ARTÍCULO

El mismo impulso que nos lleva a comprar un jabón puede ayudar a combatir la pobreza

Febrero 12, 2015


Image
Banco Mundial

Cada vez más, los expertos en desarrollo usan la psicología para modificar conductas que dificultan resolver problemas de desarrollo.

Las políticas para superar la pobreza, son creadas suponiendo que las personas actúan con base en decisiones razonadas, sopesando cuidadosamente sus opciones, analizando toda la información disponible antes de elegir.

Cuando se parte de este supuesto, las políticas para superar la pobreza subsidian y promueven las actividades que se consideran valiosas e imponen multas sobre las que se busca desalentar.

Sin embargo, varias investigaciones realizadas en las últimas décadas indagan y cuestionan el proceso que siguen las personas al tomar una decisión o al hacer una elección. Estas investigaciones, que anteriormente eran casi exclusivas de los publicistas y expertos en marketing, han empezado a influir en el campo de políticas públicas y del desarrollo.

Anna Fruttero, co-autora del nuevo Informe sobre Desarrollo Mundial 2015: Mente, sociedad y conducta, y Renos Vakis, economista principal en el departamento de investigación del Banco Mundial, nos explican cómo prestar atención a cómo piensan los seres humanos y cómo el entorno influencia en sus  decisiones, permite mejorar el diseño y la implementación de las políticas de desarrollo en todo el mundo.

Pregunta: ¿Cuáles son los principales hallazgos del Informe sobre Desarrollo Mundial 2015 para América Latina?

Respuesta: Uno de los principales hallazgos es que se pueden diseñar políticas públicas mucho más efectivas si se presta atención al modo en que las personas toman sus decisiones. Los seres humanos recurrimos de forma inmediata a la información del entorno o a información previamente adquirida. La forma en la que actuamos y pensamos suele depender de lo que hacen y piensan quienes nos rodean.

Experiencias anteriores de los campos de la publicidad y la psicología comprueban estos hallazgos. No es nuevo que se investigue cómo influir en las decisiones de las personas, lo novedoso es investigar cómo podemos usar estos conceptos para diseñar políticas de desarrollo.

El nuevo Informe sobre Desarrollo Mundial 2015 se basa en tres principios:

1. El pensamiento automático. Gran parte de nuestros pensamientos son automáticos y se basan en lo que nos viene a la mente sin esforzarnos. La mayor parte del tiempo, usamos atajos mentales.

2. El pensamiento social. Los seres humanos somos profundamente sociales. Nos gusta cooperar, siempre y cuando los demás también hagan su parte.

3. El pensamiento basado en modelos mentales. La forma en que las personas interpretan es influenciada por modelos mentales extraídos de la sociedad a la que pertenecen y de sus historias compartidas

P: ¿Cómo influyen estos descubrimientos a la creación de políticas contra la pobreza en la región?

R: Si comprendemos mejor como piensan y actúan las personas, podemos crear o modificar las políticas obteniendo resultados más eficaces. En general, buscamos ayudar a la gente a tomar sus decisiones de la mejor manera posible, eliminando la mayor cantidad del “ruido” generado por diversos factores.

Los pobres están contantemente pensando en que comerán ese día, cómo pueden ayudar a un familiar enfermo o cuánto tienen que caminar para conseguir agua. En ese mundo de preocupaciones, es poco el tiempo que se dedica a ser productivo. Buscar un trabajo o juntar dinero para lograr algún objetivo resulta mucho más difícil en este contexto.

A pesar de todo eso, en el estudio hablamos de un caso en Perú, en el que un sistema de recordatorios mensual a través de mensajes de textos ayudó a personas pobres a lograr sus metas de ahorro.

Del mismo modo, abordar retos como romper el ciclo de pobreza que pasa de una generación a la siguiente, incrementar la productividad o incluso actuar frente al cambio climático, puede resultar más efectivo si manejamos detalles del momento específico en el que una persona decide o como el entorno afecta a esta decisión.

P: ¿Cuál sería un buen ejemplo donde se evidencie que el poder de decisión de la gente tiene un impacto en mejorar su calidad de vida?

R: Existen varios casos se han comprobado los hallazgos de este informe. Por ejemplo, durante la emergencia hídrica que ocurrió en Bogotá, Colombia en 1997, se derrumbó parte de un túnel a través del cual se suministraba agua a la ciudad. Lo primero que hizo el Gobierno municipal fue alertar a los habitantes de la crisis que se avecinaba, promoviendo el ahorro y el buen uso del agua. Sin embargo, el efecto fue contrario, logrando un incremento tanto del consumo como del acaparamiento.

Tras reconocer el problema, el Gobierno modificó su estrategia de comunicación. El alcalde apareció en televisión tomando una ducha con su esposa y explicando por qué había que cerrar la llave del agua cuando uno se enjabonaba.

Posteriormente sugería ducharse de a dos. Además del comercial de tv, se enviaron voluntarios a toda la ciudad que enseñaban las técnicas más eficaces de ahorro de agua. Finalmente, las cifras de consumo eran publicadas a diario, y se nombraba públicamente quienes cooperaban con el esfuerzo y quiénes no.

La estrategia fue tan buena que el bajo consumo de agua persistió incluso después de reparado el túnel.  El comercial del TV y publicar quienes ahorraban agua resultaron ser incentivos sociales muy fuertes, fortaleciendo la cooperación de toda la comunidad. Este es un buen ejemplo que demuestra la importancia de considerar el pensamiento social (yo hago mi parte si todos cooperan) para obtener estrategias y resultados mejor enfocados.

Otro ejemplo importante se puede obtener de la experiencia registrada en Inglaterra durante la recaudación de impuestos. El problema principal era que las personas se retrasaban mucho en sus pagos de impuestos generando mayores costos al gobierno (nuevas cartas de recordatorio, nuevas gestiones de cobranza, etc.). Para contrarrestar este problema, en la primera carta que se envió para el cobro de impuestos se agregó la frase “9 de cada 10 ingleses pagan sus impuestos a tiempo”, con esta acción se logró reducir el número de deudores.

P: En el caso de Perú, ¿de qué forma se pueden aprovechar las conclusiones del informe?

R: Cada vez más países en desarrollo vienen aplicando estas técnicas debido al gran interés que existe en lograr objetivos como el de reducir la pobreza. Ayudar a superar la brecha que separa las intenciones de las acciones es muy importante para esto. Utilizar estos hallazgos en aplicaciones relacionadas al desarrollo exige un proceso reiterativo de descubrimiento y aprendizaje.

En el Perú, por ejemplo, en un gremio de ahorristas se crearon tres grupos para comparar diferentes experiencias. En el primer grupo cada persona ahorraba sin tener ningún tipo de influencia. En el segundo grupo, a cada uno de los ahorristas se le envió un mensaje de texto donde se les recordaba que ahorraran. Este grupo logró ahorrar 6% más que el grupo que no recibió ninguna influencia.

A un tercer grupo se le enviaron mensajes personalizados. Además de recordarles que debían ahorrar se les mencionaba el objetivo personal. El mensaje, que decía algo similar a “Acuérdate de ahorrar este mes para que cumplas con tu meta de 100 soles”, logró que el tercer grupo ahorrara 16% más que el grupo inicial.

Cuando conectas el mensaje que impulsa a ahorrar con una meta personal lo hace aún más fuerte. Es similar a los programas para perder peso, ya que constantemente te recuerdan cuantas calorías has logrado eliminar calorías y cuantos kilogramos has perdido. En ambos casos, estos mensajes son refuerzos mentales para incentivar el llegar a la meta.

El informe también menciona que los incentivos sociales pueden ser tan poderosos como los económicos.  Las recompensas sociales, los regalos, los premios no monetarios y el reconocimiento pueden llevar a los individuos a cambiar su conducta y conseguir resultados muy interesantes.

P: ¿Cuáles son los siguientes pasos para incorporar estas soluciones al desarrollo de políticas contra la pobreza en Latinoamérica?

R: Durante los últimos años varios gobiernos han tratado de incorporar estos hallazgos en sus políticas públicas. Debemos tener en cuenta que cualquier política podría ser re-diagnosticada en cualquier momento. Lo que se debe hacer es revisar los programas actuales y ver en qué parte del proceso existen conductas que impiden lograr los resultados esperados.

Actualmente en Ecuador, existe un programa de nutrición donde uno de los objetivos es que los niños consuman las “chispitas nutritivas”. Sabemos que actualmente solo uno de cada dos niños consume estas chispitas pero no sabemos por qué sucede esto.

Es en ese momento en que empieza nuestra investigación. Debemos dejar de ver sólo los números y empezar a analizar la conducta y los factores que influyen en la decisión de tomar o no la chispita. Podría ser, por ejemplo, que el color de la chispita no sea el adecuado, o que el empaque no muestre sus beneficios, incluso que el sabor haga que se perciba negativamente, como que estuviera en mal estado.

En cualquiera de estos casos, la investigación deberá tomar en cuenta factores psicológicos, además de los económicos y sobre todo los factores que influyen a las personas al momento de tomar la decisión. El Banco Mundial, como una institución de desarrollo que constantemente realiza diagnósticos, agrega los hallazgos del Informe sobre Desarrollo Mundial para ayudar a los gobiernos a crear políticas de lucha contra la pobreza con mejores resultados.

 





Api
Api

Bienvenidos