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ARTÍCULOMarzo 18, 2015

Cinco maneras de atenuar los factores que impulsan el cambio climático

The World Bank

Autobús de tránsito rápido ha reducido el tráfico y ha aumentado la conectividad en Guangzhou, China.

Benjamin Arki / Flickr Creative Commons

El 18 de marzo de 2015, el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, ofreció una conferencia en la Universidad de Georgetown sobre los problemas del desarrollo creados por el cambio climático y las medidas que se pueden tomar ahora para atenuar los factores que impulsan este fenómeno y su impacto.

El cambio climático es fundamentalmente un tema de desarrollo que amenaza con agravar la pobreza y afectar el crecimiento económico. Al mismo tiempo, las maneras de crecer de los países y las inversiones que realizan para satisfacer las necesidades de energía, alimentos y agua de una población en expansión pueden impulsar el cambio climático —aumentando los riesgos en todo el mundo—, o contribuir a las soluciones.

En una conferencia dirigida a estudiantes de la Universidad de Georgetown en la ciudad de Washington el 18 de marzo, el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, expuso cinco áreas clave en las que las políticas y las decisiones en materia de crecimiento pueden ayudar a reducir los factores que impulsan el cambio climático.

“La economía debe continuar creciendo, no hay vuelta atrás en el crecimiento”, dijo el presidente Kim ante el público estudiantil. “Lo que tenemos que hacer es desvincular el crecimiento de las emisiones de carbono”.

Fijar el precio del carbono

La reducción de las emisiones comienza con claras señales de políticas.

Los sistemas de fijación del precio del carbono —como el régimen de comercio de derechos de emisión que pone un techo al nivel total de emisiones o los impuestos sobre el carbono que se cobran por tonelada— envían una señal a largo plazo al crear un incentivo para que las empresas reduzcan los comportamientos contaminantes e inviertan en opciones energéticas más limpias e innovaciones con bajo nivel de emisiones de carbono.

Unos 40 países y más de 20 ciudades, estados y provincias ya usan mecanismos de fijación del precio del carbono, como el régimen de comercio de derechos de emisión y los impuestos sobre el carbono, o se están preparando para implementarlos. Y el número está aumentando. Corea puso en marcha en enero el mercado de carbono más reciente. China, con siete mercados de carbono piloto en ciudades y provincias, experimentó una baja de sus emisiones el año pasado y planea lanzar un sistema nacional de comercio de derechos de emisión en 2016.

“La fijación del precio del carbono es el resultado más importante que tenemos que obtener de un acuerdo en París. Esto liberará las fuerzas del mercado”, dijo el presidente Kim, al ser consultado acerca del acuerdo internacional del clima que se espera que se logre en diciembre de 2015 en París.

Eliminar los subsidios a los combustibles fósiles

Los subsidios a los combustibles fósiles envían una señal diferente, que puede fomentar los residuos y desalentar el crecimiento con bajas emisiones de carbono. Con la eliminación de estos nocivos subsidios, los países quedan en condiciones de reasignar sus gastos donde más se necesita y donde es más eficaz, entregando, por ejemplo, asistencia orientada a los pobres.

Casi US$550 000 millones fueron destinados a subsidios directos a los combustibles fósiles en todo el mundo en 2013, comprometiendo un gran porcentaje del producto interno bruto (PIB) de algunos países para bajar artificialmente los precios de la energía. Sin embargo, “los datos muestran que los subsidios a los combustibles fósiles no tienen que ver en absoluto con proteger a los pobres”, señaló el presidente Kim. Los estudios muestran que el 20 % más rico de la población obtiene seis veces más beneficios de tales subsidios que el 20 % más pobre.

La reforma de los subsidios nunca es fácil. A menudo, la población no es consciente de los verdaderos costos de la energía, y es necesario entregar apoyo a los pobres a medida que se eliminan las subvenciones. El Banco Mundial está otorgando asistencia para cambiar los subsidios a los combustibles fósiles a través de un mecanismo de US$20 millones, que ayudará a los países en el diseño y la implementación de tal reforma y de los sistemas de protección social correspondientes.

Construir ciudades resilientes y con bajo nivel de emisiones de carbono

Una parte de la ecuación es obtener los precios adecuados. Otra parte es crear un futuro sostenible, porque todo el desarrollo ocurre en el contexto del cambio climático.

El presidente dijo a la audiencia que se habrá construido más infraestructura en las próximas dos décadas que en los últimos 6000 años. Las ciudades están creciendo rápidamente, especialmente en el mundo en desarrollo. Hoy en día, poco más de la mitad de la población mundial es urbana y se espera que dos tercios de dicha cifra viva en ciudades en 2050.

Si el transporte y el uso de la tierra se planifican con cuidado, y se establecen normas de eficiencia energética, las ciudades pueden estar erigidas de tal manera que no queden atrapadas en formas no sostenibles. Ellas podrán facilitar el acceso a los empleos y las oportunidades para los pobres y reducir los daños de la contaminación del aire.

No obstante, financiar ese crecimiento para que sea sostenible puede ser un desafío. Los datos muestran que solo un 4 % de las 500 ciudades más grandes de los países en desarrollo se consideran solventes en los mercados internacionales. El Grupo Banco Mundial está ayudando a las ciudades a mejorar su planificación estratégica y corregir los factores financieros que pueden impedirles tener acceso al financiamiento.

Aumentar la eficiencia energética y el uso de energía renovable

Cuando se habla de energía, se debe hablar sobre el acceso. A nivel mundial, cerca de 1200 millones de personas no tienen electricidad y 2800 millones dependen de combustibles sólidos —como la madera y el carbón vegetal y mineral— para cocinar, que provocan una nociva contaminación del aire en los lugares cerrados.

A través de la iniciativa Energía Sostenible para Todos, el Grupo Banco Mundial respalda tres objetivos que deben alcanzarse antes de 2030: lograr el acceso universal a formas de energía moderna, doblar el ritmo de las mejoras en eficiencia energética, y duplicar la proporción de energías renovables en la combinación energética mundial.

Los mejoramientos en la eficiencia energética son fundamentales. Cada gigavatio que se ahorra es un gigavatio que no tuvo que ser producido. A nivel mundial, el consumo de energía es aproximadamente un tercio más bajo hoy en día de lo que habría sido sin los avances en esta área en los últimos 20 años.

La energía renovable, por su parte, es cada vez más asequible a medida que bajan los precios. En muchos países, el desarrollo de energía renovable a escala comercial es ahora más barato o está al mismo nivel que las plantas que producen combustibles fósiles.

Aplicar la agricultura inteligente en relación con el clima y cuidar los bosques

La quinta área en que se deben tomar medidas se refiere a la mitigación y la adaptación. Las técnicas de agricultura inteligente en relación con el clima ayudan a los agricultores a aumentar la productividad de sus fincas y a fortalecer su capacidad de recuperación frente a los efectos del cambio climático como las sequías, creando al mismo tiempo sumideros de carbono que ayudan a reducir las emisiones netas. Los bosques también son valiosos sumideros que absorben carbono y lo almacenan en el suelo, los árboles y el follaje.

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Abordar el cambio climático en todo lo que hacemos

Los esfuerzos mundiales destinados a reducir las emisiones están teniendo repercusiones. La semana pasada, el economista jefe del Organismo Internacional de Energía anunció que las emisiones mundiales de CO2 no variaron en 2014 por primera vez en cuatro décadas y sin la presencia de una recesión económica conexa, mientras que la economía mundial creció un 3 %.

“¿Es este el comienzo de la desvinculación de las emisiones de carbono del crecimiento? Desde luego que esperamos que así sea”, dijo Kim.

Aún si se hace todo esto con éxito, todavía se observarán cambios, dijo el presidente. Los científicos creen que la Tierra sufrirá un calentamiento de 1,5 °C debido a las emisiones pasadas y previstas de gases de efecto invernadero, por lo que el mundo tendrá que adaptarse al tiempo que reduce las emisiones.

Eso significa fortalecer la capacidad de adaptación en toda la tarea del desarrollo y aumentar el apoyo financiero para la preparación y la prevención.

Como una de las principales fuentes de financiamiento, el Grupo Banco Mundial invierte en preparación para desastres, energía renovable, eficiencia energética, planificación y desarrollo de ciudades, y proporciona herramientas y datos a los responsables de tomar decisiones para que adopten medidas fundadas. Además, realiza el seguimiento de los compromisos financieros que tienen beneficios tanto de mitigación como de adaptación al cambio climático, protege contra los riesgos de desastres y climáticos, y aplica mecanismos para cuantificar los gases de efecto invernadero y fijar el precio del carbono.

“Queremos realmente ver cómo podemos abordar este problema en casi todo lo que hacemos”, dijo el presidente.

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