Cómo mantener los avances y beneficios de la clase media más grande de la región en medio de restricciones económicas externas e internas?
  • Mientras el deterioro de las condiciones económicas continúa, Uruguay tiene que hacer frente además a un factor que si bien no es exclusivo del país, sí es el que lo vive con mayor fuerza: el envejecimiento de la población. ¿Cómo mantener la sostenibilidad financiera de un modelo social, cuando una sociedad de más edad tendrá un impacto considerable en la seguridad social y los sistemas de salud del país? “Según análisis preliminares, de no realizarse reformas ulteriores los déficits fiscales primarios aumentarán 1,8 puntos porcentuales del PIB entre 2014 y 2050, del 0,4% al 2,2%, según las hipótesis de línea de base y también se reflejarán en mayores niveles de endeudamiento”, señala el diagnóstico.
  • Uno de los logros más importantes de Uruguay en los últimos años es su capacidad de innovación, sobre todo en agricultura, software y servicios no tradicionales. Pero en un contexto desfavorable, la acumulación de capital humano se ha desacelerado y la calidad de la educación y el rendimiento escolar ha disminuido lo que tiene un impacto serio en la productividad, clave para superar los obstáculos que puede generar la feroz competitividad de mercados más desarrollados. Según el diagnóstico,  pese a que Uruguay tiene una matrícula neta del 99,5% de niños en edad escolar, las tasas de repetición y deserción son altas y según los resultados PISA la calidad es baja en todo el sistema. “Una consecuencia del alto abandono escolar es que el 17,9% del grupo en edad de asistir a la escuela secundaria no trabaja ni estudia”, sostiene el diagnóstico. “Más allá de las consecuencias para el crecimiento a futuro, la competitividad y la calidad de la fuerza laboral, las carencias del sistema educativo podrían poner en peligro la sostenibilidad de los logros relativos al crecimiento inclusivo en Uruguay”, añade.
  • Infraestructura poco adecuada para atacar más mercados. La bonanza de las materias primas tuvo un impacto directo en el transporte de mercadería. Se estima que entre 2000 y 2011 el volumen transportado por carretera aumentó un 180% y según las proyecciones, la demanda de transporte para las exportaciones agrícolas clave  se incrementará entre un 68% y 135%. El problema radica en que existe una brecha que limita la sostenibilidad de altas tasas de crecimiento. Según el informe del Foro Económico Mundial de 2014, Uruguay ocupa los puestos 90 y 103 de 144 países con respecto a la calidad de su infraestructura de carreteras y vías férreas. “Una mejor infraestructura logística y una mayor facilitación del comercio son claves para mejorar la competitividad. Asimismo, es esencial que haya una conexión fluida entre los productores agrícolas, las empresas y los mercados mundiales”, asegura el reporte.
  • Si bien Uruguay ha tenido grandes avances en innovación, en promedio está muy por detrás delos Tigres Asiáticos y algunos países de medianos ingresos en materia de ideas nuevas en la frontera tecnológica, revela el informe. “Mejorar la productividad a través de una mejor calidad de gestión y una mayor tendencia a innovar en procesos y productos serán claves para competir en los mercados internacionales”, recomienda.

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